“La lírica es para todos”

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Evelyn Plaumer

La cantante lírica, solista de Fundación Accentus y el Coro de Niños y Jóvenes de Santo Tomé, se presentará en vivo en la 6º Feria Artesanal Navideña de padel.

TEXTO. FLORENCIA ARRI. FOTO. PABLO AGUIRRE

DESDE SIEMPRE. “Empecé con el canto cuando era muy chica, a los seis años, cuando descubrí lo que era el coro. A partir de entonces fui todos los martes, miércoles y jueves al coro. Empecé en Santo Tomé, en el Liceo, con Malena Boero que fue mi maestra desde muy chiquita. Ella fue quien me llevó a formarme en canto lírico. A partir de entonces dediqué al coro todas las tardes de mi vida en la escuela primaria y secundaria, de modo que al terminar quinto año no fue difícil decidir dedicarme a ésto”.

ALMA EN CANTO. “Es muy difícil explicar qué se siente al cantar... es una especie de liberación, es tu oportunidad para poder demostrar quién sos. En los ensayos, cuando estudio, siento que hay algo adentro mío que surge en el escenario, que de golpe aparece. Es el momento más feliz, en el que se produce una transformación; subís al escenario y te olvidás de todo. Cuando me paro en el escenario tengo la sensación de que hay un eje que me sostiene. Si bien un guitarrita, un músico tiene su instrumento delante y detrás está él, lo mío va por dentro, es lo que me sostiene en la tierra. También pasa que a veces con los nervios una siente que lo pierde y se vuelve inestable; por eso hay que encontrarlo, porque es lo que te vuelve estable. Eso que se libera es mi esencia, soy yo; es así de simple. Muchas veces no me siento tan yo en otros roles de la vida como en un escenario. Es una especie de encuentro porque trabajo mucho para ese momento. Subirse al escenario es decir acá estoy, ésto es lo que soy, aún cuando quienes te conozcan te digan después que no te reconocen en esa faceta”.

EN SU VOZ. “Soy cantante lírica y me perfecciono como soprano lírica ligera, que tiene por características los sobreagudos y su coloratura. Las sopranos ligeras hacen muchas escalas rápidas hacia las notas más altas. Hay otras, como las dramáticas, que tienen colores más oscuros y otros colores más brillantes. La soprano ligera se distingue por las notas agudas y la coloratura de su voz”.

EN ESCENA. “Canté en muchos lugares donde me sentí muy especial y muy bien. Este año, por ejemplo, empecé a hacer una obra que es muy difícil para una soprano ligera y tal vez me lleve años... Ana Sirulnik, mi profesora en Buenos Aires, me enseñó que los personajes también maduran con una, y a veces hay personajes que lleva años perfeccionar. Este año empecé a hacer una obra que es muy difícil y quizás me lleve mucho tiempo. Se trata de la muñeca, de la ópera “Los cuentos de Hoffman”, personaje con el que me identifiqué como soprano ligera y por el que descubrí que me gusta mi repertorio; y haberla interpretado en el Teatro Municipal de Santa Fe en la gala que realizó Fundación Accentus, con la orquesta en vivo, fue mágico. Fue en la Gala Lírica que Accentus realizó por el 125 aniversario de la Bolsa de Comercio, con un concierto que después se repitió en otras localidades, pero aquélla fue increíble”.

¿MÚSICA CULTA?. “Es peligrosa la etiqueta que le han puesto a la lírica, suena muy raro cuando se refieren a ella como la “música culta’, por ejemplo. No existe tal cosa; la ópera, la lírica fue hecha para el pueblo. La Flauta mágica de Mozart, las bodas de Fígaro, trata temas que son del pueblo: amores, infidelidades, el picaflor en Bongiovanni. Son cosas que hoy no corresponde llamar música culta porque es la música del pueblo y creo que eso es lo que hay que transmitir. Pertenezco a una Fundación que se llama Accentus, de Santo Tomé, a la que le debo muchísimas cosas y que trata de mostrarle eso a la gente, el otro lado de la lírica. Trata de divertir a la gente, de transmitir algo que es común a todos y se vive todo los días... La lírica es para todos”.

ADMIRACIÓN. “Admiro a mis compañeras: a Virigina Tola, a Daniela Tabernig, Rocío Arbizu y María Eugenia Coronel Bugnon, porque a todas les costó mucho. Todas son santafesinas o santotomesinas; a todas nos preguntan en Buenos Aires dónde queda Santo Tomé y tenemos que explicar que es cruzando un puente desde Santa Fe... es una ciudad muy grande y hay que remarla. Tenemos suerte de que nuestros maestros Ana Sirulnik y Guillermo Opitz, Male Boero y Marcelo Esoín, nos hayan aceptado, y eso es algo que nos ha posicionado. Sin embargo el crecimiento es algo que cuesta, y admiro eso de mis compañeras”.

DESEO. “Me gustaría mucho poder desarrollarme plenamente como cantante, que la gente conozca quien soy. Quiero cantar, que la gente me conozca y vea que no soy una rara... Recuerdo que en el secundario la gente pensaba que era una rara porque me dedicaba a cantar lírico, pero no es nada raro. También me gusta la docencia; me gustaría el día de mañana poder desarrollarme como cantante, ser parte de una ópera y luego dedicarme a dar clases, por qué no. Mientras tanto, disfruto las clases en Buenos Aires, preparar clases para mis alumnos, llevarles obras nuevas y repertorios nuevos; perfeccionar roles como el que trabajo ahora, el de la muñeca, que quizás me lleve años perfeccionar por su complejidad. Me gusta mucho lo que hago; me gusta levantarme a la mañana, vocalizar y leer la partitura... es algo muy lindo. Soy muy crítica con lo que hago; me cuesta mucho reconocer mis propios méritos y es la gente quien te reconoce, porque es la otra parte necesaria”.

así soy yo

DOCENTE

Estudio el Profesorado de Artes Musicales en el Liceo Municipal Antonio Fuentes del Arco y también estoy dando clases. Trabajo en dos coros parroquiales como profesora de técnica vocal: el Coro de Padre Catena, en la Parroquia Cristo Obrero de Villa del Parque; y en La Parroquia La Merced de Monte Vera. También doy clases de música, hago reemplazos... ahora me estoy desempeñando en un reemplazo largo en Inmaculada de Santo Tomé.

PLACER Y APRENDIZAJE

“Amo dar clases, me gusta mucho dar clases de técnica vocal, porque sirve también para la propia formación... Una termina de crecer cuando transmite al otro el conocimiento que logró acumular, poder entregarlo te ayuda a crecer, refuerza tus conocimientos y te genera dudas que te llevan a investigar, a darte cuenta, a seguir creciendo.