Las dietas faraónicas y las enfermedades cardíacas

Por Heba Helmy

 

(EFE)

Los arqueólogos egipcios se han embarcado en un nuevo proyecto: estudiar los hábitos alimenticios de los faraones para determinar si su dieta está relacionada con las enfermedades cardíacas que algunos de ellos padecieron hace más de 3.000 años.

“Queremos saber cuáles son los tipos de carne, aves, pescado y postre que comían los faraones”, declaró Abdel Halim Nuredín, jefe de un equipo de arqueólogos egipcios que participó en un análisis reciente de veinte momias antiguas.

La idea de estudiar la dieta de los egipcios antiguos nació después de que varios arqueólogos y médicos, en colaboración con la American Heart Association, probaran que las enfermedades cardíacas, sobre todo de la arteria coronaria, no son exclusivas del estilo de vida moderno sino que datan de la época de los faraones.

Nuredín cree que las enfermedades cardíacas están relacionadas específicamente con la civilización del antiguo Egipto, ya que los faraones utilizaban mucha sal para preservar la comida, lo que causa hipertensión.

Además, comían carne y aves con mucha grasa, lo que aumentaba el colesterol en la sangre y afectaba a la salud del corazón. Aparte de los dátiles, que les gustaban mucho a los faraones, y que son otro alimento lleno de azúcar.

“Para confirmar esta relación hacen falta más momias y más análisis”, agregó Nuredín.

En el último análisis en el que participó Nuredín, los expertos, que incluyeron a especialistas en momificación y en restauración de antigüedades, eligieron a veinte momias de los almacenes del Museo Egipcio, de distintas dinastías de antes de Cristo, para estudiar la salud de los faraones.

Con el uso de la última tecnología descubrieron que “los egipcios antiguos, sobre todo los que eran de una clase social alta, sufrían de problemas en la arteria coronaria”, según dijo Nuredín.

Durante los estudios, “la sorpresa fue que en cinco momias de las veinte el corazón todavía estaba en el cuerpo”, destacó el experto en arqueología, al mofarse de las viejas leyendas. La historia antigua contaba que el corazón del faraón muerto sale de su cuerpo el día del juicio y se coloca encima de una balanza que decide si el fallecido era buena o mala persona. En otras momias, hallaron algunas arterias que mostraron que sus dueños padecían calcificación de los vasos sanguíneos en el corazón.

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Estudios de antiguas momias revelaron que eran comunes las dolencias del corazón. En la ilustración: momia del faraón Ramsés III, del Nuevo Reinado (1183-1152 a.C.).

Foto: EFE