ELGITANO EN SANTA FE

Pichón de hombre

La primera incursión de Sandro en el cine, “Tacuara y Chamorro, pichones de hombre”, se produjo en Coronda, en 1967. Dirigida por Catrano Catrani, también se rodaron escenas en las vecinas poblaciones de Maciel y Monje. La foto, de la colección de J. M. Sobrevilla, fue tomada en un descanso de la filmación. Se ve a Oscar Anderle (compositor y arreglador musical de Sandro), el cantante a sus 21 años, los niños “Cachilo” y “Cachito”, el autor del libro en el que se basó la película, Dr. Leopoldo Chizzini Melo, y Werfil Castro, dueño del Microcine de Coronda. Foto: ARCHIVO EL LITORAL

Un misterio inexplicable

En 1976 actuó en el estadio de Unión, donde volvería a presentarse en 1980. La crónica de El Litoral cuenta que el recital fue “bajo un cielo plomizo, amenazante y, en algunos pasajes, bajo una fina lluvia”. “Canta contoneándose, saltando, ensayando distintos y calculados pasos, y los chillidos de las chicas dicen de su repercusión -describe el cronista-. Sandro encierra en su éxito uno de esos misterios inexplicables que de tanto en tanto asoman en el mundo del espectáculo. Tiene, quizás, más ‘ángel’ y calidez espiritual que voz”. La foto es de Danilo Birri. Foto: ARCHIVO EL LITORAL

“Déjalo ser”

En noviembre de 1993 volvió a la ciudad y actuó en la Tecnológica. En una entrevista con El Litoral, habló sobre la pasión de su público: “¿Qué cree que sucede en torno suyo, dónde pueden estar las respuestas para tanta fidelidad de un público que naturalmente cambia de gustos y modas, aunque no con relación a usted?”, le preguntó el periodista Juan Carlos Arch. “No sé, es mejor no averiguarlo y decirse: ‘déjalo ser’ ”, fue la respuesta del Gitano. Foto: ARCHIVO EL LITORAL

1.jpg
2.jpg
4.jpg