Programa Provincial de Producción Más Limpia

Producir limpio es más rentable

 

Desde su adopción, el programa pretende mejorar la gestión ambiental, implementando mejoras, reduciendo costos e incrementando la rentabilidad de las Pymes lácteas de la provincia.

Federico Aguer

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En 1999 se sancionó la Ley Marco de Medio Ambiente en nuestra provincia, y a partir de allí se fueron sancionando normas que la reglamentaron, llegándose en 2004 a contar con un marco que la hizo operativa. Desde entonces, la mayor parte de las empresas ligadas a la producción se vieron obligadas a adaptarse al nuevo escenario, el cual supone un gran esfuerzo en inversión de recursos. Para ello surgían dos alternativas: mitigar los efectos negativos inherentes a los procesos productivos, o evitarlos desde las fases de elaboración.

Es en este sentido que la Secretaría de Medio Ambiente lanzó dicho programa, sustentado en un consejo asesor integrado por los representantes de las cámaras empresarias, asociaciones, ONG’s, universidades, y otras instituciones de investigación y educación.

En la primera etapa del proyecto, se adhirieron 8 Pymes lácteas de la provincia, todas ellas miembros de Apymel, las cuales fueron implementando de manera gradual el sistema con notorios resultados a la vista.

En esta primera etapa, se planteó como objetivo el relevamiento de esas Pymes, mayormente queseras, algunas de las cuales estaban emplazadas en los cascos urbanos. Luego, surgirían los problemas comunes a los que se les intentaría diseñar soluciones, y determinar indicadores ambientales para su posterior comparación.

Metodología

Para la realización del diagnóstico, el equipo de trabajo implementó una ficha de trabajo; un diagrama de flujo de materiales, un lista de chequeo y una matriz de valoración.

Con respecto al agua, se concluyó que se la utiliza para vapor y para producción, siendo la limpieza su destino mayoritario. En comparación con los estándares internacionales, el consumo de agua por litro de leche resultó elevado. En el consumo de energía eléctrica, si bien todas las plantas se encuentran inscriptas en la matriz de la EPE, no todas tienen en cuenta la importancia de interpretar las facturas del suministro, lo que permite mejoras económicas a partir de la distribución de la demanda fuera de las horas pico, y evitar cargo punitivos por energía reactiva.

En cuanto a la energía térmica, quedó evidenciada la dependencia de la leña como insumo vital. Se trata de un recurso renovable y poco contaminante, aunque no se tiene información sobre su origen. El rendimiento es variable en todos los casos en cuanto a los kilos requeridos de leña para producir un litro de leche.

El tema de los efluentes es algo particular. Para estudiarlo, se deben analizar las instalaciones de cada planta, el destino final del agua y la medición de los parámetros de vuelco. Los residuos sólidos tampoco se adecuaban a lo reglamentado, no tanto por falta de voluntad sino de información.

El problema del lactosuero, vital para el sector, es de muy difícil solución por las variaciones en la cotización del mismo en el mercado. Actualmente, su precio es tan bajo que muchas veces se termina regalando o volcando, requiriéndose para resolver este problema, una política concreta que ayude a solucionarlo.

Para el Ing. Carlos Alberto Martín, subsecretario de Gestión Ambiental de la provincia, la producción limpia es una herramienta de gestión ambiental que se viene usando en el mundo hace muchos años. “Implica una forma distinta de producir, desde los servicios, bienes, procesos productivos y accesorios, con el ahorro de materia prima, de agua, de energía, el diseño de productos; todo se mira desde esa perspectiva, que pretende aumentar la eficiencia ambiental. A la vez se transforma en una herramienta de competitividad, porque baja costos y prevé barreras paraarencelarias en países del exterior”, analiza.

Según el funcionario, hoy en día la cuestiones ambientales han pasado a ser una barrera sanitaria más. “Para exportar debemos cumplir con planes de tratamiento de residuos, de agua, etc. Desde la provincia, con esta gestión elaboramos un programa para incorporar la producción limpia a los procesos”, continuó.

Etapas

La Producción limpia es una forma de trabajar que nunca se termina, es algo continuo. “La primera etapa tiene que ver con el reordenamiento interno y con las buenas prácticas”, destaca Martín. “Porque implica detectar dónde se pierde agua y materia prima, etc. La segunda etapa tiene que ver con pequeñas inversiones de equipamiento, como un pasteurizador. La tercera -la más ambiciosa- es desarrollar procesos tecnológicos que no existen”, agrega.

Algunas empresas están adhiriendo al programa nacional, que les va a dar financiamiento hasta U$S 20.000 a cada una para adquirir equipamiento que mejore su eficiencia.

En el corto plazo planean organizar un taller-seminario de discusión acerca de las alternativas para el uso del suero, que es el problema más grande de la producción láctea. “La idea es juntar investigadores, empresarios y el Estado para discutir no desde lo académico, sino desde el sentido común”, agregó.

Para Martín, todas estas cuestiones tienen respuestas complejas, y en ese sentido debe estar el Estado que mueve una u otra solución. “Las empresas van a ver que esto rinde en términos ambientales y económicos”, destacó el secretario, quien adelantó que quieren fabricar un bioreactor para medir el desecho de efluentes para el año que viene. “De 0 a 10, en la provincia estamos arriba de 5, pero no contamos con datos objetivos para analizar. Vamos a hacer mediciones de consumo de agua, etc. para saber como estamos a un nivel más general”, finalizó.

Un caso ejemplar

Para Javier Mottier, encargado de planta de Cassini Cesaratto, la adhesión al programa provincial surge allá por 2005, cuando se trasladan al actual emplazamiento, una moderna mole que contrasta con las casas bajas de San Carlos Sud. Desde entonces, la planta procesa unos 50.000 litros de leche por día, elaborando quesos y subproductos, entre los que se cuentan los quesos blandos como el Por Salut, y los de pasta semidura o los madurados con hongos como el queso azul. “Trabajamos en conjunto con la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia y con el INTI, con la idea de aportar cada uno lo suyo para que la situación sea mejor. La idea que apoyamos era que la Secretaría debía dejar de ser un organismo controlador, para que entre todos aportemos prácticas que redunden en el beneficio de la empresa”, destacó.

Implica una forma distinta de producir, desde los servicios, bienes, procesos productivos y accesorios, con el ahorro de materia prima.

Prevención. Implementar el programa en cada fase de la cadena productiva, redunda en una notoria reducción de costos y una mayor calidad del producto.

Orden. Los bidones se almacenan dentro de “cajas” que impiden derrames y en galpones distantes de las fases productivas.

Fotos: Juan Manuel Fernández