Coyuntura

Por fin los números son positivos

Por primera vez en trece meses, el desempeño global de las manufacturas salió de la zona roja. No es igual para todas las ramas, pero genera optimismo de cara a 2010. Falta ver si la tendencia se traslada a las Pymes.

 

Félix Canale

[email protected]

Cuando cerraba el tercer trimestre de 2009, existía coincidencia entre los expertos en que la industria caía a menor ritmo. La diferencia entre ellos radicaba en que mientras algunos esperaban los números positivos recién para el primer semestre de 2010, otros, más optimistas, pensaban que los primeros indicadores con mejor desempeño podían surgir antes de terminar el año. Tuvieron razón estos últimos.

El viernes pasado el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina pudo, por fin, dar noticias claramente alentadoras en su habitual informe mensual. De acuerdo con el mismo, “luego de trece meses de caídas interanuales consecutivas, durante el mes de noviembre la actividad industrial presentó una expansión de 3,2% respecto a igual mes de 2008, implicando una disminución acumulada de 7,5% durante los primeros once meses. En esta línea, la variación mensual desestacionalizada mostró un crecimiento de 1,8% con respecto a octubre, lo cual representa una recuperación acumulada de 11% sobre febrero, mes que marcó, hasta ahora, el piso del nivel de actividad.”

Tomando como referencia el gráfico que ilustra esta nota, lo que en este momento debe importar, en una visión optimista, es la diferencia existente entre el febrero aciago y los nuevos guarismos, que marcan una tendencia sostenida desde julio de 2009. De otro modo: las tasas de crecimiento logradas en los primeros 10 meses de 2008 quedan para quienes historian las series largas. La incógnita que ahora se abre es si el gobierno hará lo necesario para sostener durante 2010 esa curva que sube.

Asimetrías

Recordar la responsabilidad gubernamental no es gratuito. Como lo viene señalando la UIA desde hace meses, nuevamente la mejora relativa de noviembre obedeció, principalmente, a la fuerte recuperación de la industria siderúrgica (que registró la primera expansión interanual en el año, ascendiendo 5,3%, contra -34,8% promedio del primer semestre), y del sector automotriz, que trepó 32,1% con respecto a noviembre de 2008, evidenciando su primer aumento interanual desde el comienzo de la crisis y recuperándose de la caída de 55% del primer bimestre de 2009. A estos sectores deben sumarse los mejores desempeños en alimentos y metalmecánica, sumados con los resultados en químicos, petróleo procesado, productos textiles, papel y cartón y caucho y plástico, entre otros.

Aún así, el informe agrega que la evolución de los metales básicos y el sector automotor, que por su volumen determinaron tanto el grueso del retroceso como de la actual recuperación, son sólo una parte del conjunto total de la industria. Si se quitan esos dos factores, el resto de la producción manufacturera cayó en noviembre 1,2% con respecto a igual mes de 2008. La caída es menor a la registrada en octubre (-6,3%), pero lo concreto es que muchas manufacturas siguen con problemas y la mayoría de ellas son Pymes.

Estas dificultades persisten particularmente en los sectores metalmecánico y alimentario, que muestran signos de reversión en el proceso de caída, pero aún exhiben retrocesos. El caso alimentario es un ejemplo. Esta rama contribuyó al mejor desempeño en noviembre por la recuperación de la industria aceitera, que retrocedió 11% contra 26% promedio de los últimos tres meses. Pero la realidad es que la producción de la industria de alimentos y bebidas presentó una caída de “sólo” 2,1% interanual, por debajo de lo exhibido en los meses previos.

A futuro

En definitiva, más allá de que los números estén mostrando una mejoría, y eso es bueno, no debe perderse de vista que muchos sectores mejoran porque caen menos que antes. En varios párrafos del informe, el Ceu de la UIA reitera el adverbio “sólo”, cuando hace referencia a los retrocesos de algunos sectores. Lo central, es cuándo todo el conjunto manufacturero podrá salir de la línea roja, y aquí se vuelve a la responsabilidad de las políticas oficiales.

Podría leerse entre líneas el párrafo del documento que dice: “Para los próximos meses, atendiendo a las particularidades de cada sector, se espera una reactivación de la actividad industrial en general. No obstante, se debe tener en cuenta que la base de comparación será errática dada la volatilidad a la que estuvo sujeta la industria desde el comienzo de la crisis internacional. Dado este contexto, se estima que la recuperación de la actividad industrial para el próximo año rondará el 5%, cifra que estará sujeta tanto a la los vaivenes de la coyuntura internacional como local.”

Los autopartistas en el laberinto

Según el informe de la UIA, la industria de autopartes se mantuvo en línea con la recuperación de la producción automotriz, aunque de forma más heterogénea dada la diversidad del sector. La recuperación de Brasil y cierto grado de mejora en las condiciones externas compensaron parte de la fuerte caída de la actividad durante el primer semestre del año.

Pese a eso, la central empresaria destaca que por tratarse de una fracción de la cadena productiva con mayor presencia de pequeñas y medianas industrias, la caída en los volúmenes de producción ha tenido un fuerte impacto sobre la situación de algunas firmas y la reciente reactivación relativa en cantidades no ha llegado, por el momento, a revertir el escenario de dificultades abierto tras la crisis.

Mas allá del informe de la entidad fabril, la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (Afac) advirtió en las últimas semanas que, paradójicamente, a medida que la industria automotriz se recupera, el sector autopartista profundiza un déficit estructural que ya lleva muchos años.

Este déficit es directamente proporcional al aumento de los índices de producción automotriz, expresó recientemente Juan César Cozzuol, presidente de Afac. “Si bien en 2009 se achicó el rojo en más de 1.800 millones de dólares, esto obedeció a algo coyuntural por la crisis global, que redujo todas las operaciones y obligó a la liberación de stocks”, indicó.

En este proceso de deterioro, estiman en Afac, influye decididamente la normativa vigente que facilita la importación de autopartes a las terminales. Para Cozzuol: “Como la Argentina exporta hoy el 70% de su producción, la importación de autopartes a cargo de las terminales automotrices no paga aranceles convencionales, sino que ingresan bajo el régimen de admisión temporaria, con una protección efectiva de entre 3,5% y 4%. De esa manera, las terminales perforan el arancel aduanero (que es entre 13% y 14%) y los fabricantes locales quedamos con una protección efectiva muy baja.”

Entre las principales dificultades que enfrentan los fabricantes de autopartes nacionales, se mencionan cuestiones relacionadas con escalas de producción, bajo porcentaje de integración en la industria local, demoras en la recuperación de derechos de exportación, acumulación de créditos fiscales, impuestos distorsivos y falta de financiamiento. Todo esto, argumentan los autopartistas, sucede en un sector que genera unos 52.800 puestos de trabajo, casi dos veces más que las terminales.

Desde la Afac se está reclamando una reacción pronta de las políticas oficiales para evitar que continúe el deterioro. Entre otras medidas, solicitan definir instrumentos que incrementen el porcentaje de integración local, corregir las asimetrías arancelarias, arbitrar consensos en la cadena de valor, generar capacidades locales de homologación de piezas y establecer acuerdos con las empresas globales.

Todas estas urgencias se sostienen con un dato numérico. Si la producción automotriz de 2010 alcanzase las 700 mil unidades, algo que puede suceder, el déficit comercial del sector autopartista, calculan, rondaría los 7.200 millones de dólares.

canale 11-01-10.pdf

Automotriz

El último informe de la Asociación de Fábricas de Automotores de Argentina (Adefa) indica que en el pasado mes de diciembre, la producción nacional (53.152 unidades) registró una baja de 5,9% respecto de noviembre y una suba de 99% con relación a igual mes del año pasado. Considerando la importancia del sector en el desempeño total de la industria, debe advertirse que si el crecimiento de noviembre (32,1% con respecto a noviembre de 2008) impulsó decididamente el desempeño global, el registro anualizado de diciembre de 2009, que triplica el del mes anterior, será decisivo en las estadísticas que miden el comportamiento manufacturero durante el último mes del año pasado.

 

+ información

Una copia del informe de la UIA en http://blogs.ellitoral.com/empresariosyempresas