Ensor brilla en París

Ensor brilla en París

“La muerte y las máscaras”, obra de James Ensor (1897)

 

EFE

La primera retrospectiva presentada en París desde 1990 sobre el pintor belga James Ensor (1861-1949), la constante reflexión entre ruptura y continuidad que caracteriza a este precursor del expresionismo extraño e inclasificable, puede admirarse actualmente en el Museo de Orsay.

Es todavía el momento de descubrir en París las herencias naturalista y simbolista que marcaron los comienzos de Ensor, al igual que la tradición de máscaras y disfraces, de lo grotesco, de la sátira, y del carnaval, heredadas de su infancia en Ostende, ciudad de la provincia de Flandes Occidental a la que siempre estuvo ligado visceralmente, según subrayan los organizadores.

Frente a esta continuidad, la ruptura, en su obra, es la dramatización del uso del color y de la luz, y la invención de un nuevo lenguaje en el que las palabras se imponen junto a las imágenes, agregaron.

Destacaron, asimismo, el nuevo sistema narrativo instaurado por Ensor, en el que pululan personajes y acciones, para revelar crudamente sus ideas. Apasionado por los efectos de la luz, que percibe en su unidad fundamental, Ensor plasma en su arte visiones místicas como “Auréoles du Christ” y “Sensibilités de la lumière”, presentadas en el Salón de los XX, en 1887, para refugiarse detrás de sus máscaras y esqueletos, herido por la incomprensión de la crítica.

En la obra de este pintor torturado e innovador que nunca cesó de representarse a sí mismo, destaca a menudo la mordaz ironía, el sentido de la irrisión y de la auto-irrisión, el color intenso y la gran expresividad, resaltan en el Museo de Orsay.

Las comisarias de la muestra son Anna Swinbourne, del Museum of Modem Art de Nueva York, y Laurence Madeline, del Museo de Orsay, pues fue preparada por dicho museo neoyorquino y la Reunión de los Museos Nacionales franceses (RMN), que gestiona entre otros el Museo de Orsay.

La muestra cuenta con el apoyo del Gobierno Flamenco y llegó a París procedente de Nueva York, donde fue exhibida desde 28 de junio al 18 de septiembre de 2009.