Si los chicos se hacen pis no quieren ir a jugar a la casa de un amigo o ir a campamentos.

El humor, un vehículo para ablandar temas espinosos

Hay temas sobre los que nos da vergüenza hablar y, sobre todo, si tienen que ver con nuestras propias debilidades o inconvenientes. La incontinencia de orina es uno de ellos y afecta tanto a hombres como a mujeres y niños.

TEXTOS. MARIANA RIVERA.

Carlos no puede ir al cine porque no aguanta estar dos horas sin tener que ir al baño a hacer pis. José rechazó una oportunidad laboral en donde tenía a su cargo la atención al público por el mismo problema. María sufre incontinencia durante las relaciones sexuales y empieza a evitarlas por sus pérdidas de orina. Paula empezó a sentir algunas pérdidas cuando hacía su gimnasia diaria y está pensando en dejarla.

Según las estadísticas, el 20% de las mujeres entre 25 y 55 años sufre esta enfermedad, al igual que el 22% de los hombres mayores de 60 años, y el 9% de los niños entre 5 y 12 años. En los adultos, las situaciones que se viven por esta afección (no es una patología en sí sino un síntoma) son múltiples y afectan directamente la calidad de vida de las personas. Los niños también sienten vergüenza cuando la padecen pero se burlan cuando el problema es de los otros.

Pero de eso no se habla, aunque sí se padece a diario, sin saber que no es algo normal, que tiene tratamiento y que si no se cura seguro se puede mejorar. Con una original historieta y gráficos del dibujante Miguel Rep, el Laboratorio Phoenix lanzó una nueva campaña de concientización sobre la incontinencia urinaria.

En formato de revista de distribución gratuita, la obra de Rep narra historias de personajes que padecen la enfermedad, basadas en experiencias de pacientes reales, que incluyen desde niños hasta personas mayores. La publicación pretende llevar el mensaje a la población de que la imposibilidad de contener la orina se puede tratar y tiene solución.

El lema 2009 de la campaña es “Disfruto de la vida conmigo y con los míos” y se eligió el formato historieta ya que representa un vehículo de difusión versátil para llegar a todas las franjas etarias a las cuales afecta la enfermedad. Ésta es distribuida en los circuitos de postales, bares, centros culturales, farmacias, consultorios y centros de salud de todo el país. Además de la historieta, la campaña se complementa con afiches, presencia en radio, TV y medios gráficos.

SUTILES DIFERENCIAS

La Dra. Liliana Cacciola, médica uroginecóloga de Buenos Aires que tiene a su cargo la difusión de la campaña en todo el país, explicó a Nosotros que “la incontinencia de orina es la pérdida involuntaria de orina, que puede ocurrir a cualquier edad, y no tiene que ver con el volumen, es decir, si se pierde mucho o poco. Hace algunos años, las definiciones tenían que ver con la cantidad de veces por semana que se perdía orina pero ahora, en realidad, la definición es más amplia”.

Asimismo, aclaró que “tiene distinto origen y por eso dividimos a la incontinencia en varios tipos: de esfuerzo (cuando la pérdida se da asociada a un aumento de la presión intraabdominal, es decir, cuando tosemos, estornudamos, reimos o corremos), de urgencia (cuando la pérdida está asociada a una necesidad imperiosa de la vejiga; dan ganas de hacer pis ya y tengo que ir al baño si no se me escapa), la mixta (cuando están los dos componentes anteriores juntos) o por rebosamiento (cuando hay un problema de evacuación de vejiga o del músculo, que es la vejiga, que rebalsa porque el volumen de orina que contiene excede la fuerza que puede hacer la uretra para contenerla y se escapa una gotita de pis). Esta última es una incontinencia más asociada quizás a los varones, por el tema de la próstata, a los posoperatorios o a los problemas neurológicos, en general”.

Por otra parte, la profesional admitió que “no hay mucha consulta por este tema por vergüenza y pudor o porque la gente cree que es normal. Está muy subdiagnosticada la consulta espontánea. Los pacientes tardan años en hacerlo, incluso 15 o 20, hasta que se deciden a ir a contarlo porque, en general, va increscendo y altera la calidad de vida”.

AISLAMIENTO Y DEPRESIÓN

En este sentido, la Dra. Liliana Cacciola planteó que “como la incontinencia de orina tiene que ver con la calidad de vida de la gente (nadie se muere por esta afección), las personas que la padecen se aislan, se deprimen; es terrible en este sentido. Hoy, en general, la medicina le está dando mucha más importancia al tema de la calidad de vida que en otras épocas”.

Por eso -remarcó-, lo importante es transmitir a la población que esto no es normal, que es un síntoma que hay que descubrir parte de qué patología es y encontrar el tratamiento, según la causa. No es una enfermedad en sí misma. Puede tener incontinencia urinaria una persona con Parkinson, con un prolapso o un diabético. Es un síntoma más, como tener fiebre o dolor abdominal. La gente también debe saber que tiene tratamiento (con cirugía o medicación, según el caso) y que puede recuperar su bienestar.

En este punto, la Dra. Cacciola insistió en que “queremos que la campaña sirva para que la gente tome conciencia de que este problema existe, que no es normal, de manera que se anime a consultar. Tiene que saber que tiene solución, que se puede tratar, luego de que le hagan estudios diagnósticos. En general, si no se cura se puede mejorar muchísimo”.

RISAS Y BURLAS

En otro orden, la profesional realizó algunas aclaraciones respecto a las pérdidas de orina en los niños. “Entre los 2 y 3 años, en general, los chicos aprenden la contención de orina, es decir, se le sacan los pañales. Primero se le enseña la continencia durante el día y más tarde, con un proceso neurológico más tardío, aprenden a contener a la noche. Hasta los 5 años, ningún pediatra se asusta porque un chico se haga pis en la cama pero entre los 5 y los 12 años es otro tema”, explicó.

Y agregó: “Para ellos también hay tratamiento (la misma medicación que para los adultos, pero en gotas, ajustando la dosis al nivel pediátrico, de acuerdo al peso del niño) pero hay que descartar cualquier causa física. Además, en el 90% de los casos se trata de una cuestión psicológica, motivo por el cual hay que ver el entorno familiar y tratar eso”.

En tanto, refirió que “para los chicos, la incontinencia urinaria también es un problema porque no quieren ir a jugar a la casa de un amigo, no quieren quedarse a dormir en la casa de ningún primo ni abuelo porque se hacen pis, o no quieren ir a campamentos. Los chicos son crueles y se ríen si algún chico se hace pis encima. Los adultos, en general, no hablamos del tema pero los chicos no se aguantan y se ríen, y es un drama para ellos”.

CONSULTAR Y CONTENER

Por último, la profesional mencionó que “a todas las edades, la incontinencia urinaria tiene que ver con la vergüenza que significa hacerse pis. En general, está asociado con un signo de decadencia, de edad, pero no es algo que tiene que ocurrir con la edad. El olor a pis, en los casos más graves, pasa directamente por la vergüenza. La familia que rodea a una persona con incontinencia debe ayudarla, no empezar a decir que tiene olor a pis o que se hace pis, o directamente ponerle un pañal. La solución no pasa por esto último sino por consultar y tratar de llegar al diagnóstico y ofrecerle un tratamiento. El pañal es la última de las soluciones”.

Sin embargo, admitió que “la cuestión pasa también porque no todos los ginecólogos conocen del tema, motivo por el cual no preguntan a sus pacientes porque no lo saben resolver o lo hacen a medias. En los últimos años se conoce mucho más de la continencia de orina y aparecieron muchos medicamentos nuevos (con menos efectos adversos) y respuestas quirúrgicas que dan una solución, con mejor post operatorio”.

Y agregó: “En el caso de los hombres, en quienes la incontinencia más frecuente es la de urgencia, ya que tiene que ver con la próstata, deberían consultar al urólogo, que es el ginecólogo de los hombres. El urólogo también controla la incontinencia femenina pero los ginecólogos pensamos que esta patología la manejamos mejor desde nuestra área, al conocer la fisiología del piso pelviano femenino”.

El humorista gráfico Miguel Rep aportó su talento en beneficio de la mejor calidad de vida de quienes padecen incontinencia urinaria.

OTRA MANERA DE VER LAS COSAS

Miguel Rep, uno de los dibujantes y humoristas de la gráfica más importante de nuestro país, tuvo a su cargo la ilustración de la campaña nacional de incontinencia urinaria.

No sin antes informarse sobre el tema y escuchar testimonios de personas que padecieran esta enfermedad -“he aprendido para esta ocasión y luego ilustré; no concibo otra manera para hacer los guiones que previamente comprender el tema”, admitió a Nosotros-, creó divertidos personajes para llevar un mensaje positivo sobre esta problemática.

El dibujante dijo haberse sorprendido por el hecho de que “a todos nos puede pasar” esta enfermedad y aseguró que a través de sus dibujos pretendió destacar “las situaciones embarazosas que viven (quienes la padecen) y las soluciones” que se ofrecen para que tengan una mejor calidad de vida.

Por otra parte, reconoció que no era la primera vez que participaba con sus trabajos en este tipo de campaña de concientización sobre cuestiones referidas a la salud, ya que “había trabajado en campañas de lactancia, de prevención del sida, de educación sexual y en Unicef, por el derecho de los niños y niñas a la salud. También en prevención de los accidentes cerebrovasculares, entre los que recuerdo”.

Por último, agregó que tiene la esperanza de que sirvan las ilustraciones para motivar a la gente a tener en cuenta este tema para hacer una consulta oportuna al médico. Y agregó: “El humor es un gran vehículo para ablandar los temas espinosos. Uno genera una complicidad con los que padecen, que redunda en un acercamiento, un tuteo, una comprensión, una naturalización del tema que está más arriba, instalado en un pedestal, como cualquier dolor”.