Un gol made in Mohamed en el 2 a 1

Salidera bancaria

El as de espadas fue Bertoglio, pero en el banco el Turco tenía otra carta ganadora: la velocidad de Lucero. Jugada perfecta de laboratorio y nocaut a Racing.

Darío Pignata

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Es “bicho” este Turco Mohamed para sentirse y sentarse cómodo en la silla eléctrica de los técnicos en la Argentina. No por algo recibe elogios de casi todos sus colegas. Y si bien él dice que no piensa dirigir demasiado tiempo, es evidente que lo que más le juega a favor es el almanaque.

Para Colón, un personaje popular en crecimiento. Cuando va caminando desde la manga a los bancos, los aplausos suenan cada vez más fuerte de parte del pueblo sabalero. Hoy, en Colón, Mohamed es Gardel. Vive el partido como si todavía usara esas calzas flúo o la colita en el pelo. Como lo que siempre fue: un transgresor. Por eso es capaz de pararse -cuando a los 25 se detuvo el partido para tomar agua- de frente a Beligoy y decirle “cobrame una” de una manera elegante. O hablarle al oído a Walter Velaz, experimentado árbitro asistente, cuando sanciona lateral una pelota de Ricky Gómez que pareció no salir de la línea de cal del costado.

El mismo Mohamed que lo llama a Bertoglio y le ordena un “andá por las puntas, que por el medio hay mucha gente”. Y así, por una de las puntas, la derecha, el chico de oro arma un jugadón que el oficio de “Bichi” transforma en gol.

Gol de Mohamed

Era evidente que Ricky Gómez no encontraba el partido. Casi un calco de lo que pasó con la Católica en el primer tiempo. En algún momento, pareció anunciarse el ingreso de Facundo Sánchez, no sólo por el bajo nivel del tucumano ex Jujuy, sino por alguna molestia de otro de los volantes.

Pero el 1 a 1 de Fuertes cambió los planes. Entonces, a pesar de estar empatando con el gran candidato, Mohamed lo quiso ganar. Y Colón volvió de los vestuarios con Lucero por Gómez. Lo que es lo mismo decir “delantero por volante”. Más hambre de triunfos que ese cambio del entretiempo, imposible.

Es la carta tapada de Mohamed, esa que no pudo poner en la mesa por lesión en el 2009. Ahora, recuperación y pretemporada mediante, tiene un recambio de lujo. “Un refuerzo más”, como el mismo Turco define.

Es jugadón de Bertoglio, después de la avivada de Candia con el lateral y el ingreso furioso de Lucero. Es gol de Mohamed, porque por algo puso a Lucero. Y es otra vez gol de Mohamed, porque la jugada es recontra preparada. Algunos dirán “es algo simple, un lateral”. Es cierto, pero hay que prepararla y tiene que salir. Porque los goles en las prácticas no dan puntos.

Hoy Colón no tiene punto medio en el bloque de ataque. Tiene dos tanques (Fuertes-Nieto) y dos trenes de alta velocidad (Bertoglio-Lucero). A los dos estilos les saca jugo, casi hasta exprimirlos. Porque Fuertes se levanta y le cambia el cabezazo a De Olivera: sólo teniendo un “9” de área esa jugada termina en gol. Y porque Lucero entra a la carrera para empujarla, casi sin que nadie lo vea: sólo teniendo esta reinvención del viejo puesto de puntero esa jugada termina en gol.

A la salida, lo arrebató

Colón le pegó a Racing donde más duele: casi en el final de un tiempo y en el arranque del otro. Lo terminó arrebatando desde el banco, con el cambio del entretiempo. Una salidera bancaria que patentó Mohamed: pone el combo de Lucero, más la velocidad por la raya cuando los rivales ya se desgastaron un tiempo. Igual que con la Católica, le salió redondito anoche. Y si no salió redondito contra los chilenos fue por culpa de ese maldito 2-3 de “Jota” Morales en el arco de J. J. Paso.

Sólo el Turco sabe qué equipo pondrá en Chile, qué esquema y con cuál de las estrategias. Pero no es un mal plan de ruta esperar, aguantar la furia inicial previsible de la Católica y ensayar con Lucero otra salidera bancaria como la de anoche en el Cementerio. La víctima de turno fue Racing. Si no se avivan, del otro lado de la Cordillera también vale.

Salidera bancaria

La fórmula del éxito en Colón: Facundo Bertoglio recibe el reconocimiento de Juan Manuel Lucero después del 2-1. El “18” jugó en gran nivel y el “14” emborrachó con sus desbordes.

Foto: Mauricio Garín

Lo silbaron al “Taca” Bieler

Tres jugadores titulares de Racing pasaron antes por las filas sabaleras: el arquero De Olivera, el volante Juan Carlos Falcón (casi ni festejó el gol) y el delantero Claudio Bieler. Antes del partido, Falcón se acercó a saludar a Mohamed y a ex compañeros. En el caso de Bieler, más allá de que el Turco lo saludó afectuosamente, lo fue a buscar al Dr. Eduardo “Lalo” Vega para darle un abrazo.

Se sabía que el partido iba a ser apretado, con características de final. Y en el caso de Bieler, formado en las divisiones inferiores sabaleras, le tocó chocar con los centrales de Colón y jugar con Garcé-Goux un partido “aparte”.

En uno de esos roces, hubo un pedido desmedido del “Taca” hacia el árbitro Beligoy para que cobrara foul, algo que no le gustó a la gente de Colón en cuanto a las señas. De allí en más, cada pelota que tocaba Claudio Bieler arrancaba silbidos de las tribunas sabaleras.

Así, después del contundente éxito logrado en la Liga de Quito y de los muchos goles en el fútbol de Ecuador, anoche una parte del público de Colón le dio la espalda. Directamente lo silbó cuando le tocaba entrar en juego.

BAJO LA LUPA

POZO (4): es la primera vez que comete un error grosero, fallando en el cálculo del tiempo y la distancia. El silencio respetuoso fue el mejor premio. Después, tapó dos pelotas bravas.

CANDIA (6): tras el partido con Católica, se escribió en estas líneas que iba a necesitar tiempo y partidos. Se acomodó muy bien y empezó a dar seguridades.

GARCÉ (7): ¿cuántas pelotas ganó en el fondo como consecuencia del instinto para anticipar como último hombre? Impasable y ejerciendo la voz de mando.

GOUX (6): buen partido en líneas generales. No perdió nunca y eso que Lugüercio-Hauche son dos de los delanteros más rápidos que hay en Primera.

NICO TORRES (7): jugó muy bien con Vélez, repitió anoche y creo que “se pone solo entre los once” si es que el “Turco” quiere armar línea de cuatro para esperar a la Católica. Gran nivel.

IVÁN MORENO (6): le falta agrandarse con un pase-gol o un gol. Por momentos, le falta precisión, pero es insoportable lo que corre.

CAPURRO (7): de menor a mayor, haciéndole sentir en el complemento a los volantes de rivales que es el dueño de ese sector. Cuando todos estaban cansados, él corrió el doble.

RICKY GÓMEZ (4): una pena. Otra vez fue flojito y otra vez debió quedarse en las duchas. Era titular indiscutido pero bajó muchísimo el nivel. Menos mal que Colón tiene plantel.

BERTOGLIO (8): ¿qué se puede decir de un jugador que en total completó una hora de juego y clavó dos asistencias que terminaron en sendos goles para ganar el partido? Pidió siempre la pelota, por momentos jugó solo y nunca se escondió. Otra materia aprobada para recibirse de conductor.

NIETO (5): puso las ganas y el despliegue de siempre. Pero lo marcaron muy bien y le faltó un poco de movilidad. Se quedó sin nafta rápido y salió antes que “Bichi”.

FUERTES (7): termina corriendo hasta el último pelotazo, como si tuviera el aire de un pibe. Llegó a los 111 goles con la camiseta de Colón. Un montón, casi como inmortalizando un récord imbatible. Lo tiene de hijo a Racing: séptimo grito.

LUCERO (7): entró un tiempo, hizo su primer gol, desbordó cuantas veces quiso y pudo marcar otro. Empieza a marcar diferencias con su velocidad. Un recambio de lujo.

COUDET (6): le da aplomo, experiencia y esa viveza de potrero al equipo. Se para y ordena. Sabe cómo hacer tiempo sin hacerse amonestar. Mohamed lo va llevando de a poco.

PELLERANO (-): entró el último cuarto de hora en lugar de Bertoglio. Esta vez, cumplió.