Denuncian el uso de una picana

Empresario esperancino detenido

Está acusado de privar de la libertad a un ex empleado que le reclamaba una deuda. El año pasado quedó involucrado en un hecho similar.

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De la Redacción de El Litoral

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Un empresario de la ciudad de Esperanza quedó arrestado ayer por la tarde, junto a dos conocidos suyos, cuando se presentaron en la Comisaría 1ra. acompañados por su abogado. El martes un ex empleado denunció a los tres de haberlo encerrado en un departamento y luego golpearlo y picanearlo para que firmara unos papeles.

“Estamos investigando a un empresario por la comisión de un ilícito que habría ocurrido el martes a la tardecita, con un ex empleado de él”, confirmaron desde la jefatura de la Unidad Regional XI, del departamento Las Colonias. “Ayer se presentó junto a dos masculinos más, y un abogado y se evacuó consulta con el juez de Instrucción Quinta, Darío Sánchez, quien ordenó el arresto preventivo de los tres acusados”.

Esta mañana, el jefe de comisaría 1ra. de Esperanza recibió la orden de mantener al trío tras las rejas hasta tanto no venzan los plazos procesales.

Por una deuda

El acusado es un empresario de 30 años, dedicado a la fabricación de bolsas de polietileno, de dudosa reputación en el ambiente esperancino. De hecho, no es la primera vez que se ve involucrado en un caso semejante. El año pasado, un muchacho de 25 años lo acusó de haberlo secuestrado y golpeado brutalmente en un campo cercano a la zona urbana.

Pero la denuncia por la que ahora quedó detenido la radicó un albañil de 40 años que llevaba dos años trabajando para él. Tiempo atrás fue despedido, pero quedó una deuda que el trabajador pretendía cobrar.

El ex empleado reclamó varias veces el pago adeudado al empresario y como éste no le respondía inició un juicio laboral.

El lunes el albañil, que vive en el sur de la ciudad, detrás de la cancha del Club Mitre, recibió una llamada telefónica para “hacer un trabajito”, indicó una fuente del caso. La voz anónima le dio una dirección y un horario para que pasara.

Ese día el obrero no hizo tiempo y no acudió a la entrevista. Sin embargo, el martes, la voz anónima insistió con el pedido.

La emboscada

Fue en horas de la tarde que casualmente pasó por el lugar, acompañado de su mujer y su hija. Se bajó de la moto y tocó a la puerta que le habían indicado.

Pero al entrar a la vivienda se dio cuenta que se trataba de una trampa y que su futuro empleador no era más que quien le estaba debiendo una suma de dinero que él reclamaba.

Los tres hombres que lo estaban esperando le cerraron el paso y comenzaron a golpearlo, ocasionándoles varias lesiones, según constató el médico policial.

Como si fuera poco, la víctima diría más tarde que sus captores utilizaron una picana eléctrica de puño, para obligarlo a firmar unos documentos que lo desligaban laboralmente del empresario.

En medio de la conmoción el hombre comenzó a gritar de tal forma, que lo escuchó su mujer que aguardaba afuera. La señora pidió ayuda a los vecinos, y a patadas intentó abrir la puerta de la casa. Minutos después el hombre salió de su encierro y cuando llegó la policía los tres agresores habían desaparecido.

Alma de matón

El año pasado, bajo el título: “Empresario esperancino acusado de un secuestro”, El Litoral daba cuenta de una denuncia penal por el secuestro y las lesiones ocasionadas a Jorge Toani, un empleado de un lavadero de autos de Esperanza. El acusado es el mismo empresario del rubro plástico que ahora está detenido.

Toani llegó a El Litoral acompañado de su abogado Jorge Nemirovsky, quien cuestionó que solicitaron la detención en Tribunales, pero no habían tenido una respuesta favorable.

“Te puedo matar a vos y a toda tu familia”, le habrían dicho al denunciante, mientras le daban una inolvidable paliza el 6 de octubre pasado, porque Toani, de 25 años, había mantenido un romance con su ex mujer.

El hecho también fue denunciado en la Comisaría 1ra. de Esperanza y tomó intervención el Juzgado de Instrucción Segunda, donde actualmente se desempeña el juez Nicolás Falkenberg.