Por el petróleo en las Malvinas

Cruce con Gran Bretaña

El gobierno británico apoya la exploración que Argentina rechaza advirtiendo sobre su ilegalidad y futuras consecuencias jurídicas.

De la redacción de El Litoral

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El gobierno nacional acusó a Gran Bretaña de apelar “al fantasma militar” argentino sobre las Malvinas y volvió a advertir a Londres sobre “la ilegalidad y las futuras consecuencias jurídicas” que provocará la exploración en las islas, autorizada unilateralmente en un territorio en disputa. El comité nacional de la UCR se expidió en igual sentido

El incidente comenzó a principios de esta semana cuando se comunicó que la compañía Desire Petroleum empezaría la exploración de petróleo y gas en las Islas Malvinas con la plataforma semi sumergible Ocear Guardian que en breve, desde Escocia, llegará al Atlántico Sur. El gobierno inglés de las Islas entregó licencia para la exploración también a otras compañías como Rockhopper Petroleum y BHP Billiton, en razón de la importancia de la reserva petrolera que se encuentra en Malvinas.

El Reino Unido rechazó la protesta argentina por el inicio de actividades al norte de las Malvinas, informó la prensa inglesa, que reportó el estado de “alerta” de la diplomacia británica por las eventuales acciones que adopte Buenos Aires para interferir los trabajos de exploración.

“El 10 de Downing Street (residencia del primer ministro británico, Gordon Brown) rechazó ceder ante la protesta argentina por los planes de comenzar trabajos de exploración petrolera y gasífera”, consignó hoy el diario londinense Financial Times (FT). Según el tradicional periódico inglés, Brown “está decidido” a que los trabajos de exploración se lleven a cabo, pero, a la vez, “está ansioso” por asegurarse que la disputa bilateral “no escale al nivel de una confrontación militar”

“No hay crisis”

Sin embargo, voceros de la embajada británica en Buenos Aires dejaron en claro que “no hay crisis” con el país, ya que “tenemos una buena relación con la Argentina, con una gran cantidad de temas bilaterales”. Señalaron que la polémica por la búsqueda de petróleo “se está manejando a través de los canales diplomáticos normales y estamos siendo totalmente transparentes con la Argentina”.

El martes, el canciller Jorge Taiana entregó a la embajada británica en Buenos Aires una nota con la enérgica protesta de Argentina por el inicio de actividades de perforación petrolera al norte de las Islas Malvinas.

Tras conocerse el rechazo de Londres a través de la prensa inglesa, fuentes de la Cancillería argentina informaron que no es casual que las empresas petroleras involucradas sean británicas, es decir, las únicas que pueden llegar a creer al Reino Unido la quimera que vende sobre la supuesta legalidad de las operaciones comerciales en las Malvinas.

“Apelando al fantasma militar, lo que el Reino Unido hace es dejar más en evidencia la verdadera realidad: la disputa de soberanía existe, es un hecho de la realidad, como lo es la ocupación ilegítima de parte del territorio nacional argentino. Negarlo es negar la realidad. Queda claro que no puede existir seguridad jurídica en entorno geopolítico con una disputa de soberanía internacionalmente reconocida y pendiente de solución, lo cual es abiertamente desafiado por el Reino Unido con este accionar ilegal y unilateral”, indicó la fuente.

Asimismo, desde el Palacio San Martín se dijo que “Argentina advierte nuevamente al Reino Unido sobre la ilegalidad y consecuencias de éste nuevo acto unilateral, así como a todos los actores privados involucrados, que serán pasibles de futuras demandas judiciales en los máximos tribunales por la potencial exploración y explotación de recursos argentinos”.

Alertas

La nota del FT planteó la hipótesis de un eventual conflicto, si no armado, al menos civil, en caso de que Buenos Aires decidiera interferir los trabajos de perforación al norte de las islas, ocupadas por el Reino Unido desde 1833. “Diplomáticos británicos señalan que hay pocas expectativas de una acción militar directa de Argentina, que reclama la soberanía de las islas. Sin embargo, están alertas ante una posible acción alternativa: que Argentina intente interrumpir el paso de la plataforma (contratada por la compañía Desire Petroleum) usando navíos civiles”, agregó el FT.

El artículo escrito por tres periodistas, dos desde Londres y uno en Buenos Aires, comparó el complicado frente interno que afronta el primer ministro Brown con el que tenía, en 1982, Margaret Thatcher. Hace casi 28 años, la entonces primera ministra británica “transformó su fortuna política tras el envío de una fuerza militar para recuperar las islas. Ahora, algunos bromean en Westminster (Parlamento) al considerar que otra crisis en el Atlántico Sur podría ayudar a Brown”, consignó el diario.

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La plataforma Ocean Guardian llegará por mar en fecha próxima a las islas

Foto: Archivo/El Litoral

Rechazo radical

El comité nacional de la UCR expresó su rechazo a la inminente reanudación de la exploración petrolera en las Islas Malvinas y lo califica como “un acto unilateral del gobierno del Reino Unido que ilegítima e ilegalmente autoriza operaciones de exploración en superficie cuya soberanía corresponde a la República Argentina”.

El radicalismo señala que los anuncios de las autoridades británicas y empresas petroleras respecto de la reanudación de las actividades de exploración, se vieron coronados por el mensaje de fin de año del primer ministro británico, Gordon Brown, a los habitantes de las Islas Malvinas donde textualmente expresa: “A principios del 2010 se verá la llegada a aguas de las Falklands de una plataforma petrolífera para continuar con la exploración de hidrocarburos. El gobierno británico continuará respaldando el desarrollo de vuestro sector de hidrocarburos”.

La UCR pone de relieve que la iniciativa constituye una nueva violación a las disposiciones de la ONU que desde su resolución 2065/65 reconoce el carácter colonial del conflicto y posteriormente, por medio de la resolución 31/49, insta a las dos partes a que se abstengan de tomar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales. Asimismo, vuelve a ratificar los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos correspondientes.