Dos golpes duros que duelen...

¿Hasta cuánto preocupan las derrotas seguidas de Unión?

Además de la autocrítica, se necesita que los jugadores levanten el nivel y que el técnico encuentre variantes, que no necesariamente pasan por hombres y esquema.

¿Hasta cuánto preocupan las derrotas seguidas de Unión?

A los gritos, el Turco Alí reclama mayor gravitación a sus jugadores. Éste es uno de los temas: el bajo nivel de algunas individualidades. Lo otro es responsabilidad del entrenador.

Foto: El Litoral

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a San Miguel de Tucumán)

Varias veces se escribió que el Turco Alí -con Pumpido a la cabeza como mánager- llegó a Unión en un momento complicado en lo institucional, económico y deportivo, para ponerle el pecho al club y asumir responsabilidades.

Varias veces se escribió que Pumpido asumió ese compromiso porque es Unión; si en lugar de Unión hubiese sido cualquier otra institución, la respuesta del ex arquero habría sido la de un no rotundo. A Unión le dijo que sí.

Varias veces también se escribió que la llegada de Pumpido y Alí generaban una expectativa en la gente que debía dimensionarse en la justa medida. Han sido grandes figuras cuando jugaban, se ganaron el corazón del hincha, anduvieron bien cuando les tocó dirigir al equipo y, luego, en su carrera como entrenadores, llegaron a ganar la Copa Libertadores de América con Olimpia y a hacerle un gran partido al Real Madrid en aquella final intercontinental en Tokio. Pero son técnicos y humanos, no son “magos” y debieron adaptarse a una realidad difícil para formar un equipo que contemple y responda, medianamente, a esa extralimitada expectativa de la gente.

Varias veces también se escribió que Alí, en su rol de entrenador, había sorprendido a propios y extraños. El Turco ocupó siempre un rol secundario al lado de un tipo de fuerte personalidad como Nery. Son amigos, además de trabajar juntos, y por eso Alí sabe perfectamente al lado de quién estuvo durante el largo tiempo que compartieron cuerpo técnico. Pero, ahora que Nery le soltó la mano para que el Turco comience a hacer sus primeros pasos como entrenador, demostró -Alí- que está a la altura de las circunstancias y supo armar un equipo sólido, que se hizo confiable y eficaz en un largo pasaje de este torneo. La primera materia de la carrera estuvo ampliamente aprobada, casi con un “excelente”.

¿Hasta cuánto preocupan las derrotas seguidas de Unión?

Matías Donnet, el capitán y referente tatengue. Para Alí, el “conductor” de su equipo. Es una pieza clave.

Foto: Mauricio Garín

La materia “filtro”

Así como todas las carreras tienen esas materias que complican la existencia de los estudiantes y que se convierten en el filtro donde algunos se quedan y otros -los que las aprueban- inician decididamente el camino final hacia la obtención del preciado diploma, daría la impresión de que el fútbol lo está poniendo al Turco Alí ante ese dilema.

* ¿Qué es lo que tiene el técnico a favor? El tiempo (faltan 16 fechas), el pasado reciente (iba segundo hace dos fechas y se acercaba al puntero) y el pasado lejano, cuando el equipo daba muestras de firmeza en el arranque de la temporada, llegando a estar bien al tope de la tabla.

* ¿Qué es lo que tiene el técnico en contra? El flojo momento deportivo de su equipo. Porque ésa es la realidad: Unión se cayó, se desplomó individual y colectivamente, y ya no es el plantel al cual había que “matarlo” para ganarle (recordar de qué forma le infligió Belgrano aquella derrota en Córdoba, cuando Unión terminó con 8 jugadores y perdiendo por 3 a 2 con una escandalosa actuación del árbitro).

Éste es el momento en el que Unión tiene que provocar ese “click” del que tanto habló Roldán antes del partido del jueves en Tucumán. Se perdió jugando mal ante Tiro Federal y con todo a favor (el rival con uno menos, un penal a favor y 15.000 personas alentando bajo la lluvia), y se perdió también jugando mal ante San Martín, creando apenas una sola situación de peligro frente al arco tucumano.

Este Unión, el de los últimos dos cotejos, nada tiene que ver con aquel Unión que no brillaba pero que ganaba o empataba. Sólo tenía una materia pendiente, que era la de ganar de visitante (apenas lo hizo en las dos primeras fechas), pero la brillante actuación como local disimulaba este defecto. Hoy, a la pobre cosecha de puntos afuera se le suma algo más importante todavía: la pobre producción futbolística. Y está claro que, cuando un equipo cae en su nivel futbolístico, cuesta mucho más el logro de resultados.

Un equipo previsible

El principal problema de Unión y hacia dónde deberá apuntar el técnico es su previsibilidad. No hablo exclusivamente del esquema, porque al Turco le gusta jugar con el 4-4-2 y ha preparado el plantel para eso; hablo de las variantes y de los rendimientos individuales que no consiguen superar la fuerza del oponente.

Roldán, por ejemplo, supo cómo jugarle a Unión: le tapó a los volantes laterales y se acabó el equipo. Con Torres perdiendo en el mano a mano con Oreja y con Donnet complicado para superar a Montero, sumado a que el equipo inclinó demasiado la cancha hacia la izquierda, el conjunto rojiblanco no tuvo variantes futbolísticas.

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Claudio Guerra, con su ausencia, descubre un déficit importante del equipo. No va en detrimento de Pratto, pero, cuando Guerra no juega, Unión lo siente.

Foto: Pablo Aguirre


Hoy juegan Olimpo e Instituto

Olimpo de Bahía Blanca, uno de los dos escoltas, visitará a Belgrano de Córdoba, que atraviesa una racha favorable, mientras que Instituto, el otro segundo, se medirá en el sur ante la CAI, en los cruces salientes que propone hoy la continuidad de la 22da. fecha de la B Nacional.

Olimpo jugará en Córdoba desde las 20, con el arbitraje de Pablo Díaz, mientras que en Comodoro el encuentro comenzaba a las 17 y José Capraro será el referí.

Además, se jugarán otros cuatro partidos, mientras que mañana concluirá la fecha con los cruces Deportivo Merlo-Atlético de Rafaela y Boca Unidos-San Martín de San Juan, este último líder del campeonato.

Los demás partidos del hoy serán los siguientes: a las 17, Ferro Carril Oeste recibirá a Sportivo Italiano (el lunes se presenta Toresani como entrenador con el profesor Gustavo Recalde como preparador físico) y Platense será local frente a All Boys, mientras que desde las 19 y con televisación de TyC Sports, Aldosivi de Mar del Plata jugará ante Quilmes y a las 20 Tiro Federal enfrentará en Rosario a Gimnasia y Esgrima de Jujuy.

Hoy, con este rendimiento de Saucedo que no es el mismo del arranque del torneo, las posibilidades de progreso son escasas. Unión no tiene sorpresa por parte de los laterales. Cardozo no aporta mucho en función ofensiva, mientras que Yacob -titular ante los tucumanos- es un jugador “90 por ciento marca y 10 por ciento posibilidad de salida”. Entonces, con Saucedo en bajante, sin apariciones por sorpresa de los marcadores de punta y con los volantes laterales tapados y sin la suficiente movilidad, las chances futbolísticas son pocas. El jueves, lo único que aportó Unión en materia ofensiva fueron las corridas de un Cólzera que se cansó de encarar a los rivales, pero teniendo que dejar uno, dos y hasta tres en el camino sin muchas chances de descarga. Así, por más desequilibrante que sea Cólzera, no se puede atacar.

Las opciones de Alí

El Turco tiene el derecho de seguir jugando con el 4-4-2 que lo llevó a los primeros lugares, o de cambiar. Se puede ser diferente sin la necesidad de mover el esquema, más allá de que muchos piensen que en este equipo tiene que participar Paulo Rosales (jugador de indudable jerarquía) y otros se pregunten por ese pibe que apareció con algunas luces: Ricardo Acosta.

Para mover el esquema, el Turco tiene que pensar en cambios sustanciales. Si pone un enganche, las opciones son las de sacar a uno del fondo y pasar a marcar con tres (algo que casi nunca hizo) o de sacar a uno de los dos 5, algo que tampoco hizo. Sería bueno que el técnico intente más variantes futbolísticas para desarmar el sistema defensivo del rival y, algo que es más importante aún, que empiecen a levantar las individualidades para que Saucedo vuelva a ser el de las primeras fechas y para que el Coqui Torres y Matías Donnet sepan desbordar en el mano a mano a los marcadores que los técnicos rivales le colocan enfrente, o que se preocupen por meter diagonales y escaparles.

¿Es difícil el momento de Unión? Sí, porque los equipos que quieren ser protagonistas y apuntan a objetivos altos no pierden dos partidos seguidos, generalmente, y menos frente a rivales de menor envergadura. Pero más preocupa que el equipo no mejore su rendimiento ni tampoco encuentre esa eficacia -recordar muchos puntos que se ganaron casi sin merecerlo- de la primera parte de la temporada.

 

Ganó Defensa.

Defensa y Justicia remontó un resultado que le era adverso y le ganó anoche por 4 a 3 a Independiente Rivadavia, en un partido correspondiente a la 22da. fecha del torneo de la Primera B Nacional. Los goles del ganador fueron convertidos por Cristian Canhué en dos oportunidades, Leandro Manquez y Patricio Pérez, mientras que para el local anotaron Diego García (2) y Gabriel Solís. En Defensa y Justicia fue expulsado Lucas Bustos. Los mendocinos son los próximos rivales de Unión, el viernes que viene a las 21.10 en la avenida.

Nos vamos con las manos vacías y no deja de sorprenderme el resultado porque lo teníamos controlado. El primer tiempo tendría que haber terminado con un resultado más abultado, pero tuvimos distracciones que nos costaron caro. La bronca es porque dejamos de ser un equipo agresivo. Uno puede tener un mal partido, pero no se puede dejar de ser agresivo a la hora de jugar. No voy a permitir que esto vuelva a pasarnos. Si tengo que tomar decisiones drásticas, voy a hacerlo”

Claudio Ubeda

Entrenador de Independiente Rivadavia