La más vasta operación desde 2001

Fuerte ataque a base clave de talibanes en Afganistán

Participan miles de infantes de marina de Estados Unidos y tropas locales. El objetivo militar es un enclave terrorista, que incluye laboratorios para el procesamiento de distintas drogas y una fábrica de explosivos.

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Efectivos del ejército británico, que participan de la Operación Moshtarak, toman posiciones en inmediaciones del enclave talibán de Helmand, en el sur afgano, objetivo del ataque principal de las tropas aliadas.

Foto: Agencia EFE

 

Agencia EFE

Miles de infantes de Marina de EE.UU. y tropas afganas lanzaron hoy un ataque sobre un enclave talibán en el sur de Afganistán en lo que constituye la mayor ofensiva militar en ese país desde 2001.

Fuentes oficiales citadas por el diario The Washington Post indicaron que la incursión fue autorizada por el presidente Hamid Karza luego de entrevistarse ayer con el embajador de EE.UU., Karl Eikenberry, y el general Stanley McChrystal, comandante de las fuerzas de la OTAN en Afganistán.

La ofensiva comenzó en la madrugada afgana de hoy, cuando la primera ola de marines y soldados afganos desembarcaron de más de 30 helicópteros CH-53 de transporte en las cercanías de la comunidad agrícola de Marja.

En total, participan 3.500 marines acompañados por unos 1.500 uniformados afganos de infantería con el apoyo de otros miles de tropas de bases cercanas, dijo el diario.

En los primeros minutos de la operación, las tropas establecieron posiciones defensivas mientras cazas a reacción AV-8B Harrier y helicópteros sobrevolaban la zona en la oscuridad de la noche.

Noventa minutos después una segunda ola de tropas ocupó posiciones estratégicas sin haber encontrado resistencia, según informaron medios en Washington. En la operación también participan tanques y camiones blindados para la detección de minas.

Según el diario The Washington Post, los marines que participan en la operación en Marja corresponden a las nuevas unidades que llegaron a Afganistán después de que el presidente Barack Obama decidiera aumentar el contingente militar en 30.000 unidades para combatir a los talibanes.

Añadió que el objetivo de la ofensiva es privar a los militares de un baluarte en la provincia de Helman donde, según la inteligencia militar, existen centros de manufactura de artefactos explosivos y laboratorios para el procesamiento de drogas.

La publicación indicó que aunque se han realizado otras campañas conjuntas contra los talibanes durante el conflicto esta misión es diferente porque implica una mayor cooperación del Ejército afgano.

Añadió que en esta ocasión cada compañía de infantes de Marina participa con una unidad similar afgana y que en el centro de mando las actividades son controladas por un comandante estadounidense y un general afgano. Además hay también unidades de Gran Bretaña, Dinamarca, Estonia y Canadá.


Sorpresa

El nuevo comandante de las fuerzas de coalición en el sur de Afganistán, el general británico Nick Carter, afirmó hoy que la ofensiva iniciada esta madrugada por las fuerzas aliadas ha tomado por sorpresa a las fuerzas talibanes.

“Hasta ahora (la operación) ha sido extremadamente exitosa. Por el momento no ha habido bajas en combate con las fuerzas aliadas”, dijo Carter en declaraciones a la BBC. “Parece que les hemos pillado desprevenidos. Parece que están completamente descolocados”, añadió el general. En varios comunicados, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (Isaf), bajo mando de la Otan, informó de que en el asalto participan unos 5.000 efectivos estadounidenses -la mayoría marines y un gran contingente del Ejército británico.

Unos 2.000 militares afganos y soldados de Dinamarca, Estonia y Canadá también integran la bautizada como Operación Moshtarak (“Juntos”, en dari), dirigida a desalojar a los talibanes de Marjah, una de sus plazas fuertes en la extensa provincia sureña de Helmand.

Helmand es el lugar de despliegue de las fuerzas británicas, que ya han sufrido en Afganistán un número mayor de muertos (257) que en la guerra de las Malvinas en 1982.

El ministro británico de Defensa, Bob Ainsworth, advirtió de que en esta operación es previsible que se produzcan nuevas bajas.

Una portavoz del Ministerio de Defensa informó que 1.200 militares británicos participan en la operación, uno de los cuales falleció el jueves, horas antes del inicio de la ofensiva, al explotar una artefacto junto a una carretera.