Habrían intentado secuestrarlo

Grave denuncia de un empresario

La casa de Alejandro Shafer fue asaltada por tres delincuentes que no se llevaron nada de valor y se fueron decepcionados porque él llegó más tarde que de costumbre.

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El dueño de “Don Alejandro” dijo que abrumado por las acciones delictivas responsabiliza a las autoridades por lo que pueda pasar en su empresa o a su grupo de familia. Foto: Flavio Raina

 

 

José Luis Pagés

Alejandro Shafer, dueño del Frigorífico Don Alejandro, denunció en sede policial, en Fiscalía y ahora también públicamente a través de este diario, que tres delincuentes armados asaltaron su casa de calle Defensa al 6500 con la intención de secuestrarlo.

En el marco de la acción desplegada por la banda tres hombres sorprendieron a tres operarios que trabajaban en su casa, dos electricistas y un pintor, que fueron reducidos y -bajo amenazas de muerte-, encerrados bajo llave en uno de los baños.

Luego -refirió Shafer-, uno del trío se dirigió a su esposa llamándola por su nombre y le exigió que bajara a sus dos sus hijos de la planta. Conocedores de la movimientos de la familia los asaltantes apuntaron con sus armas a los chicos, de corta edad uno de ellos, y se sentaron a esperar su regreso.

“Me demoré más que de costumbre por cuestiones que hacen a mi trabajo y eso los intranquilizó, y les hizo perder el control de la situación y cuando vieron que mi hija adolescente tenía un celular en sus manos creyeron que había llamado a la policía y decidieron retirarse sin llevarse nada, ni dinero, ni objetos de valor”.

“Evidentemente me esperaban a mí con intención de secuestrarme y esto, posiblemente, porque en enero fracasaron dos robos en Don Alejandro adonde entraron después de boquetear el techo. En la primera oportunidad llegaron hasta la administración y se llevaron dinero y en un segundo intento entraron a mi despacho donde no encontraron nada más que papeles de comercio|”.

“El caso es que a lo largo de 20 años de trabajo el establecimiento -Don Alejandro-, fue blanco de medio centenar de robos o asaltos a mano armada, delitos todos ellos denunciados oportunamente y que tengo debidamente registrados en una carpeta personal”.

“Así y todo lo ocurrido ahora me preocupa sobremanera porque ahora se metieron en mi casa, se metieron con mi familia y en consecuencia, como nunca recibí del Estado la protección que reclamo, voy a hacer responsable a las autoridades de lo que me pueda ocurrirme a mí o a mi familia” .

“Del trabajo en el frigorífico Don Alejandro no vivo yo solamente, la empresa emplea un centenar de personas de modo que peligra la fuente de trabajo de numerosas familias santafesinas, porque los golpes son continuos y desalentadores, al punto que me hacen pensar en la continuidad de la empresa, en su cierre definitivo o en su traslado a otro medio más seguro”.

Shafer agregó que no duda que los últimos golpes son obra de verdaderos profesionales en el mundo del delito y que teme, en consecuencia, que vuelvan sobre el objetivo. “Tantean y chequean mi casa permanentemente, hasta en forma telefónica lo hacen”, aseguró.

“Llaman y al atender nadie contesta, eso ocurre a cualquier hora del día o de la noche. Eso hicieron el martes cuando asaltaron mi casa y lo siguieron haciendo después. Denuncié hace tiempo esas llamadas, las denuncié en Fiscalía y me dijeron que iban a intervenir el teléfono, pero después nunca me hicieron saber que resultó de esa medida”.

Shafer agregó que los delincuentes -tres hombres de mediana edad-, actuaron en su casa a cara descubierta, como sintiéndose al amparo de cualquier contingencia desfavorable, como que que pudiera reconocerlos en el futuro. Actuaron como quien sabe que goza de la más absoluta impunidad y eso, desestabiliza a cualquiera. “La situación generó una sensación de pánico y terror en toda mi familia”, aseguró nuestro entrevistado.