En Guadalupe y El Arenal

Rescataron a dos menores abusadas

 

Redacción de El Litoral

Una niña de 12 años fue retirada por funcionarios de la Dirección Judicial de la Policía de la provincia desde el interior de una vivienda ubicada en Risso y Vieyra, lugar donde convivió con un hombre de 25 años de edad durante la última semana.

Así como la menor fue restituída a su grupo de familia después ser examinada por el médico, la comisión policial detuvo al dueño de casa bajo el cargo de abuso sexual con acceso carnal.

La propia criatura protagonista de esta historia fue quien cruzó la ciudad para volver a su casa del barrio La Loma para pedir a su madre que no la buscara más porque ahora vivía con su compañero, el sujeto en cuestión.

La progenitora, una mujer de 44 años se dirigió a la policía y denunció lo que estaba ocurriendo con su hija. La presentación motivó la intervención de la Sección Delitos Contra la Integridad Sexual. El procedimiento permitió rescatar a la niña cuando anoche regresó a la casa de calle Risso, en la jurisdicción de la Seccional 8a..

En El Arenal

También anoche el padre y una tía de una menor de 14 años irrumpieron en una vivienda del barrio El Arenal y así lograron rescatar a una adolescente de 14 que fuera llevada allí por la fuerza y a la vista de todos los vecinos.

Una de las fuentes consultadas dijo que el responsable del abuso es un individuo joven de unos 18 años de edad que tiene atemorizado al vecindario ya que, frecuentemente, asalta los domicilios de unos y otros y se pasea, con armas a la vista, en compañía de otros individuos de su misma catadura.

Según dijeron vecinos del lugar la menor fue llevada al hospital de niños Orlando Alassia y luego a la división de la URI Violencia Familiar y Abuso Sexual, oficina donde quedó asentada una denuncia por violación.

Curiosamente nuestro entrevistado dijo que a pesar de lo dicho en la casa de la calle Amenábar al 4600 donde anoche fue rescatada la menor esta mañana estaban de fiesta y el sujeto denunciado seguía en libertad tal como si no hubiera pasado nada.

Al parecer la víctima no ingresó a la casa donde se consumaría el delito por su propia voluntad sino que fue tomada en la calle y desde la puerta de su casa fue prácticamente arrastrada por el violador.