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Mujeres en vacaciones, entre la rutina y el relax

Encontrar espacios de soledad para escaparle al estrés, aunque también en otros momentos disfrutar de actividades colectivas, puede ayudar a “desenchufarse”. Evitar estar preocupadas todo el tiempo parece ser el mejor antídoto para disfrutar el tiempo libre.

FUENTE. PRO-SALUD.NEWS. FOTO. EL LITORAL.

Hacer las valijas, ordenar la casa antes de partir (y, por supuesto, al llegar al lugar de destino), encargarse del equipaje de los chicos, cuidarlos y procurar que, ante todo eso, el marido esté tranquilo.

Si a eso le sumamos el deseo de desenchufarse y la necesidad de “aprovechar al máximo” la semana, los quince días o, en el caso de las más afortunadas, el mes de vacaciones nos encontramos con que para las mujeres esta época no es nada fácil.

“A veces siento que salir de Buenos Aires es más un problema que una comodidad o un placer. Tengo tantas cosas que hacer que me da pereza de sólo pensarlo, aunque por otro lado entiendo que las vacaciones familiares son un privilegio por el cual debemos sentirnos agradecidos. Eso no quiere decir que, por momentos, no lo quiera matar a mi marido”, comentó a Pro-Salud News entre risas y vía telefónica a apenas dos días de partir hacia Cariló, Eugenia, una empresaria de 41 años casada con un ingeniero de la misma edad y madre de dos varones, Joaquín (14) y Faustino (8).

“Muchas personas que concurren, por ejemplo, a entrevistas psicológicas se quejan de que la cabeza no les para, de que no tienen descanso. Algunas incluso cuentan que no logran conciliar el sueño o que si se despiertan no logran volver a dormir. Esto tiene que ver con la cantidad de ideas y preocupaciones que todos tenemos, sobre todo mientras atravesamos los últimos días de un año -que son de balance y cierre- y los primeros de otro que son de preparación y expectativas”, sostuvo la Lic. Patricia Gubbay de Hanono, directora de Hémera, Centro de estudios del estrés y la ansiedad.

“Todo eso: tener ideas y preocupaciones no es raro ni anormal, siempre y cuando éstas no interfieran en la calidad de vida de quien las tiene. Por eso, cuando impiden concentrarse, dormir, o disfrutar de momentos de paz, e inclusive cuando la persona está molesta o enojada todo el tiempo, hay que comprender que es el momento de hacer algo al respecto”, agregó.

Entre una de las cosas que podemos hacer todos para sentirnos mejor se destaca relajarse y disfrutar de estar en un determinado lugar en un preciso momento, con el principal objetivo de evitar el estrés, la angustia y sobre todo las fricciones con el otro. Tal como lo explicó la licenciada: “Relajarse y bajar las revoluciones parece ser el antídoto necesario para dejar de tener obsesiones y preocupaciones constantes. Pero, la parte mas difícil es saber cómo hacerlo”.

DESENCHUFADOS

Pero a no desesperar porque existen algunas “recetas”. “Lo primero que hay que saber es que no se tiene por delante una tarea fácil, sobre todo en el mundo en que nos ha tocado vivir y en el marco del cual estamos continuamente conectados a celulares y al mundo virtual de las computadoras, interactuando incluso con varias personas al mismo tiempo. Se acabaron las épocas en las que uno iba tranquilamente sentado en algún medio de transporte dejando la imaginación volar sin estar conectados a teléfonos o MP3. También se acabaron las largas vacaciones, las siestas y los momentos de hacer nada más que estar tirados mirando el techo, escuchando el sonido del silencio”.

A propósito de esta reflexión y al ser consultada por esta agencia, Eugenia detalló: “Hace ya algunos veranos, creo que tres, que a mi marido le prohibí llevar la computadora cuando nos vamos de vacaciones, al mismo tiempo que logré convencer a mis hijos de que dejen la playstation. Creo que es una manera más de que nos conectemos, pasemos más tiempos sentados a la mesa y -para variar- salgamos un poco de lo que son las rutinas de todos mientras estamos en Buenos Aires. Para este año, y con todas las esperanzas que me quedan en estos días, planeo proponer que mi marido y yo dejemos nuestros teléfonos con acceso a Internet acá y nos llevemos, con el sólo fin de estar comunicados, los “antiguos’ que sirven para hacer y recibir llamadas o mandar mensajes”.

UN MOMENTO PARA DISFRUTAR

Todos estos planes forman parte de lo que para los especialistas son las necesidades actuales. “Hoy el mundo cambió: los espacios de desconexión y de disfrute no están tan al alcance de la mano. Entonces, frente a esto, la tarea es encontrar momentos para disfrutar en familia y conectarnos con los otros, pero también para estar solos y adentrarnos en actividades en las cuales podamos ser protagonistas”, sostuvo la especialista.

En resumen, “necesitamos espacios para ‘saborear la vida’, pues esa es la única manera de lograr que la balanza se incline un poco a nuestro favor, para poder alcanzar una equilibrio que nos permita sentirnos mejor”, concluyó la Lic. Gubbay de Hanono.

+ información

- Hémera, Centro de estudios del estrés y la ansiedad:

www.hemera.com.ar