Después del faltazo

Menem: “Soy antiK”

En su segunda declaración pública tras jugar un papel clave en la pulseada por el control del Senado, el ex presidente Carlos Menem insistió ayer en negar que forme parte del acuerdo de la oposición aunque advirtió que es “antikirchnerista”.

Desde su provincial natal, Menem volvió a mostrar la fragilidad del acuerdo de las fuerzas de la oposición para quedarse con el manejo de la Cámara Alta y advirtió que los negociadores opositores lo “ningunearon”.

Con argumentos similares a los utilizados en el plenario del miércoles por los senadores María Rosa Díaz y José Martínez (ARI, Tierra del Fuego) y Horacio Lores (Movimiento Popular Neuquino), el ex mandatario cuestionó en duros términos el armado del acuerdo opositor.

Esos dardos volvieron a exponer el frente interno del arco integrado por el radicalismo, el socialismo, el peronismo disidente y la Coalición Cívica.

El puntano Adolfo Rodríguez Saá, líder del PJ anti-kirchnerista, resultó uno de los más golpeados ya que representa el liderazgo de ese sector ante el resto de las bancadas opositoras que intentan quedarse con la mayoría de las 25 comisiones del Senado de la Nación.

Ayer, Menem confirmó que asistirá a la sesión de la semana próxima, una decisión que dejaría a la oposición en condiciones de imponer su plan en caso de que el ex mandatario, finalmente, respalde la profunda ofensiva para limitar la hegemonía kirchnerista.

Tras cuestionar el “olvido, ninguneo permanente” al que se sintió sometido por los líderes opositores, el ex mandatario insistió en que es antikirchnerista desde “el primer momento” de su asunción como senador nacional y descartó que vaya abstenerse en la votación.

En la Casa Rosada, mantenían abierta la posibilidad de retomar una negociación con la oposición aunque ese escenario fue descartado de plano por los referentes del bloque político que intenta limitar al máximo los movimientos del oficialismo en la Cámara Alta.

El principal argumento del poder central es que oficialismo y oposición tienen una suerte de empate técnico en la integración del nuevo Senado lo que obligaría al frente opositor a ceder la mayoría al menos en las comisiones denominadas de gestión.