Ecosistema en la mira

Estudian el efecto del maíz transgénico en la diversidad de insectos

Si bien permitirían disminuir el uso de insecticidas, los maíces modificados pueden alterar la diversidad del ecosistema. Científicos de la UNL investigan sus efectos en los insectos benéficos que controlan plagas.

1.jpg

El trabajo se realiza en campos de productores de la zona de Esperanza.

Foto: Archivo El Litoral

 

(C) Prensa UNL - El Litoral

A través del recuento de insectos en campos de maíz y de ensayos de laboratorios, investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) indagan acerca de los posibles efectos que el uso de plantas transgénicas puede acarrear al ecosistema.

Antes incluso de la aparición de la soja transgénica, se logró una mejora genética en el maíz y otras plantas añadiendo un gen de resistencia de una bacteria del suelo. Se trata de Bacillus thuringiensis, de allí el nombre “maíz Bt”.

Esta alteración permite a la planta generar una toxina, la cual forma cristales que actúan en el intestino del insecto produciendo una parálisis y luego su muerte. Se cree que el efecto es específico para protegerlas de plagas de la familia de las mariposas y polillas (Lepidópteros) y, también, de escarabajos (Coleópteros).

“Lo que se cree es que, además de afectar a estos grupos de insectos, el maíz Bt tiene algún tipo de influencia sobre insectos benéficos y sobre otros que no son el centro del control, y que estaría afectando la biodiversidad del ecosistema”, señaló Cecilia Curis, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias (FCA) de la UNL.

El trabajo

Como explicó Curis, la investigación está dividida en dos partes. La primera es un trabajo de campo en el que a través de distintos métodos se recuentan los insectos para comparar los datos provenientes de maíz transgénico y el que es susceptible a los insectos.

“Usamos trampas pegajosas que se cuelgan en las plantas para insectos voladores. También se realizan recuentos semanales tanto en planta como en el suelo”, detalló la investigadora.

El trabajo se desarrolla en campos de productores de la zona de Esperanza y ya lleva cuatro años. En una de las campañas evaluadas se observaron resultados significativos que mostraron un efecto sobre los insectos benéficos; sin embargo, no fueron parejos a lo largo del estudio. Actualmente, se están terminando de recolectar los datos obtenidos en la última campaña.

La otra etapa de la investigación es de laboratorio y consiste en criar un depredador de la familia Coccinellidae y alimentarlo con insectos que consumen maíz Bt y no Bt para conocer si existen efectos sobre el ciclo de vida del depredador.

La investigación apunta, a través de los resultados en ambas fases, a superar la falta de información de la que se dispone hasta el momento, una de las mayores críticas que recibe el uso de transgénicos.

Manejo

Si un productor tiene maíz Bt exclusivamente, algún insecto va a quedar vivo y, si comienza a reproducirse con otros que logran resistir, dejarán de ser controlados por la toxina del transgénico.

Una de las recomendaciones que existen en cuanto al uso de estos cultivos es la utilización de franjas refugio. “En todo lote, se aconseja que el 10 por ciento se destine a plantas susceptibles (no transgénicas) porque, de lo contrario, los insectos estarían generando resistencia muy rápidamente por estar bajo una presión muy alta”, indicó Curis.

“No se trata sólo del Bt, sino también de cómo los están usando. Hoy esta recomendación de la franja refugio que permite que los insectos resistentes y los susceptibles se reproduzcan entre sí para mantener el control no se está respetando, lo que aumenta el impacto en el medio ambiente”, comentó.

“Los insectos benéficos influyen en la estabilidad del sistema y, aunque muchas veces no sean tenidos en cuenta, efectúan un control eficiente de las plagas. Ir eliminándolos, aunque no sea de forma directa, afecta la cadena trófica del sistema”, reflexionó la investigadora.