Poemas de Omar I. Morbidoni

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“Don Quijote”, de Honoré Daumier.

Aquí, Quijote herido

Aquí como herido

apaleado

en no sé cuál batalla

como inerte yazgo,

aquí junto al sauce de la orilla

al costado

donde me llevó la deriva azarosa

de las causas

me aferro a algunas lilas

a tréboles a maderos del

naufragio

a los rumores de la brisa

a etéreas cosas

al devaneo enamorado de las

hierbas

a naderías que no alcanzan

para formar la esperanza

a pensamientos leves tenues

que apenas son y

se alejan

del meollo de la idea

del centro o del logos

del férreo corazón

que palpita injuriado

empecinado vengativo

enamorado

del sol y del río

de luna ancha

enamorado del pájaro

lastimado y torpe

atribulado

por la mano cruel

que lo recoge.

Otoño Fall Leaves’ season

Lo difamaron

con tristezas

con melancolías torpes

pero hay tanta bondad

tanta voluntad

en esta brisa fresca

de este otoño que comienza,

el cielo se aliviana

con nuevos signos

con otros colores

mutaciones nuevos signos

que matizan sus vanidades

en cándidos resplandores,

ceden ya los soles verticales

que marchitaron hasta las zonas del alivio

donde abrevábamos el nutricio

de las buenas sombras,

ya no flotan los ardores

humedales que injuriaban la esperanza

de un azul en calma,

de otro lado me imagino

los abedules colores

los rojizos multiformes de cipreses

que miraron los ojos de Walt Whitman,

y yo acá ahora

el devaneo entusiasmado

de las hojas que celebran

con inquietud emancipada

mientras juegan giros en el aire

y caminos de alfombras en la greda.

El ritmo de Sor Juana

Vuela decidida y devaneante

con pecho emancipado

la paloma blanca

acarician el cielo sus plumas

buenas

el aire brisa suave es callada.

Espera escondida

la blanca luna ancha

que piensa la noche

de estrellas amplia láctea.

Como de jazmines corona es

la noche que del planeta

rodeará esta cara.

Mujer con margaritas ensoñadas

el corazón hacendoso

tuyo como de manzanas

amores palpita entusiasmado

ingenuidades que los sanan

deseos inocencias

anhelo de paloma

emergía de luna brava

donde pasionarias rosas

rompen sus ánforas

abren el aura de mujer enamorada.