Una inversión a futuro

Una inversión a futuro

Cuando es constante y se realiza durante toda la vida, el ejercicio ayuda a hombres y mujeres a llegar “más sanos” a la etapa adulta.

FUENTE. PRO SALUD NEWS. FOTO. EL LITORAL.

El ejercicio de por vida ayuda a los mayores a mantener sus corazones sanos. Esto es lo que muestra una investigación realizada con la participación de hombres y mujeres mayores de 65 años que no presentaban enfermedades crónicas como diabetes, hipercolesterolemia e hipertensión y que, en el marco de un estudio anterior, habían proporcionado datos sobre la realización de actividad física semanal por entre 15 y 25 años anteriores a la muestra.

Pero más allá de los datos personales, durante la experiencia liderada por el doctor Paul Bhella, del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas en Estados Unidos, los participantes se sometieron a pruebas de estrés cardiopulmonar, ultrasonidos del corazón y vasos sanguíneos, además de otros exámenes en los cuales se evaluó su salud cardiaca.

De acuerdo con las conclusiones que fueron presentadas en el marco de la reunión anual de la American Heart Association, “mientras más ejercicio habían hecho los adultos mayores durante sus vidas, mayores fueron las probabilidades de llegar sanos a la adultez y vejez”.

“Por ejemplo, quienes hicieron ejercicio de cuatro a cinco veces por semana durante sus vidas presentaban un estado físico 54 por ciento mejor que el de quienes no se movían tanto. Con respecto a los que se ejercitaron dos o tres días de los siete, obtuvieron un beneficio 42 por ciento mayor”, refirió el doctor Bhella.

MEJOR, CAMINAR

Considerada la actividad aeróbica por excelencia, caminar permite poner en movimiento todos los músculos del cuerpo y facilitar la oxigenación, mejorando el flujo sanguíneo.

Además, tal como postula el doctor Guillermo Díaz Colodrero, jefe del Servicio de Internación de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina y especialista en Medicina del Deporte “constituye un excelente ejercicio porque tiene una intensidad moderada y accesible a casi todas las personas, cualquiera sea su condición física inicial.

Por otro lado, se puede hacer sin un equipo especial, solo o acompañado, es seguro y no hay que trasladarse a un lugar específico para practicarlo.

Finalmente, se puede introducir en la vida cotidiana sin alterar las costumbres ni hábitos de las personas”.

Según numerosos abordajes científicos, la realización de una caminata diaria de 30 minutos se traduce en beneficios cardiovasculares en cuanto a una menor frecuencia de infartos de miocardio, diabetes del adulto, accidentes cerebrovasculares e hipertensión arterial.

Asimismo, la actividad física moderada ha mostrado resultados respecto al mejoramiento de cuadros de osteoporosis, artritis, caídas en los ancianos; sin mencionar los efectos que tiene sobre el peso y los lípidos.

“También es buena para la mente, ya que hay evidencia de que el ejercicio moderado ayudaría en la depresión y en ciertos estados de ansiedad”, sostuvo Díaz Colodrero.

“Hay que tener en cuenta que si bien diversas investigaciones muestran que caminar al menos tres períodos de 10 minutos cada uno es beneficioso, siempre se recomienda hacerlo en continuado, por -al menos- 30. Para eso hay que llevar un ritmo más rápido que el que uno tiene al mirar vidrieras, ir con paso firme y regular pero que a la ver permita -como parámetro- hablar sin que se corte el aire y por ende las palabras”.

Considerada la actividad aeróbica por excelencia, caminar permite poner en movimiento todos los músculos del cuerpo y facilitar la oxigenación, mejorando el flujo sanguíneo. previene de numerosas enfermedades.