Rescate de la memoria
“Un típico intelectual de los años sesenta”
José Alberto Tur fue un reconocido profesor de las facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales y de Humanidades y Ciencias de la UNL.
Foto: Archivo El Litoral
Así lo definió el periodista José Luis Pagés, que este jueves declaró en el juicio por su secuestro y el de su ex esposa, Amalia Ricotti, el 16 de mayo de 1978. Alberto Tur falleció a causa de una enfermedad en 2003.
De la Redacción de El Litoral
En medio del fragor del juicio contra el agente civil del Ejército, Horacio Américo Barcos, el testigo José Luis Pagés, recordó a Alberto Tur -víctima de secuestro y tormentos junto a su ex esposa Amalia Ricotti-, como el dirigente sindical que fue en épocas de la dictadura, pero además, por su basamento intelectual, que lo acercó a destacadas personalidades de su generación.
Pagés, que es periodista del diario El Litoral, dijo en la audiencia de este jueves que conoció a Alberto Tur como compañero de militancia en el Movimiento de Liberación Nacional. Lo recordó como a “un típico intelectual de los años sesenta, universitario, pero con una marcada inclinación por la actividad sindical”.
“Tur era socialista -aseguró el periodista-, estudioso y de convicciones firmes, alguien con quien compartí algunas tareas como “volanteadas’ contra “la burocracia sindical’, adentro de los propios sindicatos”.
Para enmarcar a la víctima ausente, puesto que Tur falleció el 18 de septiembre de 2003 a causa de una enfermedad, Pagés rememoró cuál era el ámbito en el que ambos se vincularon.
el malena
Contó que “el Malena -como llamaban al MLN argentino- a diferencia de otros movimientos como su coetáneo uruguayo, MLN Tupamaros -no propiciaba la toma del poder por vía de las armas-, era reformista”.
“El Movimiento promovía acciones barriales de conjunto para cohesionar el campo popular y lograr en él la inserción del “partido” que haría desaparecer las injusticias sociales. El arma más utilizada se llamaba el “firmóscopo”, que era una carpeta que recorría los barrios para que los vecinos reclamaran con su firma el entubamiento de un zanjón a cielo abierto, trabajos de desmalezamiento y cuneteo, alumbrado público o una extensión de la red de agua potable”.
“Esto era así aún cuando el Malena contaba en sus filas con “Celia’, la madre del Che Guevara. Pero desde el MLN la propuesta guevarista era calificada como “foquista’. Entonces éramos en Santa Fe medio centenar de personas molestas a las que habría podido controlar una patrulla de boy-scout, un Movimiento para ser juzgado en el Tribunal Municipal de Faltas”, ironizó.
“El movimiento creado por Ismael Viñas, responsable de la revista Contorno y la editorial Liberación donde el propio Viñas y su hermano David, León Rozitchner y otros intelectuales como Noé Jitrik o José Vazeilles y hasta Rodolfo Walsh -en su mayoría escindidos del desarrollismo tras la caída de Frondizi- fue sacudido por el “Cordobazo’ y ante la contundencia de esa realidad -donde el ideario del socialismo reformista parecía una pieza de museo-, el Malena se disolvió”.
Sobre las “casitas”
Pagés y Tur no volvieron a verse hasta fines de los 80. Entonces no le sorprendió al primero, la amistad de Tur con el profesor Alfredo Bravo o que sostuviera que el secuestro y la tortura sufrido por él y su esposa en el 78 tuviera relación con su actividad en la APDH “cuando buscaba algún rastro de los desaparecidos”.
“Luego la casualidad quiso -dijo Pagés- que 15 años atrás fuéramos vecinos. Entonces dejamos de ser ex compañeros y pasamos a ser amigos”. “Cuando investigaba periodísticamente cuál era la casita que mencionaban con insistencia todos los secuestrados y torturados, busqué la opinión de Tur porque lo sabía veraz y responsable como pocos. Lo entrevisté, se quebró y le saltaron las lágrimas, recién entonces comprendí cuánto lo había dañado aquella experiencia”, manifestó el testigo.
Ante su esposa, María Elena Pensiero, “me dijo entonces “la que fuimos a ver no es la casita donde yo estuve’. Entonces conté que había quienes aseguraban que ese era el lugar, pero agregué una nota con la opinión de Tur”, recordó.
En cuanto a la primera esposa de Tur -por la denunciante Amalia Ricotti-, Pagés aseguró que no la conoció hasta 2001, “cuando ella quiso referir públicamente los padecimientos sufridos en aquel lugar, torturas y vejaciones que atribuyó a un tal “Quique’, a quien ella reconoció y denunció; el ahora detenido e imputado Horacio Barcos, sindicalista y personal civil de Inteligencia de Ejército durante la década del 70.