Ante las amenazas de cortar las compras

Aceiteros piden hacer valer acuerdos con China

 

De la Redacción de El Litoral

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La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) expresó su preocupación ante versiones que indican que China aplicaría trabas al aceite de soja argentino desde hoy debido a la presencia de determinados componentes químicos, residuales del proceso de elaboración.

Fuentes del Ministerio de Industria indicaron a DyN, no obstante, que el gobierno de China no formuló a la Argentina ninguna comunicación oficial sobre una medida de ese tipo.

Asimismo, fuentes de la Cancillería indicaron que las autoridades de ambos países están llevando adelante las negociaciones y las conversaciones bilaterales de rigor de para dar cumplimientos a las normas técnicas correspondientes.

“En los últimos años, el comercio recíproco con China ha estado en constante crecimiento y los dos países mantienen una relación constructiva y de diálogo permanente para resolver cualquier problema que todo intercambio comercial diversificado y en expansión puede generar”, añadieron al respecto.

Por su parte, Ciara señaló en un comunicado que “no deja de preocupar la información difundida que indicaría la aplicación de las normas arriba mencionadas de manera inmediata y que además serían de aplicación únicamente para las importaciones de aceite de soja proveniente de la Argentina”.

El país asiático impondría la norma denominada BT 1535/2003 que establece un límite máximo de 100 partes por millón de residuos de hexano, un componente que se usa para obtener el aceite del poroto de soja.

Comercio

Argentina le exportó a China ese producto por 1.408 millones de dólares en 2009, que corresponde al 76 por ciento de las importaciones de ese país desde este origen y significaron una caída del 36 por ciento respecto de 2008, indican datos de la aduana de China.

Al respecto, un informe de la consultora Abeceb.com dice que un boicot al aceite argentino implicaría una pérdida de 623 millones de dólares en recaudación de retenciones, más allá de las pérdidas privadas a las empresas.

Por otro lado, en Industria descartan la idea de que se trate de una represalia de China contra Argentina por las trabas que se imponen a varios productos industriales de ese país, ya que a pesar de ello, el déficit comercial pasó de 700 millones en 2008 a 1200 millones de dólares en 2009.

Más allá de ello, los datos oficiales chinos avalan la puesta en marcha de una política iniciada hace varios años dirigida a comprar solo porotos de soja para industrializar internamente.