Aniversario

Un ejercicio para la memoria

F. C.

Las discusión sobre la economía real se centra, por estos días, en la aceleración de la inflación. Juan Luis Bour, economista jefe de Fiel, escribió recientemente que “para un país que acumula casi 5 años de crecimiento a tasas de dos dígitos en sus precios minoristas, la discusión acerca de si estamos en presencia de inflación o de un “ajuste de algunos precios relativos” parece un debate ocioso. Si uno se rinde a la evidencia empírica disponible, no hay lugar para la ambigüedad: la inflación se aceleró desde 2005 para moverse en un rango de 15 al 25% anual entre 2007 y la actualidad”.

En tanto, el ministro Amado Boudou apenas percibe una “tensión de los precios”, cuando todas la consultoras privadas miden un incremento no menor a 7,5% en el primer trimestre de 2010.

Las apreciaciones poco realistas por parte de la conducción económica, tienen un antecedente. Hace exactamente un año, la UIA informaba crudamente que la producción manufacturera había caído 12,5% interanual en febrero de 2009, mientras que para el Indec había sido de 1,5 por ciento.

Débora Giorgi, por entonces ministra de la Producción, salió a cruzar a la UIA: “Esta no es la realidad que tiene el país y no hace falta más que caminar por las fábricas de la República Argentina”, dijo. Por si fuese poco, al día siguiente el Indec subió a su página de Internet una inusual proclama para un organismo técnico, titulado “Estadísticas industriales versus utilización política de las estadísticas”.

Un año después, quedó claro que quien no caminó las fábricas fue Giorgi, que las cifras de la UIA no estaban erradas, que el Indec es un organismo políticamente manipulado y que las Pymes industriales perdieron 60 mil puestos de trabajo. La obcecación oficial en negar la realidad, antes y ahora, continúa siendo el caldo de cultivo de toda desconfianza.