Allanamientos, detenciones y la confirmación de una vieja sospecha

Marino: un crimen por encargo

Hay cuatro detenidos: una mujer, de 43 años; un hombre, de 37 y dos adolescentes. La situación de todos sería muy comprometida.

Marino: un crimen por encargo

El crimen de Marino se consumó en plena zona céntrica, en su domicilio de Francia 2701. Con las recientes detenciones los investigadores consideran aclarado el caso.

Foto: Archivo/Alem

 

Danilo Chiapello

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Todo hace pensar que lo de Alberto Marino (87) fue un crimen por encargo.

De entrada, la investigación de este caso no se había presentado sencilla.

Por ejemplo, cuando se constató que desde el interior del inmueble no había gran faltante de dinero ni de objetos de valor.

Entonces ¿por qué matarlo con tanta furia?

La punta...

Aquella mañana del 14 de enero, Esther (la ama de llaves) llegó como siempre a las 7 de la mañana. Pero a poco de ingresar se encontró con el desastre. La casa estaba toda revuelta, patas para arriba.

“Don Alberto (como lo llamaban sus íntimos) yacía sin vida en uno de los dormitorios.

Tras la requisa de rigor se estableció que el único objeto que faltó de la casa fue el teléfono celular de la víctima. Muy poco... ¿o no?

Fichas de dominó

A partir de entonces los pesquisas concentraron todos sus esfuerzos en seguir “la huella” de ese teléfono celular.

Los días pasaban y la falta de novedades comenzó a hacer lo suyo en el ánimo de los investigadores y de los afectados al caso.

Pero la semana pasada un dato clave llevó a los uniformados hasta un domicilio de barrio Barranquitas Oeste. Allí se ubicó a una tal Analía, de 43 años. Esta mujer tenía en su poder el teléfono celular de Marino. De inmediato se ordenó su detención.

Preguntada sobre el particular esta mujer dijo que le había comprado el teléfono a un tal Misael, de 17 años.

Los policías contactaron al jovencito quien dijo que accedió al teléfono porque se lo había dado un tal Juan, de 16 años. Luego reconoció que se lo había vendido a la mujer.

Así las cosas no quedó más que ir por Juan, el que fue aprehendido en un domicilio de Villa del Parque. Luego tras un allanamiento los investigadores hallaron billetes de antigua data y un colección de estampillas (elementos todos propiedad de Marino), en poder de estos sujetos.

El cuarto hombre

Abrumados por las pruebas en su contra los jovencitos confesaron su participación en el hecho.

Aunque agregaron un detalle vital para el asunto.

Dijeron que actuaron instigados por un hombre (un tal Antonio, de 38 años) con cierta vinculación a Marino. Fue éste quien les habría pasado toda la data sobre un dinero importante que había en la casa. El plan era repartirse esa plata.

Y la imputación que los adolescentes hicieron sobre esta persona va mucho mas allá. Por cuanto agregaron que este sujeto los llevó y los buscó del lugar, con lo cual lo hicieron partícipe secundario.

Con esos datos los pesquisas ordenaron la detención del tal Antonio quien, en principio, habría negado todos los cargos que se le imputan.

Por estas horas los cuatros involucrados permanecen privados de su libertad e incomunicados.

El fin de esta historia se jugará en ámbitos de la Justicia santafesina.