Alves dejó de ser el DT de Boca en la madrugada
El “Chueco” ya no camina
Para el partido del lunes con Arsenal, el interinato caerá en manos de Roberto “Tito” Pompei. Quieren convencer al mellizo Barros Schelotto o a Diego Cagna.
De la Redacción de El Litoral
Abel Alves dejó de ser el entrenador de Boca tras una nueva derrota en el torneo Clausura, confirmó esta madrugada el vicepresidente del club, José Beraldi. “En un acto de dignidad que lo enaltece, nos convocó “El Chueco’ para decir que nos dejaba en libertad y daba un paso al costado, viendo que no podía revertir esta situación”, expresó el dirigente al regresar a Buenos Aires después del duro traspié acá con Colón por la fecha número 13, que ganó 3-0.
En declaraciones a la prensa, Beraldi afirmó que Alves “sin duda va a seguir trabajando en el club, todo el cuerpo técnico, no sólo él”. El entrenador sufrió ayer un nuevo revés no sólo en el campo de juego, sino también dentro del convulsionado vestuario xeneize.
Boca está penúltimo en el torneo con 12 puntos, al igual que los rosarinos y San Lorenzo, y ha recibido 27 tantos en 13 partidos, lo cual lo convierte en el conjunto más goleado. “Hay cuatro técnicos que para igualarlos tendría que caminar muchísimo: Bilardo, Menotti, Bianchi y Bielsa. Pero con los demás me animo a pelear de igual a igual con todos”, se envalentonó Alves cuando asumió el cargo en enero de este año, por tercera vez de manera interina, en esa oportunidad para sustituir al renunciante Alfio Basile.
Sin embargo, durante su corta gestión acumuló varias contradicciones y no pudo imponerse en un vestuario complicado por las divisiones entre los máximos referentes, Juan Román Riquelme y Martín Palermo, a quienes inclusive logró unir en el rechazo a su manera de conducirse con el plantel y a sus decisiones. El triunfo sobre River 2-0 por la undécima fecha del torneo pareció darle aire, pero a la semana siguiente Chacarita lo devolvió a la realidad con un humillante 4-1.
Luego le puso la mejilla a Central para que le diera otro cachetazo y Colón fue el que le dio el golpe de nocaut que dejó en la lona a Alves. Roberto Pompei es el candidato a dirigir este lunes a Boca contra Arsenal en “La Bombonera”. Entretanto, el presidente Jorge Amor Ameal, quien el martes pasado había confirmado a Alves hasta fin del campeonato, intenta convencer a Guillermo Barros Schelotto para que cuelgue los botines en junio y se haga cargo del equipo, aunque también tiene posibilidades de asumir prontamente Diego Cagna.
¿Qué pasó antes?
Javier García, el arquero hasta hoy titular de Boca, estalló en bronca contra el entrenador Abel Alves al enterarse antes del partido ante Colón que iba a ir al banco y que el arco iba a quedar a cargo de Josué Ayala, tal cual se venía estimando desde el partido ante Central. Este incidente fue una arista del clima, viciado por la sucesión de derrotas y la impotencia para revertir la situación, que domina este Boca desmembrado en todas sus estructuras.
La reacción del arquero, que no pasó a mayores por la intervención de otro de los jugadores, tuvo como escenario los vestuarios del estadio Brigadier López. Tras enterarse de su salida del equipo -García al parecer no pudo aguantar un gesto de mal humor- le habría dicho al arquero que no perdía sus oportunidades de estar el lunes ante Arsenal.
De acuerdo trascendió tras esa aclaración de Alves, García le espetó: “¿Me estás cargando?”. El arquero se descontroló pero fue frenado por Pablo Mouche, quien días atrás se había molestado por quedar fuera de los concentrados para el choque con Central. Por otro lado, se supo que un directivo intercedió para que García estuviera en el banco de suplentes, luego de que Alves quisiera reemplazarlo por el juvenil de la reserva Sebastián D’Angelo tras el altercado.
Desde la práctica del lunes, donde los jugadores que estuvieron ante Central hicieron regenerativo y nada de fútbol, comenzó a trascender que Alves podría optar por Ayala y dejar en el banco a García. Durante cuatro días flotó en el aire esa posible variante que Alves evitó definir, y lo hizo recién una hora antes del partido en la cancha de Colón.
