Poemas de Alicia Gurdulich

Ahogo

Aquí en esta soledad

sin lágrimas

tan gastada

aquí en medio del amor

veo gotear la lluvia

sobre los gorriones caídos

y nadie los ve

y nadie los alza

yo los contemplo

pero se me endurecen las manos

corre su sangre por los albañales

y yo me sumerjo en ellos

pero no puedo hacer nada

me ahogo

me transformo en sus plumas

me deshago en pedazos.

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Tomadas de la mano

La soledad y la muerte

unas y otras se acercan

se murmuran palabras

la soledad ésa ésta aquélla

la mía

es como el cosmos

gigante abrillantado con olores

inciertos

calor, frío y sed

como una calesita gira el alma

tal cual un payaso bailotea la

mente

entre miedos

fantasmas

figuras negras y flores albas

busco el fin y no lo encuentro

disfrazada de la Maga

tiro semillas al aire y canto con las

cigarras.

Dibujo de Marilde Gurdulich

Aquella mujer

Aquella mujer / la de antes

quedó convertida en piedra de sal,

amontonados sus sueños

en un rincón del baúl.

Aquella mujer / la de antes

tal vez murió en alguna guerra,

tal vez esté viva sin saberlo.

Ocultas sus ropas, sus manos, sus

labios,

sale a recorrer caminos solitarios.

Aquella mujer / la de antes

con recuerdos guardados

lleva hoy una maleta vieja

repleta de futuros alcanzables.

Tal vez lejanos,

con lágrimas y dolor

marcha, camina,

dando tumbos

mientras a lo lejos la luz blanca los

guía

hacia tierras y mares.

El conejo de Alicia

El conejo de Alicia

me busca con su reloj

para decirme cuántas horas han

pasado,

la liebre hace cabriolas

y la Reina de las barajas

me guiña su ojo izquierdo.

Yo me agiganto y me achico,

en mi mundo de Maravillas

todo tiene cabida,

hasta que de pronto suelto la soga

y caen trozos de vidrios coloridos

en la vereda ensangrentada.