AL MARGEN DE LA CRÓNICA

El tamaño tiene su importancia

Puestos en el dilema de elegir, los árbitros de fútbol castigan casi siempre al más grande y contemplan generalmente al más pequeño como la víctima en los duelos antideportivos entre dos jugadores que se producen sobre el terreno de juego.

Eso se desprende de un estudio adelantado hoy por la revista alemana GEO, realizado por investigadores de la Universidad de Rotterdam y que llega a la conclusión de que por regla general el jugador físicamente más dotado es el que paga el pato en ese tipo de duelos.

Para llegar a esa conclusión, Niels van Quaquebeke y Steffen Giessner, de la citada universidad holandesa, han analizado un total de 123.844 faltas cometidas en la Bundesliga alemana de fútbol, la Liga de Campeones y el Campeonato del Mundo.

Ambos subrayan que, en el caso de duda sobre la culpabilidad en una falta, los árbitros perjudican casi siempre al jugador más grande y benefician al más pequeño.

“Se sabe de la teoría evolutiva que a los hombres más grandes se les atribuye una mayor capacidad de agresión”, señalan los investigadores holandeses en su estudio, que explica por qué los jugadores más pequeños suelen salir mejor parados en las decisiones arbitrales.

De lo expuesto puede deducirse entonces que -contra lo que se tiene por verdadero- el tamaño tiene su importancia. Y en este caso el más favorecido es el más chico.

El cercano Mundial de Sudáfrica nos dará la ocasión de comprobar si lo que dicen los investigadores holandeses es verdadero. Messi, por ejemplo, frente a los “roperos” de Nigeria, debería ser siempre -o casi siempre- la víctima. Y Palermo debería tener mucho cuidado frente a los coreanos.

De cualquier manera, el tiempo de las estadísticas llegará después. Por el momento, toda la atención debe estar puesta en hacer un papel más o menos decoroso, aunque sea con ayuda de los árbitros, de los que ahora se ocupó la Universidad de Rotterdam.