Son siete profesionales del pueblo

Centro de Día en Progreso trabaja

con un fuerte apoyo comunitario

Atienden a 11 chicos de la población ubicada en el departamento Las Colonias con diferentes grados de discapacidad.

Armonía. Existe una gran confraternidad entre los chicos que integran el centro y que desarrollan diferentes talleres.

Foto: Gentileza Centro de Día Progreso

César Benítez

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Una tarea a destajo llevan adelante un grupo de siete profesionales que el año pasado dieron nacimiento al Centro de Día Progreso (CDP), iniciativa que se forjó gracias a un proyecto que presentaron en abril del año pasado.

Pese al poco tiempo transcurrido, es notable la inserción que este esforzado grupo de mujeres -muchas de ellas madres-, ha logrado en la localidad y que merecieron el reconocimiento de los padres de los chicos que conforman el centro.

“Primero funcionábamos en la Casa de la Cultura y ahora lo hacemos en la Casa Parroquial, donde tenemos 11 chicos. Hay que destacar el apoyo de los padres y de toda la población de Progreso”, señalaron en forma coincidente.

Se trata de las profesionales Flavia Lehn (terapista ocupacional), Fernanda Ronsoni y Luciana Perassi (profesoras de Educación Física), Silvana Hubner (maestra especial), Corina Bonetti (fonoaudióloga); Romina Bruno (tesista en Licenciatura en Psicología), Salomé Caliani (asistente social).

El CDP funciona los martes y jueves de 15 a 19, mientras que los días miércoles se realiza un taller opcional de música con la profesora Claudia Leiva. En la localidad, hay un solo grado radial. “Se hacen beneficios y ferias de platos para mantener las instalaciones y la comuna también aporta”, destacaron.

La contención de éstos es primordial “porque terminan el grado radial y deben seguir en una escuela laboral pero la más cercana es Esperanza. Necesitan que las orienten y por eso intervenimos a pesar de que dos días pueden ser insuficientes.

Son chicos que presentan diferentes discapacidades como Síndrome de Down, hipoacusia, déficit visual y físico, autismo y retraso mental. Son muy compañeros, hay mucha armonía y nadie pregunta qué tiene cada uno”, señalaron las profesionales a El Litoral.

Con respecto al funcionamiento del Centro de Día, explicaron que “hay una comisión formada por los padres y colaboradores, se confeccionan balances para que quede en claro lo que hacemos”, señalaron las integrantes del Centro de Día Progreso.

En ese sentido, elogian el apoyo de los medios e instituciones locales que apoyan e incentivan las actividades que despliega el grupo. “Se nota que los chicos están entusiasmados y de a poco se adquieren los muebles y artefactos que necesitamos”, señalaron.

Talleres para todos los gustos

Los chicos tienen la posibilidad de acceder a diferentes talleres entre los que se cuentan: cocina, huerta, jardinería, higiene, lecto-escritura, arte y computación lo que se convierte en un efectivo canal de integración entre todos sus miembros.

Sin embargo, la actividades no se agotan en la participación áulica sino que también participan con un stand en los diferentes actos patrios donde obtienen beneficios de la venta de pickles para hacer frente a las necesidades que demanda el funcionamiento del Centro de Día.

Desde una pequeña población, alejada de las grandes centros urbanos, un grupo de profesionales que pugna por encuadrar sus actividades como una Organización No Gubernamental (ONG), trabaja con esfuerzo y dedicación para aplicar sus conocimientos pese a las escollos que se presentan a diario.

Aprobación. La silenciosa labor profesional unida a la predisposición de los chicos, es reconocida por los padres y habitantes de Progreso.

Foto: Gentileza Centro de Día Progreso