Apuntes de política provincial

Damero peronista

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El peronismo lo sigue esperando.

Foto: Archivo/El Litoral

Teresa Pandolfo

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Escribir sobre los pasos que podría dar el justicialismo, respecto de las elecciones generales para autoridades de la provincia y de municipios en el 2011, es mucho más complejo que contar la actividad de quienes aspiran a llegar a la Casa Gris o describir sus alianzas.

Por lo menos hay tres factores a tener en cuenta antes de cualquier consideración. En primer lugar, definir si los dirigentes locales del PJ tienen intenciones de “independizar” las elecciones provinciales de la nacional. En segundo término, la fecha de los comicios provinciales, medida que le corresponde al gobernador Hermes Binner.

Las elecciones generales deberían realizarse entre junio y la primera semana de septiembre. Antes de éstas, se deben llevar a cabo los comicios primarios obligatorios para la elección de los candidatos, y con seguridad, cualquiera sea el día del calendario que se elija, terminará siendo por lo menos un mes largo antes que las elecciones nacionales para presidente de la Nación y cargos legislativos. También Binner debe decidir si convoca a las provinciales juntamente con las de municipios y comunas o en forma separada.

En tercer lugar, pesa la decisión final que tome Carlos Reutemann respecto de su candidatura a la primera magistratura de la Nación. Para muchos aspirantes a la Casa Gris, a este factor lo tienen en primera consideración (hay quienes no se postularán si Reutemann no lo hace para la Casa Rosada). Sin embargo, es muy probable que las precandidaturas para la gobernación deban estar definidas antes del plazo con que cuenta el senador nacional, para su determinación personal.

Otro punto que aparece, aunque no tan nítidamente como los anteriores, es una suerte de intuición de que los aspirantes para la Casa Gris deben estar más cerca, etaria y culturalmente (este elemento hoy es muy importante), con la masa de votantes entre los 18 y 35 años. Quienes componen ese segmento poblacional son electores que deciden conforme a metodologías nuevas, si se toma en cuenta la forma tradicional de hacer política. De allí que cierta dirigencia piense en una oferta inclusiva de figuras con historias más nuevas en la política.

¿Por dentro o por fuera?

Respecto del primer punto, dirigentes de Rosario opinan que si el peronismo, en sus distintas vertientes, con sus precandidatos, no va unido a las primarias bajo el paraguas del PJ, será muy difícil ganar. Por ejemplo, el diputado nacional Daniel Germano sostiene que a pesar de las diferencias profundas entre kirchneristas y quienes adhieren al Peronismo Federal o disidente, “valdrá la pena hacer el esfuerzo” de concurrir conjuntamente. “Lo ideal sería llevar tres candidatos, aunque pienso que serán cuatro”, dice Germano.

Agustín Rossi, quien definirá si se postula recién en diciembre -pero que reconoce que su “vocación” está orientada a la Casa Gris- plantea este punto, aunque con una dependencia a cómo actúe el Peronismo Federal para la elección nacional.

“Si va por fuera del PJ, como lo han expresado algunos de sus dirigentes, se rompe la posibilidad de ir juntos en la provincia”, dice el presidente del bloque Frente para la Victoria. De lo contrario, se daría la misma circunstancia que cuando se midió con Rafael Bielsa en la primaria. ¿Y si no es el Peronismo Federal “el que rompe” y el que decide ir por fuera del PJ es Néstor Kirchner, prácticamente un número puesto -él o su esposa- para las presidenciales del año próximo?

A la larga, los dichos de Rossi guardan relación con la decisión que tome Reutemann. A esta determinación anudan sus futuros pasos Jorge Obeid -que ya comenzó a caminar la provincia- y el senador Juan Carlos Mercier. Ambos desistirían de postularse si Reutemann no lo hace para la Nación.

Pero ocurre -como se consignó al principio de “Apuntes...”- que es muy posible que la grilla de precandidatos en la provincia deba estar lista antes del plazo que tiene el senador para definir su participación en la elección nacional. Obeid sostiene que será Reutemann quien decida si juega por dentro o por fuera del PJ, en el hipotético caso de que tome un camino en ese sentido.

Con relación al segundo punto planteado, es lógico que el gobierno de Binner analice la convocatoria a elecciones en la provincia según la conveniencia de la coalición gobernante y la posición que tenga el gobernador en el plano nacional. Si integra un binomio presidencial, seguramente estirará la fecha del comicio hasta lo que más le permita la Constitución Provincial. Una postulación presidencial es una fuerza poderosa que, con efecto de cascada, repercute en un territorio.

Jugadores

Si éste es el tablero sobre el cual se moverán las piezas, ¿quién las moverá y con quiénes?

El kirchnerismo tendrá un candidato que elegirá Néstor Kirchner. Agustín Rossi, con el Movimiento Santafesino por la Justicia Social, está previendo para el 25 de junio -en la Sala Garay de esta ciudad- una movida de profesionales y técnicos para comenzar a diseñar un plan de gobierno. Habla de “definir un perfil de provincia”. “No es la provincia que gobernó Reutemann hace 20 años; el mundo cambió mucho y Santa Fe, también”, asevera.

A Eduardo Buzzi, el presidente de Federación Agraria, le atrae la Casa Gris, pero anunció que hará consultas internas en la entidad. De concretarla, lo hará por el Movimiento Productivo Argentino, de Eduardo Duhalde; pero nada está definido.

El senador Ricardo Spinozzi también tiene sus aspiraciones y ha presidido actos en los distintos departamentos. Se suman al espacio, aunque no todos piensen igual sobre las estrategias a seguir, Germano y el intendente de Rafaela, Omar Perotti, que definirá una postura después del Mundial. Perotti ha conversado con otros dirigentes zonales y nuevas figuras de Rosario, por ejemplo Diego Giuliano. Todo indica que, al igual que Germano, no considera prudente salirse del esquema partidario, en el sentido de que es hora de sumar y no de generar más diferencias.

De resultas de lo escrito, hasta ahora son muchas y complejas las definiciones faltantes. Pero surge que a pesar de todo, hay una dirigencia proclive a llegar a acuerdos para las elecciones en el territorio, independientemente de lo que se concrete a nivel nacional. En lo profundo, el punto de mira es Reutemann, aun para sus contrincantes, aunque esta vez los plazos obliguen a tomar decisiones personales sin el guiño del senador.