Cuatro seleccionados se hospedan en la ciudad
Menúes y comodidades especiales
para recibir al mejor rugby mundial
Comidas pensadas según el requerimiento de los deportistas, habitaciones adaptadas para fisioterapia y salas especiales para uso de los planteles. Cómo se prepararon los hoteles para recibir a las delegaciones de la IRB.
De la Redacción de El Litoral
Con motivo del Mundial de Rugby Juvenil que tiene a Santa Fe como una de sus sedes (junto a Rosario y Paraná) cuatro seleccionados internacionales se alojan hoy en la ciudad: Nueva Zelanda, Samoa, Fiji y Gales. Esto obligó a que no sólo estadios y espacios de entrenamiento deban ser acondicionados para estar a la altura del evento, sino también los hoteles elegidos, que debieron adaptar instalaciones y servicios para la mejor atención de los deportistas.
Concretamente el Holiday Inn, que alberga a Nueva Zelanda, (último campeón) y a Samoa y Los Silos que hospeda a Fiji y Gales.
En cada uno de estos complejos, además de disponer pisos específicos para las delegaciones, debieron reservar y vaciar habitaciones para montar salas de fisioterapia. Por ejemplo, el de Nueva Zelanda “es prácticamente un hospital, es impresionante” explicó Javier Di Mattia, gerente comercial del Holiday Inn.
Además, algo que se repite en todas las delegaciones es que los jugadores utilizan habitaciones compartidas, mientras que entrenadores y directivos duermen en singles. Son “todas dobles, salvo la de los coach y algunas otras que son simples” explicó Rodolfo Alico, gerente comercial de Casino Santa Fe. En el caso del Holiday, un dato llamativo es que las habitaciones de Nueva Zelanda son un par de metros cuadrados más grandes que las de los otros pisos. Fue por “un requerimiento específico, aunque la característica de todas nuestras habitaciones es que son amplias” explicó Di Mattia.
Ambos hoteles se ocuparon también de disponer salas de uso exclusivo para los seleccionados. Alico explicó que estos espacios están dotados con “todo el equipamiento para poder hacer las reuniones, televisor, DVD, pantalla, proyector y WiFi de alta velocidad, todo lo necesario para las charlas técnicas”. “En las salas exclusivas que tiene cada equipo, hay una salita mucho más pequeña que es prácticamente un catering montado para ellos, para hacerse tostados especiales y licuados” explicó, por su parte, el gerente comercial del Holiday Inn.
Mucha fruta y licuados
Es claro que, en cuanto a comidas, la vida cotidiana de los jugadores de rugby requiere especial cuidado. Pero algo que sorprendió a Javier Di Mattia, fue que el nutricionista de Nueva Zelanda se haya contactado con el hotel meses antes de la llegada del equipo para elaborar un menú consensuado. “Con los estándares básicos que nos pasaron vía mail, se armó un proyecto gastronómico con especialidades típicas argentinas, porque ellos consideran también a la gastronomía una experiencia cultural” explicó. Esto obedece a que, además de lo estrictamente deportivo, buscan conocer la idiosincrasia del lugar donde concentran. El menú del seleccionado neocelandés también incluyó especialidades de su país. Sin embargo, más allá de lo imaginable, “no pidieron nada extraño” explicó Di Mattia. Sólo resaltó que no aceptaron pescado de río, sino únicamente de mar.
Otro aspecto curioso -al menos en los seleccionados que se hospedan en el Holiday- son los horarios de las comidas. “Pueden almorzar a las 11 de la mañana, desayunando bien temprano, y cenar a las 6 de la tarde” explicó Di Mattia. Y contó que, antes de irse a dormir, alrededor de las 10 de la noche consumen licuados con banana, leche y proteínas especiales.
Rodolfo Alico, gerente de Casino, comentó por su parte que el consumo de frutas (en especial bananas) es impresionante. “Tienen una dieta equilibrada en carbohidratos y calorías” explicó. “Ellos nos pasaron un requerimiento calórico y lo que es posible o no servir, y elaboramos una propuesta para los veinte días que dura el torneo” explicó. “No comen frituras de ningún tipo, ni chocolates” añadió y consideró que “teniendo en cuenta que son jóvenes y deportistas, la cantidad de alimentos es importante”.
Alto consumo de toallas
“Hay un consumo de toallas impresionante porque los jugadores tienen muchísima actividad y necesitan mucho recambio de amenities” destacó, en otro plano, Rodolfo Alico, respecto a la experiencia del Hotel Los Silos.
Por su parte, en el Holiday Inn la “lavandería está sin parar desde que llegaron y va a seguir sin parar” explicó Di Mattia. Es que el uso de sábanas y toallas es mucho más elevado en el caso de los rugbiers que en cualquier otro huésped, dado que están continuamente expuestos a actividades deportivas de alta exigencia.