A diferencia del duelo entre México y Sudáfrica...
Un empate que dejó muy poco
Por el grupo A, Uruguay se enfrentó a Francia en un choque que argumentó las dificultades que tuvieron ambas Selecciones para clasificar al Mundial. Los Charrúas sufrieron su primera expulsión.
Así no se puede. Uruguay dependió demasiado de lo que hiciera Forlán, que por supuesto fue el más marcado de la noche.
Foto: Agencia EFE
Redacción El Litoral
Agencia Télam
Los seleccionados de Uruguay y Francia no se sacaron ventajas en el debut y empataron sin abrir el marcador en el segundo partido correspondiente al Grupo A del Mundial Sudáfrica 2010, que se jugó en el estadio Green Point de Ciudad del Cabo, con el arbitraje del japonés Yuichi Nishimura.
Conservadores
El primer tiempo mostró a los dos equipos demasiado especulativos e imprecisos, jugando la mayor parte del tiempo en el sector medio y con escasas llegadas a las áreas.
Uruguay marcaba con tres en el fondo y superpoblaba el sector de gestación, mientras Francia defendía con cuatro, pero sus arietes, Anelka, Ribery y Gouvou, se alternaban para encabezar la ofensiva, por lo que también contribuían a la explosión demográfica de las zonas cercanas al círculo central.
Con este panorama, no es de extrañar que los arqueros tuvieran poco trabajo, pero en ese balance fue el equipo galo el que sumó algunos puntos extra. A los 6 minutos, Gouvou se lo perdió solo frente a Muslera, luego de un preciso centro de Ribery, que desbordó por izquierda aprovechando los huecos que por ahí dejaba el esquema ideado por Tabárez.
Poco después, a los 15, fue Forlán el que inquietó con un disparo de media distancia a Lloris, pero dos minutos después Gourcuff dibujó un remate que exigió al arquero oriental y, a los 20, repitió la sensación de peligro frente al marco uruguayo otro remate de Toulalan. Pero era sólo eso, sensación.
El primer tiempo se diluyó en intentos y con los dos equipos más preocupados por obstruir lo que promovía el contrario que por la propia creación.
Otra historia
Fue otra la disposición con la que pisaron el césped del Green Point después del descanso y esto se tradujo en mayores situaciones de gol frente a los arcos, y aunque sólo un par de ellas llevaron peligro concreto, alcanzaron para ocupar una buena parte de la libreta de apuntes, contra las apenas cuatro que demandó el primer tiempo.
A los 5, Álvaro Ríos probó desde lejos y se fue desviado; un minuto después, fue Forlán el que enganchó hacia adentro y obligó a Lloris a esforzarse. Respondió Francia a través de Toulalan a los 10, y sobre los 14 repitió Ribery. Cuando se cumplieron los 15, Anelka se lo perdió de cabeza.
Cuando corrían 18, otra vez Forlán, lo mejorcito de Uruguay, exigió al arquero galo y, a los 27 minutos, se produjo lo que sería la jugada más clara de gol del encuentro: un saque lateral que se transformó en centro y Forlán le pegó apenitas desviado.
Final movido
A partir de entonces, se hizo el partido de ida y vuelta, sin demasiadas precisiones, pero con gran empeño, hasta que a los 35 se fue expulsado Lodeiro por doble amonestación y, entonces, Uruguay pasó a refugiarse en su campo y a soportar el tenue vendaval francés hasta el pitazo final.
Como conclusión, se puede decir que ni Francia ni Uruguay lo supieron ganar, no encontraron la manera de quebrar el esquema del rival y la mayoría de las veces cayeron presos de sus propios desaciertos.
En el Grupo todo quedó igual, por lo que habrá que esperar unos días para empezar a ver si se perfilan los clasificados.