Elecciones presidenciales colombianas

La corrupción está en el centro del debate electoral en Colombia

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EFE-Télam-DPA Télam

En el primer debate previo a la segunda vuelta electoral del 20 de junio, los candidatos presidenciales colombianos Juan Manuel Santos y Antanas Mockus centraron sus discusiones en torno de la lucha contra la corrupción en sus eventuales gobiernos.

Santos, ex ministro de Defensa de Uribe y candidato del oficialista Partido de la U, llegó al debate con las cifras de la última encuesta de Gallup Colombia que indicaban que con el 66,5 por ciento duplica en intención de votos a su rival Mockus, ex alcalde de Bogotá y postulante del Partido Verde.

Durante el debate televisivo Mockus acusó a su contendiente de pertenecer a una “elite corrupta” y sorprendió al mostrar una declaración de hace 10 años en la que el actual presidente, Álvaro Uribe, acusaba a Santos, entonces ministro de Hacienda, de querer revivir los auxilios parlamentarios.

Aquella modalidad política refería a los acuerdos institucionalizados entre legisladores y el gobierno para destinar partidas de dinero a proyectos locales, lo que daba lugar a un manejo discrecional y abría la posibilidad de sospechas de corrupción.

Según la crónica de medios locales, el candidato de La U le dijo a Mockus que estaba cansado de que se proclamara dueño de la moral en Colombia: “Usted no es el dueño de la honestidad. Usted pregona ser el único honesto y piensa que el resto de los mortales somos una partida de deshonestos y eso no es así”.

El debate, organizado por City TV, El Tiempo y La W Radio, se convirtió así en un duro e inesperado cruce de acusaciones que no se vivió con tanta virulencia en los debates previos a la primera vuelta.

En ese contexto, Mockus dijo al candidato oficialista que representa la continuidad “de un Gobierno corrupto que usa el atajo para conseguir objetivos, bajo el argumento de que el fin justifica los medios”.

El aspirante del Partido Verde también rechazó la propuesta de Santos de unirse a la concertación política que formaría para gobernar, al afirmar que el ex ministro pretende “hacer unidad rodéandose de gente con la cual no quisiésemos verlo, con gente “sub júdice’, muchos de ellos cercanos a los paramilitares”.

“Yidispolítica”

El ex alcalde desafió a Santos en varias ocasiones a que diera su opinión en el caso de la Yidispolítica, y ante la respuesta del ex ministro que señaló que no pertenecía al gobierno en esa época, Mockus lo acusó de “evadir durante toda la campaña el tema”.

En Colombia se conoce como Yidispolítica al escándalo surgido por las declaraciones de la ex legisladora Yidis Medina, quien denunció haber recibido dádivas políticas por parte del gobierno de Uribe para aprobar en el Congreso el proyecto de reforma constitucional que habilitó su reelección.

Los candidatos también debatieron sobre la propuesta de Uribe de restituir facultades de la justicia penal militar para evitar que sean juzgados por la justicia ordinaria casos como el del coronel Plazas Vega, condenado a 30 años de prisión por la desaparición de 11 personas en la toma del Palacio de Justicia.

Mockus dijo que “es crucial defender la justicia ordinaria” y entendió que “los actos de servicio los juzga la justicia penal militar, y los delitos de lesa humanidad, la justicia ordinaria”, al comparar el caso con los excesos que se le atribuyen al dictador chileno Augusto Pinochet.

“Usted ofende a nuestros soldados, está comparando nuestro ejército con Pinochet. Éste es un ejército honorable que combate con la Constitución en una mano y el fusil en la otra”, le respondió Santos al defender que existen condiciones particulares en el trabajo de los soldados y policías que “no son comprendidos por la justicia ordinaria”.

Más allá de las diferencias políticas, ambos aspirantes coincidieron en confiar en que el Tratado de Libre Comercio (TLC) de Colombia con Estados Unidos sea ratificado por el Congreso de Washington, único punto pendiente para su validez.

Al ser consultado sobre qué acciones tomaría si el Legislativo estadounidense no aprueba el TLC, Santos indicó: “Parto de la base de que eso no va a suceder”, pero que ante la posibilidad de que se diera el caso, “entraría a ayudar a aquellos sectores en los que se justifique la ayuda”.

Por otro lado, Mockus manifestó que no cree que Colombia se quede sin el TLC con Estados Unidos o sin prórroga de las preferencias arancelarias de la nación del norte para los países andinos, las cuales vencen al final de este 2010.

Clientelismo

El candidato Mockus cerró su participación con una invitación a los electores a escoger entre la propuesta de Santos, que “pertenece a una élite política que ha convivido durante décadas con la corrupción y el clientelismo”, y una propuesta radicalmente opuesta.

Santos se despidió recordando los 10 puntos de su campaña de unidad nacional y los logros del gobierno Uribe en materia de seguridad, y acusó a Mockus de no ser capaz de hacer alianzas y de insistir en un egoísmo político que lo lleva a pensar que es el “único honesto”.

Mockus, ex alcalde de Bogotá, obtuvo en la primera vuelta 21,49 por ciento de los votos (3,1 millones), mientras que Santos logró 46,54 por ciento (6,7 millones), lo que obligó a ambos a encarar la segunda vuelta electoral del domingo 20.