Ganados y carnes

Los nacimientos no son suficientes para recomponer la oferta ganadera

Para este año, se esperan 12 millones de cabezas, lo que va a obligar a reducir la producción de carne.

Ignacio Iriarte

¿Cuál será la variable clave a monitorear en los próximos meses y años? Los nacimientos, o mejor aún, la cantidad de terneros destetados, dato que se conoce con los registros de la primera vacunación contra la aftosa de cada año. Entre 2007 y 2009 fueron posibles altísimas faenas porque el stock había crecido a lo largo de toda la década y además porque ese stock estaba en liquidación.

En los años 2006-2008, el destete osciló entre los 14,5 y los 15,4 millones de terneros; el año pasado ese registro cayó a 14 millones y este otoño puede calcularse que se habrían destetado sólo 12 millones de terneros. Si bien en vastas zonas del área pampeana el servicio de la pasada primavera ha sido mucho mejor que el año anterior, porque llovió a tiempo y la vaca recuperó estado, en otra gran parte del país (por ejemplo el semiárido) las lluvias llegaron tarde (diciembre-enero) para revertir el estado desastroso de la vaca y los resultados del servicio habrían sido iguales o peores que el año anterior.

La combinación del hecho de que gran parte de los vientres no llegó a recuperarse, con una cantidad de vientres en servicio mucho menor que el año anterior, podría determinar que la cantidad de terneros a destetarse el próximo otoño (2011) sería nuevamente muy baja, pudiendo calcularse entre 12 y 12,5 millones de crías. Esto determinaría que por lo menos por tres años (2010-2012) la oferta ganadera deberá ser necesariamente baja, si es que no se quiere seguir depredando el stock.

“Retenciones”

En el corto plazo, hay quienes retienen, porque los precios son muy buenos y hay pasto en abundancia, pero hay todavía muchos que aprovechan estos altos valores para hacer caja o para salir de un negocio cuya experiencia reciente ha sido desastrosa. Hoy el ganadero está “blindado” económicamente, no sólo por la caída del stock, sino también -y en especial- por la inminente llegada al mercado de una camada de terneros y terneras más de tres millones de cabezas inferior a la de los años anteriores. El período de escasez durará al menos de dos a tres años, mientras las pariciones sean bajas; pero si se recupera el número de vientres, o lo que es lo más probable los porcentajes de marcación, la oferta ganadera de equilibrio puede crecer rápidamente a 13,5-14,0 millones de cabezas. Se volvería así -pero no antes del 2012- a las altas producciones de carne del período 2006-2009: 2,9-3 millones de toneladas. Este año, y por dos a tres años más, la producción de carne puede ubicarse en el orden de las 2,4 a 2,5 millones de toneladas, lo que genera precios muy firmes, sostenidos por el consumo, aun restringiéndose fuertemente la exportación. Si el clima en el mediano y largo plazo se normaliza, hasta con este reducido número de vientres residual (20 millones de vacas) puede volverse rápidamente a producir 13 a 14 millones de terneros, lo que en un plazo de uno a dos años determinaría nuevamente producciones de carne del orden de los 2,8 a 3,0 millones de toneladas.

El período de escasez durará al menos de dos a tres años, mientras las pariciones sean bajas; pero si se recupera el número de vientres, o lo que es lo más probable los porcentajes de marcación.

La importancia de exportar

Mientras duren los efectos circunstanciales de las muy bajas pariciones de 2009 y 2010, los ganaderos tendrán precios muy superiores a la media histórica. Pero en el mediano y largo plazo, la producción de carne -una vez recuperada- necesitará sí o sí del concurso de la exportación, si es que se quieren mantener precios rentables para la hacienda.

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Oferta baja. La cantidad de terneros a destetarse el próximo otoño sería muy baja, pudiendo calcularse entre 12 y 12,5 millones de crías. Hasta 2012 la oferta ganadera deberá ser necesariamente baja.

Foto: efe