Riesgos evitables

Riesgos evitables

Un cambio de hábitos que incluya actividad física regular, alimentación sana, técnicas para alejar el estrés y controles médicos periódicos puede limitar la aparición de algunos factores que comprometen nuestra calidad de vida.

FUENTES. LATIN SALUD.COM Y FUNDACIONFAVALORO.ORG. FOTO. EL LITORAL.

 

El término riesgo cardiometabólico describe la posibilidad de que una persona padezca una afección al corazón o a los vasos sanguíneos cuando confluyen varios factores. Estos factores incluyen la obesidad, el colesterol LDL (colesterol “malo”) elevado, exceso de grasa en la sangre (triglicéridos), bajo nivel de colesterol HDL (colesterol “bueno”), hipertensión y resistencia a la insulina.

Cada uno de estos factores es peligroso por si solo, pero cuando se combinan aumenta de manera importante el riesgo de enfermedad cardiaca y derrame cerebral. A estos factores de riesgo también se los conoce como síndrome metabólico, síndrome X y síndrome de resistencia a la insulina.

¿QUIÉN ESTÁ EN RIESGO?

Las personas obesas tienen mayor riesgo de enfermedad cardiaca, derrame cerebral y diabetes tipo 2, debido principalmente a que el peso afecta la forma en que la insulina actúa en el cuerpo.

La insulina, una hormona producida por el páncreas, ayuda a controlar los niveles de azúcar y grasa en la sangre. Cuando el cuerpo es resistente (o menos susceptible) a la insulina, se acumula más azúcar en la sangre; esta condición puede producir diabetes.

Sin embargo, la resistencia a la insulina puede darse en personas que no son obesas y les aumenta el riesgo cardiometabólico tanto como a las personas obesas.

Las personas con riesgo cardiometabólico tienen varios factores de riesgo agrupados, si poseen uno es probable que los otros también estén presentes.

TRATAMIENTO

El objetivo del tratamiento es llegar a los valores óptimos para cada factor de riesgo. Cambios en la dieta, la actividad física y el estilo de vida en general son los primeros pasos hacia la pérdida de peso en las personas obesas. Pero si usted tiene otros problemas médicos tales como diabetes o enfermedad cardiaca, su médico puede ayudarlo con medicamentos para elevar su colesterol bueno y/o bajar el colesterol malo, los triglicéridos, la presión sanguínea y el azúcar en la sangre.

Lo mejor que puede hacer para reducir su riesgo cardiovascular es adoptar un estilo de vida saludable. Evite el exceso de peso, haga ejercicios físicos, aliméntese de manera saludable, deje de fumar y modere su consumo de bebidas alcohólicas.

Tenga presente que la pérdida de peso repercute de manera muy importante en su calidad de vida.

Si tiene exceso de peso, es obeso o cree tener algunos de los factores de riesgo descritos anteriormente, no lo dude: hable con su médico.

OBESIDAD ABDOMINAL

El perímetro de cintura es un parámetro utilizado en la evaluación de pacientes con sobrepeso y es el más importante a la hora de hablar de riesgo cardiovascular y metabólico.

Según la distribución en el cuerpo del exceso de tejido adiposo tendremos dos tipos de obesidades: femoroglútea, localizada preferencialmente a nivel de los muslos y cola que es característica del sexo femenino, y abdómino-visceral, localizada preferencialmente en el abdomen.

En este caso, si bien clásicamente fue descripta en varones también es posible observarla en mujeres.

La obesidad abdómino-visceral es la que más nos preocupa.

Precisamente es este el tejido adiposo productor de sustancias que promueven el desarrollo de enfermedad cardiovascular y metabólica.

La medición con un centímetro del perímetro de la cintura nos da una idea de cuánta grasa hay depositada dentro de la cavidad abdominal.

Así se establece como valores ideales de perímetro de cintura, 94 cm. o menos para el hombre y 80 cm. o menos para la mujer. En tanto que los valores asociados con problemas cardiometabólicos (diabetes, hipertensión, alteración del colesterol y los triglicéridos, y enfermedad coronaria) son 102 cm. o más para hombres y 88 cm. o más para mujeres.