Entrevista
“Ponerse la camiseta de la Selección, no tiene precio”
Valentín Marchisio parte el próximo miércoles rumbo a Hamburgo, Alemania, para disputar el Campeonato Mundial de Básquet de la categoría U-17.
Juliano Salierno
Nació el 22 de enero de 1993 en San Justo; tiene 17 años y es una de las promesas del básquetbol nacional. Valentín Marchisio integra el Seleccionado Argentino U17 que la semana que viene viajará a Alemania para disputar el campeonato mundial de esa categoría.
“Tino”, como le dicen en casa, inició su formación deportiva en el Club Colón de San Justo y desde 2008 integra la plantilla de jugadores de Sionista de Paraná, institución que disputa los puestos más importantes de la Liga Nacional de Básquetbol.
Mide 1,88 m y juega de base para la Selección juvenil que dirige el reconocido entrenador Enrique Tolcachier.
Este lunes finalizó la concentración, que se inició con una lista de 27 jugadores, de la que quedaron 12. El viernes partirá a Buenos Aires para reunirse con el resto del grupo y la semana que viene emprenderá viaje rumbo a Alemania.
Antes de subirse al avión, el base del Seleccionado albiceleste habló de los nervios por la convocatoria, la felicidad del viaje y el sueño de campeón.
—¿Cuándo salen para Alemania?
—El 23 de junio.
—¿Ya les adelantaron algo del viaje?
—-La verdad, no mucho; lo que sí sabemos es que nuestro debut en el torneo es contra Estados Unidos, así que, metidos de lleno en ese partido.
—¿Cómo viviste la preselección?
—La viví con muchos nervios, pero sabiendo que, haciendo lo que sé hacer, iba a tener chances de formar parte del equipo.
—¿Cómo es jugar para la Selección Argentina?
—Hasta ahora, es lo mejor que me pasó, y seguramente lo seguirá siendo porque ponerse la camiseta de la Selección no tiene precio.
—¿Cuántas convocatorias tuviste desde que empezaste a jugar?
—La verdad, no me acuerdo con exactitud la cantidad, pero alrededor de 15 desde la primera, que fue en febrero de 2008, hasta la última, la semana pasada, de las cuales solamente dos no fueron en Capital Federal, sino en Villa Ángela, Chaco, en 2008, y en Coronel Suárez el año pasado.
—¿Campeonatos ganados con la celeste y blanca?
—Solamente el Sudamericano de 2008 en Guanare, Venezuela y en el Panamericano de Mendoza subcampeones. ¡Pero ahora vamos por el mundial!, ¿eh?
—¿En qué posición jugás?
—De 1 y de 2 (base y ayuda base).
—¿Qué te pide el entrenador?
—Como en todo equipo, cada jugador tiene un rol diferente del de otro; sin embargo, no nos pide muchas cosas puntuales a cada uno. Lo que más se le requiere al equipo es defensa, no rebotes ofensivos, máximo 10 pérdidas por partido y, por encima de todo, mucha entrega.
—¿Sos titular o suplente?
—En los amistosos previos al mundial no entré desde el arranque, pero, al ser un equipo muy largo, la rotación en constante.
Pago entrerriano
—¿Cuánto hace que estás en Sionista?
—Hace desde 2008 que estoy en el club.
—¿Cómo te va en Paraná?
—La verdad que estoy bien, cómodo, haciendo lo que me gusta y en un club de Liga Nacional, que en las últimas temporadas demostró que es uno de los grandes del país.
—¿Cómo viviste las semifinales con Atenas en la última temporada?
—Uh, sufrí mucho viendo esos partidos. Si bien Atenas tenía un muy buen plantel, yo le tenía mucha confianza a mis compañeros de que llegaran a la final. No se dio, pero terminaron haciendo una muy buena temporada, sin dudas.
Primeros pasos
—¿Que recordás de tus primeros pasos en el básquet en Colón de San Justo?
—Tengo muchos recuerdos, compañeros, entrenadores, etcétera, pero algo que disfruté mucho fue haber jugado varios años con mi hermano (Román participa en la categoría U-17), y tuvimos la suerte de ganar dos veces el torneo de la ASB en el mismo año; ése es un lindo recuerdo.
—¿A qué edad te fuiste de San Justo?
—Me fui a los 15 años, en 2008. Tomé esa decisión porque pensé que era la correcta para seguir progresando.
—¿Cómo fue el cambio?
—Al principio me costó un poco adaptarme, lo que es común. Pero enseguida me acomodé.
Sueño de elite
—¿Qué aspiraciones tenés con el deporte?
—Me fijé un objetivo, el cual es poder llegar a jugar una buena liga en Europa.
—¿Qué te dicen tus viejos?
—Ellos son dos de las personas más importantes para mí, porque siempre tienen una recomendación, un consejo... Y uno, a veces, en el momento no les presta mucha atención, pero después te pones a analizarlo y te das cuenta de que son lo más. Siempre están conmigo en cada decisión que me toque tomar.
—¿Y tus amigos de San Justo?
—No sé que decir de ellos, pero siempre están al tanto de lo que hago y, cada vez que voy a casa, me hacen dar ganas de volverme a vivir ahí. ¡Ja, ja!