Presentaron el proyecto de riego

Cambio de paradigma cañero

Durante la 10º Jornada Anual de Caña realizada en Tacuarendí se expusieron detalles de las alternativas en evaluación. No sólo pondría a salvo al cultivo de la sequía, sino que elevará rindes y generará mayor actividad en los ingenios.

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Cosechadora accesible. En la jornada se presentó un prototipo de arrastre diseñado para pequeños productores.

FOTO: Néstor Carvallo

 

Juan Manuel Fernández Néstor Carvallo

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La cuenca cañera santafesina comienza a vislumbrar un futuro sustentable gracias al cambio de paradigma que significará la incorporación del riego artificial y la producción de bioetanol.

Interrelacionados, ambos factores permitirán no sólo sortear la inestabilidad climática, sino también lograr mayores volúmenes de producción, además de sumar más meses de actividad en los ingenios.

El entusiasmo es tal que ya se le asignó una nueva denominación a la zona que se extiende entre El Sombrerito y Florencia, en el departamento General Obligado, a la que ahora se llama “Polo Sucro-Alcoholero”.

El pasado martes 8 de junio, uno de los principales atractivos de la 10º Jornada Anual de Caña de Azúcar realizada en el Centro Operativo Experimental de Tacuarendí (COET), fue justamente la presentación del proyecto que permitirá regar 10.000 hectáreas.

Con el menor impacto

El ingeniero civil Juan Pablo Acuña, coordinador de preparación de proyectos del Prosap (Programa de Servicios Agrícolas Provinciales), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura nacional encargado de ejecutar el proyecto y financiar la obra, brindó algunos detalles ante un buen número de productores y funcionarios presentes.

A grandes rasgos la obra consistirá en la construcción de una toma sobre el río Paraná, o algún afluente, y la posterior canalización para trasladar el agua hasta los campos de los productores, quienes deberán costearse la implementación del sistema de riego. Esto implicará, inevitablemente, poner a disposición vías de financiamiento pero también capacitación para un manejo eficiente y sustentable del recurso.

La primera instancia consiste en evaluar dónde se construirá la toma de agua y cómo se trasladará el líquido. El Prosap presentó a la provincia 6 alternativas con un costo promedio de u$s 30 millones (aproximadamente 48 la más cara y entre 25 y 27 la más económica), que serán costeados en un 80% por el Banco Mundial y el resto por la provincia.

“Las directivas que recibí fue hacer el proyecto lo más rápido posible, conservando la calidad técnica porque tiene que ser aprobado por los organismos técnicos, ambientales y económicos del Banco Mundial”, explicó Acuña.

La cuestión ambiental es determinante e inversamente proporcional con el costo, ya que las alternativas más económicas tienen un mayor impacto y por eso estarían descartadas. Por ejemplo no de esos casos sería alimentar la Laguna del Medio en Florencia y desde allí derivar el agua.

Las mayores chances la tiene la alternativa que plantea instalar la toma sobre el brazo Virá Pitá, en la zona de Puerto Ocampo, y entubar los canales de traslado, que recorrerían entre 18 y 20 kilómetros. También hay otra posibilidad desde ese lugar que consiste en construir un canal a cielo abierto y con la tierra de la excavación afirmar el camino al puerto (una obra necesaria), pero tendría mayor impacto ambiental.

Plazos y obligaciones

El funcionario del Prosap relató que entre febrero y marzo se entregaron las alternativas a las autoridades provinciales, que ahora tienen que mover la próxima ficha que habilite una de las propuestas. “Actualmente (la decisión) está en manos del Ministerio de Aguas, porque la provincia es la que debe definir qué alternativa se realiza”, precisó Acuña.

Sobre los plazos, estimó que la ejecución del proyecto demandaría 7 meses a partir de que la provincia apruebe una alternativa. “En este momento estamos en este impass”, dijo, y agregó que luego el banco podrá tardar unos 2 meses más. “Si la provincia lo definiera ahora nosotros en abril mayo del año que viene deberíamos estar licitando la obra. Desde ahí hay un plazo de ejecución de 18 meses”, puntualizó.

Elbio Lovisa, especialista en caña de azúcar y asesor técnico del COET, estimó que, si los trámites se aceleran, el sistema podría funcionar eficientemente en un plazo de entre 3 y 5 años. Es que a los tiempos de construcción también habrá que agregarle otros aspectos no menos importantes y complicados, como la indispensable capacitación de los productores ya que “puede ser más caro que no regar”. Además, habrá que adecuar campos y ajustar cuestiones legales para el paso de los canales por terrenos privados.

Asimismo está pendiente decidir qué sistema de riego se aplica. “Se están viendo varias cosas en las propuestas del Prosap: equipos de pivote; también por goteo, pero es más caro”, comentó Lovisa, quien maneja lotes experimentales en las instalaciones del Ministerio de la Producción en Tacuarendí.

Experiencias previas

El especialista explicó que es preferible la aspersión o el goteo a la inundación porque se utiliza mejor el recurso. Los sistemas de dosificación aprovechan el 90% del agua contra un 65% de la otra variante, aunque en materia de costos el goteo puede implicar el triple de inversión: entre $1.800 y 2.000 por hectárea. Además, Lovisa comentó que los cálculos de los caudales de agua a transportar están hechos en función de sistemas de riego por aspersión.

Mario Mendiondo, dirigente del sector y titular de la Mesa Azucarera Santafesina, comentó el gran impacto que tendrá la obra en el norte. “El riego para 10.000 hectáreas haría posible una zafra de 500.000 o 600.000 toneladas de caña que permitirían trabajar entre 4 y 5 meses a los ingenios”, se entusiasmó.

Actualmente hay unos 10 cañeros que riegan en la región, aunque con agua de pozo y por inundación. Hugo Massaro es uno de ellos y contó su experiencia durante la jornada. “Es rentable”, aseguró, porque hay una diferencia de entre 30 y 50% en el rinde. Para ello necesita volcar 200 milímetros a un costo equivalente a 8 o 9 toneladas y media de caña puesta en el ingenio.

Dada la importancia del proyecto y la dependencia que tendrá de la actitud de los productores para que sea posible, Mendiondo no dudó en conminarlos a comprometerse en la empresa: “señores productores, en nosotros los cañeros cabe la responsabilidad de hacer fuerte a la cuenca; juguémonos, hay decisiones políticas de acompañarnos”.

La ejecución del proyecto demandaría 7 meses a partir de la aprobación de la provincia. “En este momento estamos en este impass”, dijo el referente del Prosap.


 

con aspersión o goteo se aprovecha el 90% del agua y solo el 65% por inundación, aunque en materia de costos el goteo puede implicar el triple de inversión: entre $1.800 y 2.000 por hectárea.

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Dos cultivos energéticos. Caña y sorgo serán la materia prima para etanol.

FOTO: Néstor Carvallo

Arrancó la zafra

El miércoles 16 se puso en marcha el ingenio azucarero INAZA S.A. de Villa Ocampo, hecho que marcó oficialmente el inicio de la molienda de caña de la temporada 2010.

Las estimaciones preliminares indican que se llegarían a moler 150.000 toneladas y que los rindes serían muy dispares con pisos de 20 toneladas de caña por hectárea y topes de hasta 100. Semejante disparidad se da porque muchos lotes cuentan con cultivos viejos, de entre 3 y 5 años, que sufrieron la última sequía.

Por el momento estiman que se plantarán entre 2.000 y 2.500 hectáreas, más 1.500 de renovación, lo que arrojaría un incremento probable del área de 1.000 hectáreas.

Una buena noticia es el precio actual del azúcar de $3 el kilo, mientras la zafra anterior se terminó pagando $1.30.

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