Ajedrez

Karpov en La Paz

 

DPA

El ex campeón mundial de ajedrez Anatoli Karpov bromeó ayer con la “gran altura” de La Paz, capital boliviana, después de cerrar con tablas una partida de ajedrez con el presidente Evo Morales en una presentación protocolar.

“Yo creo que ningún campeón del mundo se ha elevado a tanta altura”, comentó Karpov sobre su presentación en La Paz con una partida simbólica con el mandatario boliviano, y otras simultáneas con 20 niños y adolescentes en el Palacio Quemado de La Paz.

Morales usó fichas blancas y la partida duró un par de minutos. El más emocionado parecía ser el presidente boliviano, que de niño aprendió a jugar ajedrez cuando vivía en la comunidad campesina de Orinoca en la jurisdicción del departamento de Oruro, en el suroeste de Bolivia. “Jamás soñaba en Orinoca (su pueblo natal) que un día jugaría con un campeón del mundo”, dijo Morales.

Karpov realiza una gira por Sudamérica para la promoción de sus escuelas de ajedrez que ya funcionan en 26 países, y para conseguir votos para su acceso a la presidencia de la Federación Internacional de Ajedrez (Fide).

Karpov, de 59 años y apartado ya prácticamemte del tablero, dedica ahora su vida a difundir y fomentar la práctica del ajedrez.

La llegada del ruso coincidió con el anuncio del viceministro boliviano de Deportes, Miguel Ángel Rimba, de fortalecer la práctica del ajedrez en las escuelas y colegios del país.

Bolivia, 86 del ranking mundial, tiene sólo un gran maestro, Osvaldo Zambrana.

Karpov es además embajador de la Unicef y ahora aspira también a la presidencia de la Federación Internacional de Ajedrez (Fide). En sus visitas a Perú y Bolivia, promocionó su candidatura. Su próximo destino será Argentina.

Karpov, nacido el 23 de mayo de 1951 en Slaoust, aprendió a dar jaques a la edad de cuatro años de mano de su padre, ingeniero de profesión. Los éxitos no tardaron en llegar: campeón de Europa junior en 1968 y en 1980, con 19 años, consiguió el título de gran maestro.

El ruso, que en su dilatada carrera ganó más de cien torneos, un récord mundial, conquistó en nueve ocasiones el “Oscar” al mejor jugador del año. En septiembre de 2009 desapareció por vez primera tras muchos años del “top 100” del ranking de la Fide.