Los “charrúas” buscan jugar la final de la Copa del Mundo
Para honrar la historia
El elenco que conduce el “Maestro” Oscar Tabárez buscará mañana, ante el potente seleccionado de Holanda, algo que no consigue desde 1950, para volver a situarse en el tapete del fútbol mundial.
Festejo interminable. Todo el plantel unido en la alegría por el pasaje a semifinales. Intentarán repetir mañana, aunque la empresa será muy complicada.
Foto: Agencia EFE
Redacción El Litoral
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En el comienzo fue Uruguay el que marcaba el camino a todo el planeta futbolístico, y siguió siendo protagonista hasta la década del “70. Después, ingresó en un pozo futbolístico, fundamentalmente a la hora de generar grandes jugadores, y eso se tradujo en malos resultados y ausencias en las sucesivas competencias con la copa del mundo en juego.
Pero el momento del regreso llegó, tal vez cuando menos se lo esperaba, pero llegó. Mañana, el conjunto de camiseta celeste buscará un lugar en la final del Mundial de Sudáfrica cuando enfrente a su par de Holanda, uno de los conjuntos favoritos a levantar el trofeo máximo que se puede ganar en este deporte.
Será muy difícil, por las realidades de ambos equipos y porque, encima, entre lesionados, expulsados y suspendidos, los conducidos por Oscar Washington Tabárez llegan diezmados a esta batalla trascendental. Sin embargo, un Mundial es una historia muy diferente a todas, y en la cancha serán 11 contra 11.
Hecho histórico
El primer campeón en la historia de los Mundiales, y última selección que selló su visado para Sudáfrica, espera volver a una final como la que lo consagró hace seis décadas a expensas, esta vez, de un adversario que ha ido derribando duros obstáculos para superar en el torneo de 2010 los segundos lugares en 1974 y 1978.
El fútbol compacto de Uruguay, un equipo muy solidario, que hace daño cuando juega bien y sabe salir a flote tras los momentos en los que sufre, se va a encontrar con el juego más vistoso y ofensivo de los holandeses.
Celeste
La diferencia entre la trayectoria de ambos equipos viene marcada por las dificultades que ha tenido Uruguay en algunos encuentros, en especial durante algunos minutos con Corea del Sur y en el partido ante Ghana, mientras que Holanda ha resuelto con triunfos sus cinco partidos precedentes.
La celeste llegó a Ciudad del Cabo procedente de Johannesburgo para afrontar el encuentro con la baja segura de Nicolás Lodeiro, que se perderá lo que resta de Mundial por una fisura en el pie, y las de Jorge Fucile y Luis Suárez, suspendidos: el primero por acumular dos tarjetas amarillas y el segundo por expulsión.
A estas tres bajas importantes se une la del defensor Diego Lugano, el capitán del equipo, que quedará afuera como consecuencia del esguince de rodilla que sufrió en el partido ante Ghana. Lo positivo es la recuperación de Diego Godín, un hombre clave en el centro de la defensa uruguaya, que será titular.
Naranja
En las filas de Holanda las novedades son mínimas. La molestia que siente en el codo izquierdo no le impedirá al jugador de Arsenal, Robin Van Persie, jugar desde el inicio, según lo constató una ecografía.
Además, también estará a disposición el defensor central Joris Mathijsen, quien fue reemplazado en los minutos previos al partido con Brasil al lastimarse la rodilla derecha durante el calentamiento.
Como un “cruce peligroso” ha calificado Bert Van Marwijk el enfrentamiento con Uruguay en la fase de semifinal. “Lo que importa es el próximo partido. Necesitamos concentrarnos en Uruguay y no es fácil. Los uruguayos no han alcanzado la semifinal por la cara bonita, de modo que tenemos que concentrarnos de nuevo y no pensar que ya hemos llegado”, precisó.