Faltan desde hace dos meses

Vecinos de Mariano Comas piden que vuelvan las rondas policiales

Las recorridas de agentes de la policía dejaron de hacerse en Mariano Comas debido a una restructuración de la fuerza. Los vecinos solicitan que vuelvan, para tranquilidad de todos.

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Las caminatas de los policías en las calles del barrio dejar de verse; según los vecinos, por eso hay más robos.

Foto: El Litoral

 

De la Redacción de El Litoral

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Desde hace aproximadamente dos meses, oficiales de la policía dejaron de realizar caminatas por diferentes sectores de barrio Mariano Comas; como consecuencia inmediata, los vecinos advierten sobre el incremento de arrebatos en los alrededores de la Facultad de Derecho, de la Esc. Almirante Brown y en las paradas de colectivo.

Marcelo López, presidente de la asociación vecinal Mariano Comas, comentó a El Litoral que antes, tres parejas de policías circulaban por la zona, “pero desaparecieron”. La explicación que recibió de parte de los representantes de la fuerza en el barrio es que “estaban esperando que egresen más oficiales para reorganizar las rondas”.

A su vez, y debido a la preocupación manifestada en los medios, se comunicó con el vecinalista el secretario de seguridad Municipal, Diego Porettis.

Casualidad o no, esta semana reaparecieron dos agentes en las calles de Mariano Comas. “Sin duda que son insuficientes, no estamos pidiendo ninguna locura”, dijo López y agregó sobre los robos que, “si se consulta en las comisarías del barrio, seguro que dicen que no aumentaron lo delitos, porque la gente ya no hace la denuncia. Lo que sabemos es por el “boca en boca’ o porque vienen a la vecinal y cuentan que a un hijo lo arrinconaron y le robaron el celular”.

El representante insistió en que es necesario prevenir con la presencia policial porque “no queremos que pase algo más serio o que la zona sea cada vez más fácil para los ladrones”.

Presencia que tranquiliza

La frecuencia con la que ocurren los robos descriptos por López, en cualquier barrio de la ciudad, genera que en muchas ocasiones los vecinos identifiquen a los ladrones mediante determinadas características. A veces, por ejemplo, se destaca que están en moto con el casco puesto, andan en bicicleta y detienen a los peatones, usan gorros o son muy jóvenes.

En el caso de Mariano Comas, la particularidad pasa porque ya varias víctimas identificaron a dos chicas. “El caso que más nos asombró fue el de dos mujeres jóvenes que, a la hora de la siesta, le robaron a otra. Supimos que en otro barrio hicieron lo mismo”, detalló López.

El vecinalista reniega de tener que acostumbrarse a vivir con temor a que les ocurra algo, aunque reconoce que “a los más chicos les decimos que no reaccionen y que entreguen todo. Además, se sabe que no es necesario que los asalten armados para que sea un momento muy feo: con que los arrinconen y asusten es suficiente para tener miedo de andar”.

Por eso, insisten en la presencia policial en la calle “porque, cuando se ven, la gente está más tranquila”. López sabe que lograr tener nuevamente los agentes en la calle es una medida inmediata y efectiva, pero no suficiente. “Cuando hicimos en la vecinal la Junta barrial de seguridad, hablamos de la necesidad de reinsertar en la sociedad a una gran cantidad de chicos que están en la calle y que, a veces, son los que roban. Eso es cierto, pero a los vecinos no podemos decirles que, dentro de 20 años, el nieto del que robó va a estar reinsertado porque lo que quieren es salir a barrer la vereda tranquilos hoy. Para eso necesitan ver pasar un patrullero que, si bien no asegura que no le van a robar, genera calma”.