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El que quiere no puede (y viceversa...)

Darío Pignata

José Luis Marzo nació en diciembre. Fernando Andrés Márquez también. Pero Marzo nació en el ‘71 y Márquez en el ‘87. Entre los dos hay 16 años de diferencia y la primera conclusión surge sola: el “Loco” podría ser el padre del “Cuqui”. A los dos los une la camiseta de Unión, el club que los formó y les dio la posibilidad de anotar sus nombres en el fútbol profesional.

Nacido el 28 de diciembre de 1971 en Paraná, el “Loco” está más cerca de los 39 que de los 38. Puede que El Expreso de El Trébol, equipo que participa de la Liga Departamental San Martín, y Atlético María Grande, de la Liga de Paraná Campaña, sean definitivamente sus dos últimas estaciones donde pare el tren del gol. Quiso volver a Unión, pero los años se le vinieron encima. Sin carnaval ni comparsa. Aunque resulta antipática, la fría decisión de los directivos y Kudelka fue previsible. El no al fútbol profesional es indiscutible. Lo que sí es discutible es porque Unión no le busca un ámbito de reconocimiento laboral a uno de sus últimos grandes ídolos: ¿no podría enseñar definición a los delanteros en inferiores? Respetuosamente, pasaron tantos ilustres desconocidos sin pena ni gloria, que bien puede contemplarse el tema.

Nacido el 10 de diciembre de 1987 en Santa Fe, el “Cuqui” tiene todo para explotar, pero su lugar en el mundo no parece ser la ciudad de Garay. Así está Unión hoy. El que quiere, no puede. Y el que puede, con toda la vida por delante y un “Te doy la 9 de Unión” de parte de Kudelka, no quiere. Desesperadamente, pidió irse a Crucero del Norte a jugar el Argentino, imploró salir de Unión porque —según dijo— “acá me putean mucho, no aguanto la presión”. Cuando volvía de estas vacaciones, hice noche cerca de Posadas y el diario El Territorio lo tenía en su tapa con el título: “Llegó Márquez, llegó el gol”.

El “Cuqui” le dijo no a Unión, como antes le había dicho no a un excelente negocio en Egipto. Cada uno debe trabajar donde tenga ganas, eso está claro. Es posible que el “Cuqui” se haya animado a decir lo que le pasa a otros pibitos tatengues que se quedan callados y también se achican ante la primera puteada de la Techada. Tiene todo su derecho.

Sólo pienso que el que quiere, ya no puede, como el “Loco” Marzo. Y el que puede, como el “Cuqui” Márquez, no quiere. Por lo visto, ya ninguno de los dos volverá a ser tapa de El Litoral. El “Loco” quedará en la historia por siempre. Y el “Cuqui” peleará por ser tapa, pero en la tierra colorada.

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