José Ospina Valencia

La prensa opina

Una China más potente no es tan mala

Deutsche Welle

Los editorialistas europeos comentaron el ascenso de China como segunda economía más grande del mundo, el rol de este gigante asiático en la crisis financiera, y las lecciones que debe aprender Beijing del país nipón.

Berliner Zeitung, de Berlín: “En el 2020, China podría relevar de la cima a Estados Unidos. A más tardar en ese momento el dominio occidental será parte del pasado. ¿Tenemos que preocuparnos? Si medimos al gobierno chino por sus acciones macroeconómicas, podemos otorgarle un dictamen positivo. Éste hace honor al rol económico mundial de China en la crisis. En particular, gracias al mega-programa de coyuntura el comercio mundial está en auge. Además, el gobierno chino -a diferencia de los alemanes y japoneses- entiende que un modelo económico basado únicamente en las exportaciones está condenado al fracaso. Y con la clara confesión de China de préstamos del Estado a la Eurozona finalizó la especulación contra el euro. En resumen: más influencia de los chinos no puede perjudicar.”

The Times, de Londres: “La economía china es hoy 90 veces más grande que en 1978. Este crecimiento ha sacado de la pobreza a por lo menos 300 millones de personas. Japón, en cambio, se estancó. La burocracia invirtió el dinero en proyectos públicos, pero a la vez elevó el endeudamiento del Producto Interno Bruto al doble. China pelea con la contradicción de ser al mismo tiempo un país en desarrollo y también la segunda potencia económica a nivel mundial. En esta posición, Beijing debe analizar seriamente su rol en el mundo. Y la lección de la experiencia de Japón es que la superación de las reformas desaprovechadas puede tomar el mismo tiempo o más que los minutos de gloria.”

Le Figaro, de París: “Fue algo esperado por mucho tiempo, y ahora es una realidad: China escaló como segunda potencia económica después de Estados Unidos, y se le adelantó a Japón. ¿Quién se iba a imaginar hace 20 años que un día Japón, con su extremadamente eficiente industria y su incomparable progreso tecnológico, fuera a ser superado por su vecino chino con trabajadores con chaquetas tipo Mao? Y el desarrollo aún no ha llegado a su fin, ya que Beijing reporta en buenos y malos años un crecimiento entre el 8% y el 11%, lo que no puede ofrecer ninguna otra potencia económica en el mundo. Esta aplanadora de vapor se estigmatiza en el extranjero con frecuencia como un fantasma que asusta. Pero China es el país que en la actualidad es casi el único que estimula el crecimiento mundial, y que además financia los déficits de Occidente.”