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“Patagonia de puño y letra”
La Patagonia es un desierto poblado de personajes y aventuras e invenciones increíbles. Mario Markic se dedica a recorrer a través de las páginas de “Patagonia de puño y letra” esas historias reales en el fin del mundo. Desde el origen del mito, con Hernando de Magallanes y Antonio Pigafetta, pasando por el corsario ajusticiador Francis Drake, Charles Darwin y Robert Fitz Roy, Thomas Bridges y la misión anglicana en Tierra del Fuego, la pionera Ella Hoffmann de Brunswig, el célebre presidio de Ushuaia y los recorridos de Antoine de Saint-Exupéry.
“Su solo nombre remitía al anatema de Darwin -’la tierra maldita’- que viajeros y exploradores de diversas épocas no se ocuparon de enmendar. Para los europeos siempre fue “tierra de nadie’, y toda una mitología creció y fue alimentándose durante cuatro siglos: temor al vacío, a lo desconocido, territorio plagado de monstruos y de alteraciones geográficas inexplicables”, anota Markic, pero inmediatamente debe dar la contracara de esa visión funesta: “Patagonia es sinónimo de futuro, una tierra de promisión, de progreso indetenible: eso se nota hasta en las anchas calles con las que se diseñaron las ciudades del sur argentino. La consigna era mirar hacia delante y no hacia ese ominoso pasado que, por oposición, era preciso ocultar”.
En cada uno de los distintos capítulos de este libro, que acaba de publicar Sudamericana, Markic trata una historia signada por esta tierra singular, creando el contexto adecuado para comprender el momento histórico, y con un apasionado acercamiento biográfico a los personajes que dieron carne a tales aventuras.
“Hoy, los ricos y globalizados turistas europeos, ya saciados sus apetitos de confort y tecnología, repiten el viaje que la aristócrata británica Florence Dixie hiciera hace 150 años al remontar el río Gallegos hasta las agujas verticales del Paine”. Aparte de dos aviadores de fuste, Plüschow y Saint-Exupéry, la “selección se completa con el conmovedor diario de una de las primeras mujeres europeas que llegaron para poblar la tierra indómita, el fracaso de los reverendos de la Sociedad Misionera, la siniestra historia del presidio más austral del mundo y la del viaje de Francis Drake, piratas para unos y caballero para otros, periplo que demostraría sus innegables condiciones de marino y que echaría por tierra extravagantes murmuraciones sobre monstruos y peligros que hicieron correr los españoles”.
