“Se me murió entre los brazos”

El humor negro se instala en la escena

De la redacción

Hoy a las 21.30 se estrena una nueva obra teatral dirigida por Luis Mansilla en el teatro de la Casa del Maestro. El autor es Alberto Drago.

 de El Litoral

Alberto Drago es un reconocido dramaturgo argentino, nacido en 1937 y dedicado también a la actuación, la docencia, la televisión y la radio. Caracterizado por escribir textos de profundo contenido nacional y reiteradas denuncias sociales, en 1981 fue uno de los impulsores de teatro abierto, en contra de la dictadura militar. Es socio fundador del Club de Autores y fue dirigente de Argentores en dos oportunidades, lo que facilitó la publicación de muchas de sus obras, entre las que se encuentran “Sábado de vino y gloria”, “Historias alegremente crueles”, “La Navarro” y “El que me toca es un chancho”.

“Se me murió entre los brazos” es una comedia de humor negro ambientada en los años 70 que cuenta la historia de dos hermanas docentes jubiladas que viven juntas en una antigua casa del barrio porteño de Caballito y cuidan de su padre enfermo. “Tata Juan”, como lo llaman, está en los últimos momentos de su vida y sus hijas han decidido velar por su salud día y noche hasta que él las abandone. Esta espera que las mantiene casi como esclavas en su propia casa, es la postal cotidiana de dos vidas reprimidas y sometidas a lo largo del tiempo. Pero llega un momento en que descubren la posibilidad que tienen de librarse de su padre y de sus ataduras, si “lo ayudan a irse” en un vuelco casi macabro que tiene la historia (fenómeno propio de la dramaturgia de Drago).

Esta noche, a las 21.30, subirá a escena esta obra dirigida por Luis Mansilla. Será en la Casa del Maestro e integran el elenco Noris Humeler, Celina Vigetti y Juan Müller.

El reflejo de una clase media pujante

Según sus protagonistas, esta obra -escrita en un momento particular de la historia argentina-, refleja la vida de dos personajes de clase media y todos sus conflictos puertas adentro. Mecha y Tina -como el barrio conoce a las hermanas-, aparecen como figuras resultantes de un descalabro familiar; las mujeres fracasadas que han convertido sus días en rituales cotidianos y fantasías que se traducen en actos crueles y perversos. El encierro y la castración las han convertido casi en depravadas, y no perderán la oportunidad de acechar a cualquiera que atraviese su puerta. Es así como, tras la muerte de Tata Juan, no perderán el tiempo llorando sino que irán en busca de algún hombre que rompa sus cadenas, alguien que les quite su virginidad y las libere al mundo.

“El texto de Drago -según sostiene el elenco-, fue muy complejo de abordar durante los primeros ensayos, porque la historia no se queda simplemente en relatar de manera anecdótica una situación para algunos cotidiana como la de cuidar de algún pariente enfermo, sino que va más allá y se mete en lo psicológico de una clase social que puja por defender sus derechos básicos de libertad y expresión, traducidos en el alivio que significa para estas hermanas deshacerse de su padre, cuando en realidad están conspirando en contra de su vida”.

Mansilla suma: “Drago ha sabido disfrazar una denuncia social latente durante los 80, que fue cuando la escribió, detrás de una comedia negra con muchas salidas cómicas y gags que incluyen escatologías, malas palabras y un abanico de modismos y costumbres típicas de la cultura argentina. El libreto es muy extenso y el ritmo que deben alcanzar los actores es fundamental para que el humor negro se comprenda como tal. Ha sido un arduo camino para todo el grupo”.

Los hacedores

Como ya se dijo, la obra se estrena hoy en la Casa del Maestro (bulevar Gálvez 950) y las funciones se extenderán durante todos los sábados a las 21.30. Interpretada por Celina Vigetti, Noris Humeler y Juan Müller, la comedia cuenta con la puesta en escena de Juan Müller y Luis Mansilla, escenografía y luces a cargo de José Ponce Aragón y con la dirección general del mismo Mansilla.