HPV: ocho de cada 10 mujeres lo contraerán

HPV: ocho de cada 10 mujeres lo contraerán

Expertos advirtieron que 1 de cada 600 de las pacientes que se infecten con el Virus del Papiloma Humano (HPV) evolucionará hacia el diagnóstico oncológico, motivo por el cual remarcaron la importancia de recurrir a la vacunación, pero además cumplir con los controles y exámenes de rutina.

FUENTE. PRO-SALUD NEWS. FOTO. EL LITORAL

“Cada año a nivel mundial se registran 500.000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero. De esos, se calcula que 270.000 mujeres morirán como consecuencia de la enfermedad. Esto quiere decir que estamos hablando de cifras altas, que tienen su reflejo -por supuesto a otra escala- en nuestro país, donde contraen cáncer de cuello de útero aproximadamente 4.000 mujeres por año, de las cuales 1.800 mueren”, sostuvo el Dr. David Fusaro, médico ginecólogo, director del Instituto Ginecológico de Buenos Aires, durante su exposición en el marco de un Taller sobre HPV y Cáncer de Cuello de Útero realizado recientemente en Buenos Aires.

Por eso, tanto frente a la posibilidad de desarrollar esta enfermedad, que en 1 de cada 600 casos es la antesala del cáncer, pero también para evitar la propagación del Virus del Papiloma Humano (HPV), tal como expresaron el Dr. Fusaro y la Dra. Alejandra Di Gregorio, médica ginecóloga del Hospital Centenario de Rosario, “es importante trabajar para fomentar la prevención primaria y la secundaria, así como también la difusión de información”.

“Aunque no todos los cuadros de HPV evolucionarán hacia el cáncer de cuello de útero, esta infección es una causa necesaria e ineludible de la enfermedad oncológica.”

“Esto quiere decir que está presente en el 100% de los cuadros. Por eso, es vital que informemos a las madres para que sean ellas las que puedan explicarle a sus hijas la importancia de contar con la vacuna, herramienta de prevención primaria, antes de comenzar la vida sexual”, planteó Di Gregorio.

Luego -agregó- hay que hacer hincapié en la necesidad de controlarse periódicamente y de cumplir con los exámenes que -en nuestro país- se utilizan para detectar la presencia del HPV: el Papanicolau y la colposcopía.

TRANSMISIÓN SEXUAL

El HPV posee más de 100 tipos diferentes, de los cuales 30 se alojan en la mucosa genital y es la infección de transmisión sexual más frecuente, razón por la cual la vacuna debería ser aplicada antes de comenzar a tener relaciones.

Lo que ocurre es que en nuestro país, por ejemplo, ésto suele dificultarse debido a que según numerosas investigaciones, la edad promedio de iniciación sexual ha disminuido notablemente, ubicándose en la actualidad en los 15 años.

“El HPV necesita una puerta de entrada al organismo, que es la que se produce con el microtraumatismo que genera un encuentro sexual. Por eso hacemos tanto hincapié en la necesidad de que estas cosas se sepan y de que se difunda información sobre esta patología, para que las chicas comiencen a pensar en la protección desde pequeñas. Esto es vital porque, detectado a tiempo, -con los métodos antes mencionados- el 90% de los cuadros de HPV remiten a los dos años, mientras que ‘sólo’ el 10% restante evoluciona debido a la persistencia de la infección”, agregó la especialista.

En el taller también participó el Lic. Gabriel Rolón, quien abordó la cuestión emocional generada como consecuencia del diagnóstico y los aspectos psicológicos referidos al cuidado del propio cuerpo.

SISTEMA INMUNE

Debido a que el HPV no genera inflamación, no bloquea el sistema inmunológico y no excede los epitelios (razón por la cual no ingresa al torrente sanguíneo), para el organismo resulta imposible poner en marcha su inmunidad, es decir, no puede darle batalla al virus.

“Es por eso que la única forma de detectarlo y, consecuentemente, poner en marcha el tratamiento es cumplir con lo que se llama prevención secundaria, es decir los métodos de diagnóstico. Desde este punto de vista no hay que esperar a tener síntomas porque, de hecho, éstos nunca van a presentarse, a menos que el cuadro ya haya progresado mucho y las manifestaciones tengan más que ver con una problemática general del organismo que con la patología puntual”, refirió el Dr. Fusaro, quien además destacó que “los ginecólogos tenemos un rol importantísimo en este sentido porque somos los que más cerca de la mujer estamos”.

En cuanto a los tratamientos, en caso que las lesiones producidas por el HPV sean precancerosas, el abordaje (destructivo) estará limitado al cuello uterino; mientras que si el cuadro está avanzado y las lesiones son cancerosas deberá recurrirse al tratamiento quirúrgico radical, es decir, la remoción del útero (en la etapa inicial) o bien a la quimio y radioterapia en las etapas más severas.