Elecciones presidenciales en Brasil

Lula da Silva cargó contra los grandes medios de su país

Aseguró que “destilan odio”. Los acusó de antidemocráticos y de apoyar a la oposición.

Lula da Silva cargó contra los grandes medios de su país

 

El presidente brasileño, que goza de una imagen positiva del 80%, dijo que “algunos diarios y revistas se comportan como si fueran un partido político con candidato, que no tienen el coraje de decir que tienen candidato”. Lo hizo en un acto de la campaña electoral de la candidata a la presidencia de Brasil, Dilma Rousseff, en el centro de la ciudad de Campinas, en el Estado de San Pablo. Foto: AGENCIA EFE

 

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Télam-EFE

El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, afirmó que parte de la prensa brasileña “no es democrática” y esconde sus preferencias por la oposición en una supuesta neutralidad partidaria por “falta de coraje”.

Al hablar en un acto de apoyo a la candidata presidencial oficialista, Dilma Rousseff, que finalizó esta madrugada en Campinas, Estado de San Pablo, Lula arremetió contra los grandes medios de comunicación privados, los cuales, aseguró, “destilan odio”, según reprodujo la agencia Ansa.

La dura reacción de Lula sucedió en la misma semana en que medios masivos como los diarios Folha y O Estado de San Pablo publicaron con amplio despliegue denuncias de supuestos actos de corrupción cometidos durante su gobierno, que se han convertido en el principal tema de campaña por parte del candidato presidencial opositor, José Serra.

“No sólo vamos a derrotar a los adversarios en las elecciones, sino también a algunos diarios y revistas que se comportan como si fueran un partido político con candidato que no tienen el coraje de decir que tienen candidato”, afirmó el presidente, quien goza de una imagen positiva de alrededor de 80 por ciento luego de ocho años de gestión.

Lula incluyó en su reclamo a la revista Veja, que denunció ayer un caso de sobornos de un ex funcionario de la Casa Civil (ministerio coordinador), cuya titular, Erenice Guerra, renunció el jueves pasado acusada de tráfico de influencias por un lobbysta que habló con el diario Folha de Sao Paulo.

“Esos medios no son democráticos y piensan que son democráticos. Democrático es este gobierno, que permite que todo el mundo diga lo que quiera. No seré yo el que los censure, será el lector, el oyente, el televidente que determinará lo que es mentira y lo que es verdad”, afirmó Lula.

La mitad más uno

A dos semanas de las elecciones, la candidata del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, reúne un 51 por ciento de apoyo en las encuestas contra 25 por ciento del opositor Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), según divulgó el viernes Ibope.

Durante su discurso, Lula insistió: “Los dueños de los diarios, los canales de televisión y de las revistas sentirían vergüenza si vieran lo que se está escribiendo en este momento en gran parte de la prensa brasileña”.

“Ellos hablan de democracia y no soportan escribir que el país crecerá el 7 por ciento este año, no se conforman que un metalúrgico sin universidad creara más empleo que los presidentes de la oligarquía que gobernaron este país”.

Dirigiéndose a los periodistas que cubrían el acto, les dijo: “Los dueños de los medios no son neutros, siempre eligen estar de algún lado”.

El mandatario atribuyó “el odio” de algunos sectores de los medios de comunicación a su condición de “pobre y metalúrgico que hizo en ocho años más universidades y escuelas técnicas que las elites de doctores y sociólogos que gobernaron en los últimos cien años”.

Lula afirmó que el PSDB del ex presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) y de Serra “cree que sus políticos nacen sabiendo y que son mejores que el resto del pueblo brasileño”.

“Los tucanos (como se les dice a los del PSDB) tienen el pico grande para hablar, pero el pico pequeño para hacer. Ellos odian que seamos los que más hicimos por Brasil en la historia”, afirmó, por último.

Serra liga a Rousseff con sobornos

El candidato opositor a la presidencia de Brasil, José Serra, vinculó hoy a su principal adversaria, la oficialista Dilma Rousseff, con supuestos sobornos pagados por la Casa Civil, pero la ex ministra y candidata del oficialismo afirmó que nunca permitió maniobras ilegales cuando estuvo al frente de esa repartición oficial.

El cruce de ambos postulantes se dio en una nueva jornada de actividad electoral en vistas de los comicios del 3 de octubre, en los que según los últimos sondeos la candidata del presidente Luiz Lula da Silva podrían alzarse con un triunfo en primera vuelta.

“Si sabía del soborno es un delito. Si no sabía, no es buena administradora porque fueron muchos años con un sistema de sobornos hasta para la compra de remedios”, dijo Serra, citado por Ansa, en referencia a su principal adversaria.

“Jamás permití y cobijé actividades ilegales en mi área de influencia. Tampoco lo haría en mi campaña. Tengo una historia pública”, dijo a su vez Rousseff a periodistas en Campinas, Estado de San Pablo.

El jueves renunció acusada de tráfico de influencias la jefa de la Casa Civil, Erenice Guerra, quien fue número de dos de Rousseff hasta marzo en ese puesto de coordinación ministerial.

La revista opositora Veja publicó hoy que uno de los asesores de la Casa Civil, socio en una empresa particular del hijo de la ahora ex ministra Guerra, recibió el año pasado 200 mil reales (unos 117 mil dólares) en un cajón de su escritorio en el despacho ubicado dentro del Palacio del Planalto. Ese dinero, según Veja, formaba parte de una comisión ilegal que el hijo de Guerra había recibido supuestamente por su actuación en la compra del remedio Tamiflú a gran escala para combatir la gripe A.

Rousseff, que lidera las encuestas con el 51 por ciento de los votos contra el 25 de Serra, afirmó que las denuncias no tienen vinculación con su campaña.

Erenice Guerra era la número dos de Rousseff en el ministerio coordinador y asumió el cargo principal en marzo, cuando la actual candidata debió renunciar al cargo para dedicarse a la campaña electoral.

Como “ganado”

Lula da Silva volvió a cargar hoy contra la oposición al afirmar que cuando estuvo en el gobierno trató a la población más humilde como “ganado”.

“Yo conozco por mis orígenes lo que fue la falta de respeto que hubo hacia el pueblo durante décadas, en las que los gobernantes apenas miraban a los que no necesitan del Estado. Y los que necesitaban de ayuda del Estado eran llevados a las periferias de las ciudades, como si fueran ganado. Esto se terminó”, dijo Lula.