Tribuna política

Las políticas sociales en Santa Fe

Las políticas sociales en Santa Fe

El playón de Alto Verde es uno de los más de 30 que se han construido en diferentes barrios, donde niños y adolescentes practican más de 340 talleres y actividades deportivas, culturales y recreativas semanales, en los contraturnos escolares. Foto: Luis Cetraro.

Arq. Alejandro Boscarol (*)

En los últimos días, se conocieron los datos del desempleo en Santa Fe. Las estimaciones oficiales del Indec difieren en gran medida de las realizadas por consultoras privadas, confirmando las sospechas populares acerca de la manipulación y el ocultamiento de datos por parte del gobierno nacional.

De por sí es grave que no podamos saber cuántos santafesinos se encuentran por debajo de la línea de indigencia y del umbral de pobreza. Sin embargo, es más grave aún que no se aproveche el momento de mayor crecimiento económico de nuestra historia para implementar políticas estructurales que transformen esta realidad. El escándalo de la pobreza en Argentina tiene su contracara en el escándalo de la injusta distribución de la riqueza.

También hay que decirlo: la Asignación Universal por Hijo es la única medida que ha logrado aliviar la situación de muchísimas familias.

Sin un cambio de política económica, es muy difícil tener éxito en la política social. Como dicen algunos analistas, cuando se destinan tantos recursos a la asistencia social es porque la política económica es claramente antisocial.

A pesar de este contexto que no ayuda, en la ciudad de Santa Fe tratamos de hacer nuestra parte.

Recibimos una ciudad ambientalmente degradada, políticamente corrompida y socialmente fragmentada. Con más de 40.000 familias sumidas en la pobreza, sin trabajo estable y viviendo en 38 barrios que prácticamente no figuran en el catastro municipal, es decir, de una informalidad absoluta. Y con un municipio desprovisto de las capacidades elementales y los recursos necesarios para afrontar los problemas, ya que basaba su accionar en degradantes políticas clientelares.

A casi tres años de gestión, estos mismos barrios hoy están mejor preparados ante lluvias y crecidas, porque se profundizaron los reservorios, se potenciaron las bombas, se desobstruyeron los desagües entubados y se limpiaron los de cielo abierto.

Las familias tienen la posibilidad de acceder a la propiedad de la tierra y la vivienda, con planos de mensura, subdivisión y loteo, con apertura de calles, numeraciones y espacios comunes de sociabilidad, consolidando el sentido de pertenencia e identidad comunitaria.

Se han construido más de 30 playones barriales para las prácticas de más de 340 talleres y actividades deportivas, culturales y recreativas semanales, en los contraturnos escolares, tratando de ocupar el tiempo libre de niños, niñas y adolescentes. Se crearon las orquestas de violines del SOS Música, para promover capacidades artísticas e integración social.

Se han creado 14 Centros de Desarrollo Social (solares) para promover los derechos integrales de niñas y niños, con alimentación diaria equilibrada nutricionalmente, libreta de salud, acciones de prevención de enfermedades y apoyo escolar. Asimismo, se fomenta el autoconsumo de verduras y hortalizas con asesoramiento técnico y seguimiento de más de 500 huertas familiares.

Se ha favorecido la empleabilidad con capacitación en herrería, albañilería, construcción de accesorios, fotografía, diseño de indumentaria, a más de 3.500 personas desocupadas. Más de 2.000 personas dejaron de cobrar su plan social para tener una oportunidad laboral, ya sea en forma individual con un microemprendimiento o conformando colectivamente algunas de las 70 asociaciones y cooperativas en limpieza barrial, equipamiento urbano, recuperación de residuos y promoción cultural. Hoy, 2.500 nuevas familias de 9 barrios ya tienen agua potable gracias al trabajo de estas cooperativas y se están por iniciar otras 2.000 más. Y en Santa Rosa de Lima, 2.500 familias en el corto plazo tendrán listos sus desagües cloacales.

También creamos La Baulera y la Feria Popular Norte agrupando a miles de emprendedores informales y apoyando su actividad, que es su única alternativa de subsistencia.

Desde el gobierno de la Ciudad, también apostamos al desarrollo y a generar empleo con la reactivación del Puerto, la construcción del Parque Industrial, los Mercados Norte y Progreso y el fomento al turismo a partir de las cualidades paisajísticas, culturales e históricas de nuestra ciudad.

Sabemos que no es suficiente. Sabemos que muchas de las respuestas sociales están en la economía, que sigue agrandando la brecha entre ricos y pobres, y que las decisiones políticas nacionales más importantes aún no se han tomado. También sabemos que la ciudad de Santa Fe ha empezado a abordar el problema, no sólo escuchando a los vecinos desde la cercanía sino ofreciendo alternativas para transformar esta cruda realidad. Con la gestión del intendente Barletta, la ciudad ya comenzó a transitar un camino de recuperación y crecimiento con mayor integración social.

(*) Secretario de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad de Santa Fe.

Recibimos una ciudad ambientalmente degradada, políticamente corrompida, socialmente fragmentada y con más de 40.000 familias sumidas en la pobreza.

Con la gestión del intendente Barletta, la ciudad ya comenzó a transitar un camino de recuperación y crecimiento con mayor integración social.