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Confunde “inflación” con “felación”

La ex ministra francesa de Justicia Rachida Dati se tomó hoy con humor la confusión que tuvo en un programa en directo, cuando en lugar de decir “inflación” dijo “felación”. “Si eso hace reír a la gente...”, se medio consoló en la radio RTL la hoy eurodiputada del partido de Nicolas Sarkozy cuando le preguntaron por el lapsus que tuvo la víspera en la televisión Canal+. El error de la ex ministra “sarkozista” tuvo una gran repercusión en internet. “Cuando veo que algunos (fondos de inversión extranjeros) piden tasas de rentabilidad del 20 ó 25 por ciento con una felación casi nula...”, aseguró Dati en un programa dominical.

Escáneres de cuerpo entero en un aeropuerto alemán

El ministro alemán de Interior, Thomas de Maiziere, puso hoy en funcionamiento los dos primeros escáneres de cuerpo entero para el control del embarque de pasajeros en el aeropuerto alemán de Hamburgo. Los aparatos, que estarán funcionando durante un período de prueba mínimo de seis meses, permiten localizar armas o explosivos ocultos en la ropa junto al cuerpo sin necesidad de realizar registros. El ministro subrayó que nadie esta obligado durante el periodo de prueba a someterse a un examen con el nuevo escáner y que los pasajeros tienen la alternativa de utilizar los arcos de seguridad que funcionan en todos los aeródromos. Los nuevos aparatos solo ofrecen una imagen esquemática del contorno del cuerpo del pasajero que se somete a una revisión con el nuevo escáner, que registra y perfila fácilmente todos los objetos y permite identificar armas y explosivos.

Párroco paga para evitar juicio

Un sacerdote católico de Irlanda pagó miles de euros a una mujer que lo acusaba de haberla violado para evitar un juicio, publica hoy el diario Independent. La mujer acusó al párroco de haberla violado en dos ocasiones separadas hace unos 20 años, cuando acudió a él para pedirle ayuda porque estaba embarazada. El religioso continuó con su servicio en la parroquia normalmente hasta que la prensa sacó a la luz el caso en 2005. Ante el escándalo, la Iglesia le pidió que abandonara su puesto. El arzobispo de Tuam, Michael Neary, argumentó entonces que el sacerdote no representaba peligro alguno para otros miembros de la comunidad.