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Se va calentando el AMBIENTE

Durante el seminario Agrotendencias 2010 se analizó el panorama mundial y local de la producción de alimentos. Crece el consumo y las cosechas son ajustadas, combinación que dispara cotizaciones y volatiliza los mercados.

Se va calentando el AMBIENTE
 

Juan Manuel Fernández

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Enviado Especial a Capital Federal

La información es un insumo que cobra mayor relevancia a medida que se complejiza el mundo de la producción. De ahí la obligación de saber qué esta pasando, en el contexto más próximo pero también a escala global, para poder tomar decisiones acertadas.

En el plano agroindustrial, esa información comprende un complejo abanico de variables: desde las estrictamente económicas, hasta climáticas o políticas. Cuanto rendirá el maíz en EE.UU. (y el stock final que resulte de ello) o las decisiones políticas de ese país en torno al etanol; qué impacto tendrá La Niña en la cosecha sudamericana y cómo el volumen final puede incidir en el comportamiento futuro de las cotizaciones de granos; por cuanto tiempo se sostendrá la fenomenal demanda de alimentos desde los países emergentes y cómo afectarán, incluso, los cambios en la dieta de esas poblaciones; o qué tendencia señalan los sondeos ante las elecciones presidenciales de 2011 en Argentina y qué chances puede haber de un cambio de paradigma político que modifique la complicada relación entre el Estado y la actividad agropecuaria. La lista se puede hacer más larga y las conjeturas surgidas de combinar estos datos aún más intrincada. Y sin embargo, aunque parezca la búsqueda de la aguja en el pajar, surgen deducciones que, sin ser concluyentes, aportan pistas útiles para el análisis y la acción.

En esta línea de pensamiento se enmarcó la sexta edición del seminario Agrotendencias, organizado por la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales bajo la consigna “Los mercados, la intervención y la política” el miércoles 20 en Buenos Aires. Y entre los encargados de exponer datos duros y elaborar hipótesis figuraron el economista Juan José Llach; el climatólogo José Luis Aiello; los analistas agropecuarios Carlos Poullier, Víctor Tonelli, Enrique Erize, Gustavo López y Héctor Huergo; mientras que la mirada política estuvo a cargo de Sergio Berenztein y Jorge Asis.

La Niña

“En este momento estamos en un evento Niña y hay un 75% de probabilidades de que las lluvias estén por debajo de lo normal, las temperaturas sean elevadas y haya un episodio seco en diciembre y enero”, confirmó el consultor en climatología José Aiello. La información es harto conocida, pero no tanto que “el otro 25% los definen factores que no son pronosticables”, como “bloqueos” (instalación temporal de frentes fríos con lluvias o secos en un área determinada) o los flujos de humedad desde Brasil, por lo que no está dicha la última palabra sobre el tema. “El clima tiene una sola constante: la variabilidad”, afirmó.

Sobre la Niña, Aiello, que también es miembro de la Conae (Comisión Nacional de Actividades Espaciales), aportó una de cal y otra de arena para la producción santafesina. Por un lado señaló que se verifica un enfriamiento inusual en el pacífico sur (a la altura de Chile) que generaría “anticiclones que penetrarán en territorio argentino hasta el Oeste de Santa Fe” acrecentando el riesgo de sequía. Pero por el otro, ratificó un enfriamiento del Atlántico que “podría favorecer los ingresos de humedad en el norte” y calculó “en un 70%” las probabilidades de que se produzcan lluvias en la zona durante el período de mayor incidencia de la Niña.

Por esto es que “el Niño o la Niña no explican toda la variabilidad de las lluvias”, aseguró el científico, quien sí se atrevió a anticipar que la campaña será riesgosa para soja y maíz, aunque “el arroz y el girasol van a andar muy bien”. También aclaró que, a diferencia de la última Niña de 2008, en esta campaña el fenómeno llega con una recarga “magnífica” de humedad en el suelo.

Soja y Maíz

La realidad del mercado de granos tuvo en las disertaciones de los analistas Carlos Poullier, Enrique Erize y Gustavo López un análisis minucioso del contexto mundial, caracterizado en los últimos días por una incesante corriente alcista a raíz del entrecruzamiento de factores financieros (guerra de monedas y acción de los fondos en el mercado de comodities) y fundamentos del mercado, en particular la caída proyectada en los stocks de maíz.

En materia de precios, Poullier aseguró que si bien los fondos “no generan la tendencia, sí la aceleran y le dan una gran volatilidad al mercado”; y comentó que en este momento “están muy comprados”. Erize, luego daría una cifra escalofriante: “en Chicago hoy hay 100 millones de toneladas de maíz compradas con fines especulativos”. Sobre el particular Poullier se preguntó, luego del amague en 2009, si el gobierno de EE.UU. llegaría a limitar el accionar de los Fondos sobre las materias primas.

Pero el gran dilema hoy es la relación entre las cosechas y le creciente consumo mundial de granos que deprime los stocks a niveles muy difíciles de manejar. Por ejemplo, los problemas de rinde en EE.UU. combinado con una mayor demanda para etanol (que incrementará el porcentaje de corte en las naftas de ese país) harán caer un 47% en las existencias de maíz y los cálculos indican que para retomar el mismo nivel de stock de 2 años atrás norteamérica deberá conseguir rindes récord y aumentar en 2 millones de hectáreas la superficie sembrada. Mientras tanto, en Argentina, segundo exportador mundial de maíz, difícilmente puedan cumplirse las previsiones del gobierno nacional de lograr una cosecha cercana a los 26 millones de toneladas. “En año Niña nunca tuvimos rindes promedio superiores a 69 quintales y para llegar a esa cifra tendrían que darse 85 quintales; por lo que yo creo que la cosecha puede ir desde un mínimo de 16 millones de toneladas a un máximo de 20”, dijo Poullier, quien especuló con que la estimación oficial busca cumplir con las afirmaciones de la presidenta de llegar a las 100 millones de toneladas.

Erize aseguró que “vamos a vivir a partir de marzo un mercado de maíz extremadamente nervioso, muy activo y seguramente con premios climáticos que se van a sumar inmediatamente”. Sobre trigo, dijo que el mundo ya está respondiendo a la suba de precios (producto de la caída de la cosecha rusa) y se está sembrando más. Mientras que para soja no hay una mala situación de stocks, “pero la Niña en Sudamérica va a afectar la cosecha argentina, que récord no va a ser; y si llega a haber un problema serio como el del año pasado esto será una bomba de tiempo”.

¿Qué hacer frente a este panorama? El titular de Nóvitas fue contundente: “comprar Puts en el Mercado de Futuros y Opciones para hacerse un piso en soja en Argentina de u$s270, sacar un seguro de precios y veranear tranquilo. El que no hace eso está manejando mal su patrimonio”. Pese a que los pronósticos son alcistas, “hay que tenerle respeto al mercado”, dijo el especialista, y recomendó “asegurar el 60% con un precio mínimo con un compromiso físico del 30%”.

Carne caliente

En materia ganadera, el consultor Víctor Tonelli describió el escenario que dejaron las políticas oficiales para el sector. Cayó el stock 10 millones de cabezas en los últimos 3 años, con el consecuente salto en los precios de la hacienda ocurrido entre noviembre y mayo últimos, a razón de $0.60 el kilo vivo por mes y del 260% para los vientres.

“La renta el año pasado no superaba los u$s50 por hectárea, mientras hoy subió entre 3 y 4 veces, según la actividad”, dijo Tonelli, y precisó que en este momento “la invernada está más complicada que la cría y el ciclo completo”. El próximo año, dijo, el invernador “tendrá que absorber una relación flaco gordo que no va a estar en menos del 35% entre neto de compra y venta y eso obliga a hacer recrías”.

El especialista aseguró que “hoy el productor está con buena renta y eso es lo que le permite iniciar el proceso de recomposición del stock”, y aseguró: “particularmente el criador, que fue quien más perdió en los últimos años; y el que hace engorde de su propia cría que no tiene que absorber esta diferencia brutal entre gordo y flaco”. De todos modos, aclaró que si se toman en cuenta las pérdidas de toda la cadena en los últimos años, el daño “es brutal y no se recuperará en 5 años”.

La participación del feed lot en la faena, que retrocedió de 40 a 35% en los últimos dos años, se mantendrá en el próximo a pesar de que los números no le cierran a ese planteo. Esto se logrará “porque hay muchas empresas que participan en la faena que van a seguir usándolo como el reaseguro de la materia prima para su negocio principal”, dijo el consultor, y estimó un piso de participación de este tipo de hacienda del 30% sobre la faena total, aunque podría incrementarse si se abren mercados externos para estas carnes. “Yo creo que esta integración hacia atrás va a seguir en el futuro porque les permite asegurarse la materia prima”, agregó.

Tonelli brindó, además, un dato interesante para comprender porqué el precio en góndola no copió la escalada de la hacienda, información que también puede serle útil al ama de casa que quiera saber qué pasara próximamente con los precios en la carnicería. “Porque los frigoríficos están devolviendo los obscenos márgenes que, gracias a la intervención del gobierno, llegaron a ser superiores al 50% contra un histórico del 35%”, disparó, aunque aclaró que “ya lo devolvieron en mayo y a partir de ahora todo aumento del ganado va a impactar en la carne al consumidor”.


Perspectivas para el agro


Últimamente, cooperativas y exportadores han ido corroyendo las bases de los acopios. Los primeros por ofrecer más beneficios, los segundos porque salen cada vez más a comprar directo al productor, evitando la instancia del almacenaje (también la del corretaje y el mercado mismo). A tal grado de preocupación se llegó que los acopiadores se plantearon la vía del asociativismo y formaron una cooperativa de consumo que funcionará como un pool de compra de insumos para ofrecer mejores servicios a sus clientes.

Guillermo Lloveras, gerente de Sociedad Gremial de Acopiadores de Rosario, aclaró que “no es para resistir ni bloquear el avance de los otros”, sino una decisión de agrupase para “estar mejor posicionado en todas las acciones de mercado”. El objetivo, dijo, es ser más competitivos a la hora de comercializar sus productos. “De esa manera —agregó— seguiremos manteniendo la proporción en el segmento de la cadena en que estamos”. El motivo principal de la iniciativa fue ver “que los modelos asociativos van teniendo una participación mayor en todo el mercado que la nuestra”.

La otra preocupación, que los acopios comparten con corredores y la propia Bolsa de Comercio de Rosario, es el riesgo de perder o desvirtuar los precios de referencia para los granos. Ocurre que el aumento de la comercialización directa está disminuyendo el volumen negociado en el Dispo nible y por lo tanto debilita la representatividad de los valore de referencia como los de pizarra. “La compra directa no hace a la transparencia de los mercados y eso a cortísimo plazo podría parecer una ventaja porque hay, a lo mejor, un ahorro de costos (del productor) al no pasar por un corredor, por una Bolsa, por un mercado; pero en el mediano plazo nos vamos a quedar sin el mercado de referencia. Y entonces, antes una demanda totalmente concentrada, vamos a tener el problema de los monopolios que van fijar los precios sin mercados”, afirmó Lloveras. En este punto, los exportadores encontraron un aliado valiosísimo: el silobolsa. “Es una herramienta que sí, al acopio le resta negocios porque hay muchas más intervención del directo”, afirmó el gerente de la entidad gremial rosarina.

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Acopios a la defensiva

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La política

“De acá a marzo no va a pasar la gran cosa”, dijo Jorge Asís, ex embajador, escritor y analista político. Y presentó a los que llama “los 7 samurais”, las siete personas en torno a las cuales gira hoy la Argentina porque están en el primer nivel de la línea de fuego: Néstor Kirchner, Cristina Fernández, Daniel Scioli, Ricardo Alfonsín, Julio Cleto Cobos, Eduardo Duhalde y Mauricio Macri. “Si las elecciones son el domingo, Alfonsín es presidente”, aventuró. Y sobre el santafesino Carlos Reutemann sentenció: “olvídense, no va a hacer nada; estaría feliz con su banca de senador hasta el final, y permite que algunos otros contribuyan con su propia dilación, es decir, habilita postergar algunas definiciones. Crece en el imaginario a partir de sus evasivas”.

Mientras Asís estimó que “los Kirchner tienen el boleto picado. Esto se terminó”, el consultor Sergio Berenztein no le negó todas las chances al oficialismo para las presidenciales de 2011. “Las chances de que Kirchner logre la victoria en la primera vuelta son pocas, pero no son cero”, afirmó, aún a pesar de que “más de la mitad de los argentinos no sabe a quién va a votar”.

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