Mano a mano con Luis Spahn, el presidente de Unión...

 

“Poniendo plata, tapamos la basura con la alfombra”

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Habló de sus preocupaciones, de un déficit que no se frena, de Pumpido-Alí y la campaña pasada, de Lovaisa, de Tomas, de la oposición y de una “explosión deportiva” que cambie la historia.

 

Enrique Cruz (h)

Casi dos horas de un mano a mano intenso con Luis Spahn. Desde el drama familiar por la enfermedad de la mascota (“es uno más como cualquiera de nosotros en esta familia, pero afortunadamente ya está bien”) hasta sus proyectos personales y para el club. En este último plano, me hace recordar mucho a Angel Malvicino. Spahn es de esos tipos, como lo fue don Angel, emprendedores, entusiastas, avezados. Por allí se queja —como todos nos quejamos— de las carencias y limitaciones que plantea la ciudad. Pero trata de acomodarse y planificar. Y Unión lo tiene así. Preocupado, por allí quejoso, tratando de ser realista y planteando sin medias tintas el exiguo campo de acción y el riesgo que significa, para un club en crisis, una sola equivocación.

—¿Te creó más sinsabores que felicidad el ser presidente de Unión?

—Soy un apasionado del trabajo y estar en Unión es un halago para mí. Lo que pasa es que hay problemas, no tenemos los recursos y eso es lo que me genera impotencia.

—Si bien nunca fuiste dirigente hasta ser presidente, manejabas información del club pues en algún momento aportaste dinero. ¿Te sorprendió lo que encontraste?

—Sobre todo, me sorprendió lo de los socios. En este momento no llegamos a 10.000 que hayan abonado en octubre la cuota. ¿Qué planificación es posible si llegamos a tener más de 13.000 socios en agosto de 2009 y ahora bajamos tanto y no podemos alcanzar ese nivel? Yo sé que Pumpido-Alí generó resultados en cuanto a incremento de la masa societaria. Hoy la realidad indica que tenemos 3.500 socios menos que implican 2.000.000 de pesos menos al año. Eso es mucho para nosotros.

—¿Qué es?, ¿apatía?, ¿desinterés?

—El 90 por ciento de la economía del club la moviliza el fútbol. Los hinchas fueron sensibles cuando el equipo anduvo bien y se hicieron socios, pero esa misma sensibilidad hizo que ante la derrota deportiva se borraran y no volvieran... Nos limita mucho la escasa masa societaria.

—El club cerró balance con otro déficit y se sigue gastando más de lo que entra. ¿Se puede cambiar esta historia?

—Es muy difícil... No digo imposible, porque no voy a parar hasta conseguir un club equilibrado. Le habrá pasado a Juan Vega, cuando llegó a 15.000 socios en el momento en que se jugó la Promoción. Y él habrá planificado en base a esa cantidad, pero al poco tiempo empezaron a borrarse y habrá sentido lo mismo que siento yo hoy: impotencia. Nosotros veníamos con la perspectiva de tener una temporada equilibrada, pero seis meses después nos encontramos con que tenemos 2 millones de pesos menos en socios y 1 millón de pesos menos en TV porque las cifras no se indexaron. Además, no podemos aumentar la cuota societaria y los gastos aumentaron. Así, la pretensión de equilibrio quedó en la nada.

—¿Y el costo del plantel?

—Para que tengas una idea: el año pasado, un jugador caro era alguien que ganaba 350 ó 400 mil pesos anuales. Hoy tanteamos a jugadores que llegaron a pedir 1 millón de pesos u 800.000 anuales, como el caso de Salmerón, por mencionar un ejemplo.

—¿Cómo está el club en lo político?

—Calmo. Charlé este año con ocho o diez ex dirigentes y me dijeron que estaba bien lo que se hacía.

—¿Por qué la comisión directiva no presentó una lista en la Mutual después de todo lo que se presionó para que el gobierno de la Mutual pase a manos del club?

—Fue una decisión política. Por más que lo desmientan, nosotros tenemos la certeza de que si el club presentaba una lista, se iba a presentar otra lista opositora. Y con 100 socios o menos que tiene la Mutual, es posible que las elecciones se perdían. El periodista Claudio Virgolini me dio la información y tenía razón, porque el día de la presentación de listas estaba el contador Lovaisa merodeando por la Mutual a la espera de novedades y con el propósito de presentar una lista. Esto es revanchismo político. Marcelo Tomas es el presidente de la Mutual, yo lo considero un amigo pero estamos distanciados. Nosotros le habíamos manifestado que lo queríamos en esta comisión pero dijo que no. Y fue crítico a la gestión. Después, tomó el gobierno de la Mutual cuando una asamblea había ordenado que la Mutual sea “hija”, por así decirlo, del club... Pero bueno, no estamos para confrontar porque tenemos muchas cosas por hacer.

—Fuiste muy sincero cuando en Sudáfrica me dijiste que Alí debería haberse quedado como DT pero que acataste la decisión de la mayoría. ¿Es la misma situación que se pudo haber planteado ahora con el contador Raúl Lovaisa, expulsado como socio del club?

—Lovaisa obstaculizó el accionar de la comisión y perjudicó al club. Es un hecho que no se debe alentar, sino castigar. El tuvo una visión de rudeza cuando dos asambleas anteriores había pedido expulsar a D’Amico, por iguales motivos. El antepuso intereses de egolatría y disputa contra otros dirigentes, en perjuicio del club. Presentó una nota con 130 ó 140 firmas para pedir su reconsideración como socio. Entonces, fuimos moderados en nuestra convocatoria, no más de 60 ó 70 socios. Si hubiese traído toda la gente que, en su momento, firmó a su favor, la asamblea habría resuelto su retorno. Pero no fue así. Ni tampoco abandonó su actitud autoritaria.

—¿Tenés en claro qué es lo que se debe hacer a fin de año si es que el equipo sigue expectante en la tabla, para no cometer las equivocaciones de diciembre pasado?

—No creo que nos hayamos equivocado en diciembre. Me parece que el hecho de haber traído refuerzos hizo que algunos muchachos que estaban, adoptaran una actitud reacia. Este año tenemos un liderazgo en el plantel con personas más adultas y de experiencia, como el capitán, el subcapitán y el Changuito Cárdenas.

—Lo que estás diciendo es que falló el grupo y no el equipo en el torneo pasado...

—Así fue. A Pumpido y Alí no les reprocho nada, son circunstancias que se dan a menudo en el fútbol. No es un error propio, porque se cayeron otros clubes como San Martín de San Juan e Instituto. O sea que pasa.

—¿La solución económica es el ascenso a Primera?

—La Argentina es la liga con mayor diferencia entre lo que cobra un club de la A por TV y uno de la B. En otras ligas, el de la B cobra un 40 ó 50 por ciento que el de la A. Acá, no llega al 20, creo que es el 16 por ciento. No es bueno para el fútbol esta forma de repartir.

—Malvicino siempre hablaba de la necesidad de tener una chequera. ¿Sigue siendo necesaria la presencia de un presidente generoso?

—Poniendo plata, lo que hacemos es tapar la basura con la alfombra. Así, el club sigue lejos de tener una solución porque lo que se hace es cambiar de acreedor. Malvicino, Jorge Molina, Juan Vega y otra docena de dirigentes de las últimas dos comisiones, recuperaron lo que pusieron con los ingresos de la TV. Este contexto no es sano para el club porque está sumergido con esta mochila que se traslada de comisión en comisión.

—¿Se puede frenar esto?

—El equilibrio no se va a dar vendiendo jugadores por 1.000.000 de dólares todos los años, porque, primero, no es fácil, y luego, porque en este contexto de Unión deberíamos estar permanentemente vendiendo y eso no es sano deportivamente... Si no se produce una explosión deportiva, llámese ascenso, con lo que recaudamos de socios no alcanza. Y el club sigue siendo inviable pese a los esfuerzos.


Ingresos de TV

“Recibimos 2.900.000 pesos que no se actualizaron. A valores indexados, hoy deberíamos estar cobrando, por lo menos, 3.900.000 pesos. La TV es el segundo mejor ingreso que tiene la institución, pero hoy ese valor está deprimido porque no se actualizó. Además, de allí se cobran los ex dirigentes que aportaron”.

Textual: Luis Spahn

 

 

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(Presidente de unión)

“No tenemos puntos en común con Colón, sólo la rivalidad deportiva que no se pierde. Con Germán Lerche tuve algunas charlas, pero nada trascendente”.

“Renovaremos 3.200 plateas que ya están pagas y en el club. Las laterales tienen más de 40 años, era hora de cambiarlas”.

“Todos queremos dejarle algo al club. Esto de las plateas, más un arreglo en el techo del estadio cubierto y la vereda, son nuestro pequeño aporte”.

(El presidente Luis Spahn no deja de pensar en la posibilidad de adquirir un predio y construir allí el complejo futbolístico de Unión. ¿Podrá?)

¿Y el gobierno?

“Estamos en disparidad con los clubes de otras provincias, porque allí el Estado provincial los ayuda. Y no estoy en desacuerdo con eso. El gobierno de Santa Fe no ayuda a los clubes, ni siquiera nos permite aliviar el costo de la seguridad. Hoy Unión gasta 300.000 pesos anuales en operativos policiales sin hinchada visitante”.

Miguel Ponce

“Hablé con él un par de veces, no tengo rencores. Él sentó un mal precedente cuando hizo ese movimiento que destituyó a Rubén Decoud, que era el legítimo heredero del gobierno cuando falleció Juan Vega. Luego, la desgracia de los resultados deportivos potenció esos errores. Si hubiese ascendido a Unión, sería un grande”.

LUIS SPAHN ES UN HOMBRE QUE DESTILA NÚMEROS. TIENE TODO GUARDADO EN SU MEMORIA, COMO SI FUESE UNA COMPUTADORA. LAS CIFRAS, PARA EXPLICAR LA SITUACIÓN DEL CLUB, SON ELOCUENTES.

Proyecto de inferiores

“Tenemos muchos diamantes a los que no se les dio el brillo final. Nosotros creemos en los cambios que está implementando Nicolás Frutos. Tuvimos que hacer una intermediación con los PF y los DT para que entendieran esos cambios que propone. A Nicolás Frutos lo respaldamos absolutamente”.

¿Cansado de poner?

“No estoy cansado de aportar dinero al club, porque no soy el único. Sospecho que con ingenio y ajustes se pueden disminuir egresos.

Pero, por el otro lado, veo que en tres variables perdemos 4 millones de pesos: 2 millones de socios que se fueron, 1 millón del no ajuste de la TV y otro millón del no ajuste de la cuota social”.

¿Traerá refuerzos?

“Si para disputar el Nacional no podemos tener más que 7.000 u 8.000 socios, tendremos que adaptarnos a eso. Y gastar en función de eso. Y la gente tendrá que entenderlo, porque si no, no hay forma de que el club pueda ser viable. Esta es la situación de Unión y, como ya dije, si no hay una explosión deportiva, habrá que sincerarse de una buena vez”, dice con crudeza Luis Spahn.

—O sea que no hay que ilusionarse con refuerzos importantes a fin de año...

—Con tan pocos socios no estamos en condiciones de traer refuerzos. Falta bastante y es una situación que analizaremos en su momento. El partido con Almirante nos dejó una sensación alentadora y esto nos crea expectativas respecto de que el equipo puede ir mejorando en el juego.

—¿Lo hablaste ya con Kudelka?

—Hablé con gente del cuerpo técnico y coincidimos en esto último que te acabo de decir. Cuando falten un par de partidos para el final de la primera rueda nos sentaremos a conversar en firme. Por lo pronto, buscaremos estar al día con los jugadores.

—¿Qué se debe?

—Estamos siete días atrasados en el sueldo de septiembre, pero tengo una gestión iniciada con gente de afuera del club para que nos hagan un “puente financiero” y así pagarles y quedar al día.

—¿Cómo hace el dirigente para timonear una situación así, en la que se le debe decir al hincha que no hay dinero y que tiene que ayudar para traer refuerzos?

—Me cuesta, sinceramente, reclamarle a la gente. Sólo planteo la realidad, que es la verdad, aunque duela. Así como está el club, ¿con qué recursos pensamos en refuerzos?

Por un predio

“Un club con déficit no puede hacer inversiones. Tengo una expectativa con respecto a La Tatenguita.

La idea es achicarla, que quede como un complejo social, vender o subastar lotes de allí que son del club y, con ese dinero, adquirir un predio para hacer 10 ó 12 canchas. Es mi idea, pero falta encontrar el lugar del nuevo predio”.