Gabriel Airaudo se recupera lentamente

Cuando la fe mueve montañas

Luego de sufrir aquella grave lesión en uno de sus ojos, el arquero de Atlético de Rafaela evoluciona y sueña con volver.

Redacción de El Litoral

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Todos los rafaelinos que estuvieron presentes aquel 23 de mayo de 2010 en el Bosque de La Plata jamás olvidarán el momento en el que Lucas Castro, jugador de Gimnasia, impactó con su rodilla en el rostro del Gabriel Airaudo. Fue en el partido de vuelta de la Promoción que finalmente terminó ganando el equipo platense.

La triste noticia por la grave lesión en uno de sus ojos hizo que el jugador se encomendara a Dios y quedara en manos de los médicos. Desde entonces, transcurrieron algo más de cinco meses y se produjeron distintas intervenciones quirúrgicas con los mejores especialistas de la ciudad de Buenos Aires.

En una de las última presentaciones de Atlético de Rafaela, al “1” de la Crema se lo vio con anteojos oscuros en el Monumental y, más allá del momento del espectáculo, decidió no hablar con la prensa, salvo cuando se lo consultó sobre su estado actual: “Estoy mejor, lo peor ya pasó. Ahora pienso en la recuperación”; con breves palabras aunque con la amabilidad de siempre, se sentó en la platea para ver a su equipo.

Ayer, ante la requisitoria y aprovechando su estadía en Buenos Aires, el arquero de Atlético le dio una nota a Daniel Cacioli, del programa “El Nacional”, que luego reprodujo el diario Olé: “Mi accidente fue raro porque en el fútbol no se dan estas lesiones; igual, estéticamente estoy bien, aunque en su momento estuvo irreconocible mi cara. Lamentablemente, me pasó cuando estaba en mi mejor momento, pero, bueno, estoy contento porque tengo mi ojo”.

Pese al duro trance que les tocó vivir a él y a su familia, el arquero se muestra tranquilo, muy confiado en que volverá a trabajar en lo que más le gusta y le apasiona: “Me sorprendió mi fortaleza, después de lo sucedido no hice terapia y creo que por el momento no la necesito”, declaró Airaudo.

El jugador nacido en Sunchales tuvo palabras de agradecimiento para todos los que estuvieron de su lado. “En la ciudad, el partido quedó en segundo plano, me sorprendió la repercusión que hubo. Les estoy muy agradecido a toda la gente de la ciudad y del club, a los médicos, a Agremiados y a mis colegas por bancarme”. Aunque no sintió lo mismo del lado de la gente de Gimnasia: “Desde el golpe al día de la fecha, ningún dirigente se comunicó ni se acercó a ayudar a mi familia”.

Gabriel Airaudo sabe que su recuperación es larga, pero tiene fe en poder hacerla para volver a colocarse la “1” de Atlético: “Sueño con volver a jugar y poder ascender con Rafaela. Siempre guardo esperanzas de regresar a una cancha de fútbol, aunque eso se evaluará más adelante”, sentenció el joven sunchalense que recién cumplió 25 años de vida y tiene mucho tiempo para recuperarse y volver a empezar.