Una actividad creciente

Dos décadas de buceo en Regatas

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La belleza de figuras en la profundidad. Son audaces en sus actividades.

Foto: Gentileza Regatas SF

Prestigio y seguridad distinguen a los buceadores de la entidad lagunera santafesina, una de las pioneras en la región de este deporte.

 

De la redacción de El Litoral

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“Para realizar buceo te tiene que gustar la aventura, hay que amar el agua y querer explorarla al máximo”, afirmó Elio Musuruana, instructor de buceo del Club de Regatas Santa Fe, entidad donde este deporte cumple este año 20 años de vida.

“En Santa Fe la actividad había empezado un poco antes. En realidad, la primera actividad relacionada con el buceo tiene que ver con el Ejército, con el Batallón Ingenieros Anfibios”, señaló Musuruana, en diálogo con El Litoral.

Al referirse a los inicios, comentó: “Todo comenzó a mediados de la década del ochenta. Con un grupo de socios hicimos el curso, pero no estaba institucionalizado a nivel club, sino que era una actividad extra para la que se alquilaba la pileta.

“Nosotros teníamos en marcha en ese momento varios cursos, de los cuales, junto con Luis Cánova, éramos ayudantes de instrucción. En esa época certificaba sólo la Prefectura Naval Argentina. Cuando nos vimos en esta situación de apremio, porque no podíamos continuar con los cursos, viajé a Buenos Aires, hablé con Prefectura y nos dieron la orden para continuar”, aseguró.

Luego indicó que “entablé contacto con Francisco Altamirano y, a partir de entonces, los dos rendimos para ser instructores de la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas. En ese momento comenzamos a hacer los trámites para institucionalizar la actividad dentro de Regatas”, puntualizó.

Los que se inician

Con respecto a quienes intentan dar sus primeros pasos en la actividad, Musuruana señala que “les pedimos que sepan nadar. Hay distintos criterios en este sentido, hay escuelas que dicen que no es necesario. Nosotros tenemos un orgullo y es que llevamos monitoreados más de 15 mil descensos y nunca tuvimos un problema. Somos muy exigentes con el tema de la seguridad. Para nosotros es importante que la persona que venga a hacer el curso sepa nadar, no pretendemos que sea un nadador de estilo, pero, por lo menos, que le haya perdido el temor al agua o que tenga un temor muy primitivo, parte del temor se lo quitamos en el curso. Debe saber nadar y no tener problemas de salud; después... no hay problema”, aseguró.

A continuación, agregó: “Al agua se va desde el primer día. Nosotros tenemos organizados los cursos de manera que damos dos clases por semana; duran dos meses y medio. Las clases de los sábados damos teoría, una hora y media, y después se va a la pileta. En la teoría se revisan algunas cosas vinculadas con la física, porque estamos realizando una actividad en un medio completamente distinto del que nos hemos desarrollado. También, fisiología y lo que tiene que ver con los aparatos que se utilizan para bucear y se explican los riesgos, todo enfocado para evitar las dificultades”.

Importante

“Primero, tuvimos que inscribir al club ante Prefectura Naval Argentina como un club náutico y de buceo, y lo conseguimos. A partir de ese momento, empezamos a dictar tres cursos por año de forma ininterrumpida por veinte años. Hoy, tenemos más de 1.500 buzos certificados, hemos ido accediendo a distintos niveles de jerarquía de instructores”, agregó el entrevistado.

“Para realizar buceo te tiene que gustar la aventura, hay que amar el agua y querer explorarla al máximo”, afirmó Elio Musuruana, instructor de buceo del Club de Regatas Santa Fe, entidad donde este deporte cumple este año 20 años de vida.

/// EL DATO